Wang Lin 16 años.
— Viste las noticias ¿cómo es posible que nadie se haya dado cuenta? — comentaba una estudiante caminando a la par que sus amigos — Ese profesor literalmente era un pervertido.
— Él mismo se lo busco ¿quien sale con una estudiante? Además era menor de edad — declaró otro chico.
— Supuestamente dijo que ella se le había confesado, pero como él ya no quería seguir más con aquella relación,pues lo delató — redactaba otro joven siendo atento a cada detalle. Compartiendo opiniones con los demás y dando su punto de vista, pero al ver que alguien no estaba muy interesado en la conversación, llevaron su atención a dicha persona.
— Oye Lin ¿qué pasa? — preguntó la chica de antes observando como su amigo se veía algo despistado — Estuviste todo el día distraído? ¿Sucedió algo? — le interrogó preocupada, ya que el pelinegro era alguien muy alegre en el instituto, así que el simple hecho de que estuviera actuando de aquella manera le parecía extraño para el resto de amigos.
Wang dándose cuenta de las miradas intranquilas del resto, decidió cambiar su expresión y hacer como si nada pasara; — No es nada, solo... estoy algo cansado — mintió intentando evadir cualquier pregunta.
— ¿No estuviste durmiendo bien? ¿Los insomnios sigue? — cuestionó Yan, uno de sus amigos de la infancia, y el cual comenzaba a sospechar de que algo no andaba bien en la vida de Lin — ¿Seguro que esta todo bien — insistió.
— Tranquilos, estoy bien — afirmó sonriendo para luego acercarse a su amigo y pasar su brazo por los hombros de su compañero para que comenzara a caminar — Vamos, o no llegaremos para la comida — mencionó Wang incitando a los menores, los cuales dejaron su preocupación de lado e hicieron caso a las palabras del pelinegro.
. . .
Una vez estuvieron en dicho lugar, tomaron asiento y comenzaron a pedir lo que iban a comer. Así que esperaron a que su pedido llegaran y para matar el tiempo comenzaron una nueva conversación, la cual Lin no prestaba atención, dado a que estaba metido en su teléfono hablando con alguien, y aunque sus amigos intentaron averiguar de quién se trataba, el pelinegro se negaba a dar nombres.
— No sabia que tenias novia Lin — bromeó Yan codeando a su amigo, el cual sonreía tontamente mientras negaba con la cabeza.
— No es mi novia — canturreo ladeando la cabeza y riendo meloso por las palabras juguetonas de sus compañeros, los cuales le hacían burla diciendo que estaba enamorado y que por eso estaba tan perdido en su cabeza, pero lo que no sabían era que Wang estaba exigiendo algo a esa persona detrás de los mensajes, y cuando su teléfono volvió a sonar, lo levantó con prisa e inmediatamente sonrió traviesamente viendo la foto que Zhao Mao le había mandado, una que usaría como material de masturbacion.
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Beldad
RandomTodo aquel que viera a un niño como Wang entrar a un lugar como aquel deplorable departamento se preocuparían. "¿No es peligroso?" "¿Deberíamos hacer algo?" "¿Y si le sucede algo?" "¿Debemos detenerlo?" "¿Dónde están sus padres?" "¿Llamamos a la po...