16. "Videollamada"

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Cuando llegó a su departamento eran las cinco de la mañana, aún permanecía en él la rabia que le había causado el encuentro con Yahiko; y debido a su mal carácter, nadie se atrevió a dirigirle la palabra por el resto de la noche. Incluso los clientes se alejaban al ver su semblante.

Cuando entró tiró el saco al suelo y se metió inmediatamente al baño. El agua fría de la ducha sobre su piel lo sobresaltó, pero era una forma que había encontrado desde adolescente para sacar el enojo de su cuerpo. Con unos boxers y un pullover se arrojó al colchón. Ni siquiera pensó en el hambre o en revisar si Sasuke le había mandado alguna foto, necesitaba apartarse por un rato.

¿Qué significaba eso de que "volvió a buscar alguien que lo proteja"? Que Sasuke hubiese tenido una relación anterior no parecía extraño, pero algo en el comentario no le cerraba, sobre todo porque él siempre cambiaba de tema o respondía de forma escueta las preguntas sobre su vida personal.

—Ni siquiera te conozco bien, ¿por qué entonces siento todo ésto por tí?— murmuró contra la almohada. Girando el rostro observó las plantas del balcón y exhaló para aliviar la tensión en su pecho —No...— exclamó, después de recordar los momentos que había pasado con él —los que no te conocen son ellos— repitió la oración dos veces en su cabeza y luego, convencido, cerró los ojos para intentar dormir.

La tarde calurosa lo hizo protestar después de largas horas de sueño. Había dejado las ventanas cerradas y el aire acondicionado apagado, así que quejándose del calor se sentó en el colchón, con el cuerpo adormecido y algo desorientado. Al ver los colores naranjas y púrpuras comenzar a aparecer en el cielo, Naruto pegó un mohín y buscó inmediatamente su teléfono. Eran las seis de la tarde, entraba a trabajar a las nueve y ni siquiera había hablado con Sasuke. Preocupado buscó el chat, pero no había nada.

—¡Diablos!— gruñó, enojado consigo mismo. Él le había pedido algo de espacio, pero también le dijo que esperaba su llamada. Ahora no sabía que hacer, ¿y si se había enojado por no dar noticias en todo el día? —Estoy sobrepensando todo— se reprendió, pero quería que cada paso o acercamiento que tuviera con Sasuke fuera perfecto.

Suspiró antes de marcarle, luego esperó escuchando el tono. No respondía, y Naruto empezó a temer que sus pensamientos se hicieran realidad, pero en el último pitido Sasuke descolgó.

Dime...— escuchar su voz después de una mala jornada, era lo mejor.

—Perdona que no te haya llamado en todo el día— se apresuró a decir —Me quedé dormido y recién abro los ojos— al oírlo reír un poco, Naruto dejó ir su preocupación.

Supuse que estabas cansado, por eso no te molesté ¿Qué tal tu noche?

—Como siempre— respondió esquivo, ocultando el encuentro desagradable con los rusos —¿Y tú?

Pues yo bajé en la mañana a comprar cigarros, y ya después no he salido de aquí. Necesito descansar también— Naruto adoraba las conversiones cotidianas con él, principalmente porque por lo que sabía, Sasuke no las tenía con nadie.

—Tengo ganas de verte— confesó al rato. Observar su rostro y expresiones lo haría sentir mucho más seguro —¿Podemos hacer una videollamada?— preguntó y después retuvo la respiración cuando Sasuke colgó de pronto

¿Hizo mal? ¿Sobrepasó esos límites de los que habló? Era agobiante sentirse siempre en una cuerda floja, o estar caminando en la oscuridad. Sin embargo, en cuanto la llamada del pelinegro llegó, Naruto otra vez sintió que su corazón quería escapar. Sonrió nervioso borrando cada mal pensamiento y después de acomodar inútilmente su cabello, contestó. Sasuke apareció en la pantalla sentado en su acostumbrado sillón, con un cigarrillo en la mano y... ¿sin camisa?

—¿Estás desnudo?— soltó la pregunta de repente y lo vió reír. Sus piernas se movieron inquietas sobre el colchón con ese simple acto. Cuando movió la camara, pudo ver su cuerpo entero, solo vestido con un bóxer negro.

Ya me iba a meter a la ducha cuando llamaste— explicó, y la imagen se movió al él apagar el cigarro en un cenicero, para después exhalar el humo con lentitud.

—Perdón... Puedo llamar más tarde— señaló, yendo de su cara a su pecho desnudo.

No te preocupes— afirmó y luego se puso de pie

Naruto reconoció la cocina, y luego el baño, lo vió acomodar el teléfono sobre la encimera del lavamanos y luego una parte de su espalda cuando se inclinó para desnudarse por completo.

—¿Vas a ducharte ahora?— preguntó tontamente.

No, saldré a la calle a correr desnudo como un loco— bromeó sarcástico y el rubio escondió el rostro en la almohada —Te lo imaginaste.

—No...

No mientas— señaló con diversión y luego entró a la ducha.

Solo podía ver una parte de sus glúteos y espalda a través del cristal, pero el conocimiento de lo que Sasuke estaba haciendo, pronto lo hizo percibir su erección apretada contra el colchón.

—Te noto más activo— dijo, intentando centrarse en otra cosa y fallando estrepitosamente en el intento, pues cuando él comenzó a frotar su cabello lleno de espuma y gemir de satisfacción ante el delicioso masaje, ya Naruto no tenía otro pensamiento que montarlo ahí mismo en esa ducha —Tú... Me dijiste que tenías cosas que pensar.

— respondió Sasuke, asomando su cabeza para mirar directamente a la pantalla.

—¿Quieres hablar de ello?

No hace falta, ya mi mente se aclaró. Puedes estar tranquilo— aseguró, pero algo en su tono no fué del todo agradable. Tal vez solo era su impresión, porque Sasuke mantenía una leve sonrisa dulce en su semblante.

—De acuerdo— respondió y se quedó mirándolo en silencio por un rato, hasta que lo escuchó hablar de nuevo.

¿Ya la tienes dura?— Naruto abrió enormes sus ojos y luego resopló ansioso, haciéndolo reír.

—Sí...— confesó.

Tócate.

—¿A... ahora? ¿Esa era tu intención?

¿Qué crees?— preguntó con sarcasmo y luego abrió la puerta de la ducha, mostrándole el cuerpo mojado y su estado igual de erecto.

Tragó duro antes de asentir en acuerdo y sentarse. Comenzó a masajear su pene por encima de su ropa interior, no perdiéndose detalle de como Sasuke apoyaba su espalda en la pared y empezaba a masturbarse. Subió un brazo por encima de su cabeza para darle una mejor vista de la figura estilizada de su cuerpo, y Naruto jadeó al meter la mano y regar su humedad a lo largo de su pene.

Déjame verla— pidió el pelinegro, y de inmediato movió el celular y le mostró su erección mientras la acariciaba. Él lo volvía loco, pero verlo relamerse con su atención puesta en su miembro, fué explosivo. Con lo excitante y morboso de la situación, más la perfecta vista, Naruto se corrió sin querer, quedando jadeante y avergonzado —Eso fué rápido— dijo Sasuke con una sonrisa satisfecha e hizo ese gesto otra vez con la boca, acelerando el moviendo de su mano.

—No puedo resistime a tí— jadeó con su vista desbocada.

Lo que daría por un beso tuyo ahora— dijo entre gemidos y Naruto, sorprendido, tuvo que esforzarse por volver a respirar.

—Sasuke... no me hagas salir corriendo hacia allá— advirtió.

Tienes ganas de cogerme, ¿cierto?

—¡Dios! No te imaginas...— la pequeña sonrisa de picardía en el rostro del pelinegro, quedó borrada con un gemido y luego Naruto lo vió correrse, derramando todo en su mano y respirando agitado.

Ahora... tomemos... un café juntos ¿Te queda tiempo? Porque quiero seguir hablando contigo...— pidió risueño y con ojos adormilados.

—¿Para tí? Todo el tiempo del mundo.

HeartBeat (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora