31. "Tensión"

1.1K 231 21
                                    

—Si necesitas algo más, solo llama— indicó Sasuke, evitando ver el cuerpo desnudo de Naruto, a la vez que recogía la ropa que éste se había quitado.

Llevaban ya una semana en la nueva casa, los puntos de la sutura se habían caído, pero aún tenía indicado reposo y mucho cuidado, lo que había puesto a Sasuke en un verdadero aprieto. Era diferente estar en el hospital a ya vivir juntos y verlo todo el tiempo. Solamente había hecho el amor con Naruto en dos ocasiones, y hacía meses que no satisfacía sus necesidades. Teniendo antes, le gustase o no, una vida sexual muy activa, el cambio era un poco chocante. Lo necesitaba mucho, pero no podía dar a conocer sus deseos por su bienestar. Naruto tampoco ayudaba con la abstinencia, siempre lo estaba abrazando y acariciando en cada oportunidad que tenía, sobre todo al dormir, o al menos hasta que él se dormía, porque el pelinegro había comenzado incluso a padecer insomnio por la ansiedad. Haber dejado el cigarro era otra agravante.

—¿Vemos una película?— preguntó Naruto, ya frotando su piel y justo antes de que Sasuke saliera. Éste lo miró tras el cristal y maldijo internamente cuando su miembro palpitó.

—Claro... Iré a lavar los platos— balbuceó y salió del baño para después emitir un gran suspiro de resignación. Dejó la ropa en el cuarto de lavado y luego fué hasta la cocina. No había mucho que limpiar, ya que solamente eran dos, pero al menos el trabajo lo mantenía un poco distraído.

Ya cuando terminaba de secar los últimos cubiertos con un paño, sintió el cálido abrazo de su novio por la espalda y sonrió levemente. Naruto acarició su cuello con la punta de la nariz y lo meció suavemente de lado a lado.

—¿Huelo rico?— preguntó juguetón y lo hizo voltear un poco la cabeza. Sasuke aspiró su aroma y bramó en su garganta con satisfacción. Era suave, como jazmín nocturno.

—Sí... mucho— confesó, pero luego se tensó cuando Naruto descubrió un poco su hombro y dejó un camino de besos por todo el lugar —¿Por qué no vas buscando la película?— preguntó esquivo, moviéndose hacia el otro extremo de la cocina para guardar los cubiertos y huyendo del contacto.

—Ok, ¿qué quieres ver?

—Alguna que te guste estará bien, no se mucho de esas cosas— indicó y tragó saliva cuando de reojo lo vió alejarse hasta la sala de estar —Demonios...— murmuró para si, acomodando su erección de manera disimulada.

Se afanó entonces en hacer un paquete de palomitas de maíz, mientras hacía tiempo para que bajara, y solo después se sentó junto a él en el sofá. Naruto sonrió amplio y se metió algunas en la boca.

—Me concientes mucho— balbuceó con las mejillas infladas —He ganado todo el peso que perdí en solo unos días. Debo comenzar a ejercitarme si no me quiero poner gordo— rió.

—Estás de reposo— repitió otra vez la amarga frase.

—Ya me siento bien, no sé porqué tengo que seguir con eso—protestó mientras buscaba algo para ver.

—Que te sientas así, no significa que lo estés del todo ¿Ya olvidaste que casi te mueres?— reprendió, más para recordárselo a si mismo que para Naruto.

—No me regañes— protestó con un puchero infantil, haciéndolo rodar los ojos —Ven aquí...— se acomodó en el sofá para que Sasuke apoyara la espalda en su pecho. El pelinegro se acurrucó con la frazada y después de dejar un beso corto en sus labios, le prestó atención a la película.

El destino estaba en su contra, o Naruto era bastante malvado, pues las escenas explícitas en el filme abundaban; y solos, con la estancia en penumbras y la baja temperatura de invierno que los instaba a estar muy juntos, era inevitable sentirse con ganas. La mano que Naruto descansaba sobre su brazo, comenzó a deslizarse arriba y abajo acariciándolo con la punta de los dedos. Aunque no lo tocaba directamente, era suficiente para que Sasuke comenzara a tener pensamientos eróticos. Entonces el rubio se movió y buscó el bajo de su suéter para encontrar al fin su piel, tocó su vientre de la misma manera y ya él no pudo concentrarse más en la película. Su tacto era tan bueno...

—Tengo que... tengo que ir al baño— balbuceó de pronto.

—¿Ahora? Ya llega la mejor parte— protestó Naruto —Le pondré pausa...

—No— dijo mientras se ponía de pie, y dándole la espalda todo el tiempo al rodear el sofá —Termina tú, estoy realmente cansado. Mejor ya me acuesto— subió las escaleras sin esperar una respuesta y en lugar de entrar en la habitación, se metió en el baño —¿Por qué me tortura así...?— rechistó mientras tiraba del cordón de su pantalón y liberaba su miembro erecto.

Otra vez como tantas, terminó masturbándose en secreto, mordiendo su labio inferior para no gemir y ser descubierto. Suspiró con pesadez al terminar y se lavó mientras veía con insatisfacción su rostro de mejillas rojas en el espejo.

—Ésto no es suficiente— murmuró y luego negó antes de dirigiese a la habitación principal y meterse debajo de la gruesa frazada.

Solo en la penumbra, se mantuvo inmóvil todo el rato hasta que Naruto entró al cuarto. Inmediatamente cerró los ojos y fingió dormir, incluso cuando lo sintió acostarse a su lado.

—¿Sasuke...?— llamó él al acercarse por su espalda y luego lo abrazó —Debes estar en verdad cansado. Lamento que sea trabajoso para tí tener que cuidarme todo el tiempo...— susurró y dejó un beso en su cien antes de acomodarse y quedarse dormido.

                                    +++

—¿Me das otro poco?— preguntó Sakura levantando la taza hacia Sasuke y éste asintió con una sonrisa.

—Oye, solo vienes aquí para tomarte mi café— protestó Naruto, ambos sentados en el porche.

—Y para almorzar también— señaló la pelirrosa sin vergüenza.

—No hacías eso cuando vivía en el departamento del centro.

—Cocinas de chiste— señaló ella —La comida de Sasuke es increíble, además, a él no le molesta, ¿verdad?— le preguntó al pelinegro al verlo regresar con su bebida.

—Para nada— dijo divertido y se sentó en el regazo de Naruto cuando éste tiró de su mano. El rubio rodeó su cintura y besó su mejilla. Otra vez, incluso el más leve contacto, lo hizo crisparse y enrojecer, desviando la mirada hacia el prado más abajo.

—Haces eso para mortificarme— rechistó Sakura.

—¿Qué cosa?— preguntó Naruto.

—Finge ser inocente— farfulló sarcástica y luego suspiró cansada —Necesito un novio...

—Pues busca uno. No dejaré de ser cariñoso con el mío solo porque tú estés aquí— señaló naruto y apretó más la cintura del pelinegro.

—Creo que dejé algo encendido— balbuceó Sasuke y se puso de pie, de nuevo poniendo distancia entre ambos.

Ya no podía ni comportarse delante de la visita. Estaba a punto de llamar a la doctora de Amsterdam y preguntarle sobre el tema, pero en el fondo aún se sentía culpable por lo sucedido, y esos pensamientos egoísta lo mortificaban hasta el punto de que la abstinencia le parecían un castigo merecido.

Se apoyó en la encimera y maldijo entre dientes ¿Y si Naruto empezaba a pensar que no quería sus atenciones y caricias? Eso sería un grave problema.

—¿Estás bien...?— la voz de Sakura a su espalda lo sobresaltó, y por instinto buscó a Naruto por la ventana, quien seguía sentado en el porche con expresión tranquila.

—Sí...

—Pues pareces bastante tenso— señaló ella con una ceja levantada.

—No pasa nada— resopló una risita forzada, pero Sakura se mantuvo impasible y mirándolo directamente hasta que Sasuke se dió por vencido —Es que... ha pasado bastante desde que... Naruto está de reposo y...— murmuró bajo y apenado, pero solo con esas palabras la pelirrosa pareció entender.

—¿Se lo dijiste?

—Claro que no— exclamó bajo —Lo conozco, se forzará en hacer lo que no debe y tengo miedo de que se lastime.

—Entiendo... ¿Y con el otro medio, ya sabes?— la expresión de insatisfacción de Sasuke la hizo reír —Ok, ok... Bueno, en el centro hay una tienda de juguetes "especiales". Quizás eso te funcione al menos por un tiempo— aconsejó pensativa. Sasuke aún no podía creer que estuviese hablando de esas cosas con Sakura, ya que llevaban poco tiempo de ser amigos, pero en verdad estaba desesperado.

—Podría intentar...— dijo en voz baja, de nuevo buscando a Naruto con la vista, completamente ajeno a la conversación.

HeartBeat (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora