𝑇𝑢 𝐷𝑢𝑙𝑐𝑒 𝐴𝑟𝑜𝑚𝑎

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-Tanto tiempo sin vernos, que tal te fue en tus vacaciones de verano? Dime que no te quedaste encerrado en tu casa- la hermosa chica de pelo naranja y fragancia a mandarinas saludaba amablemente a su amigo.

-Normal- una respuesta seca fue lo que recibió por parte del chico de verdes hebras, se notaba a distancia que este no era de sus mejores días.

-Te sientes bien? Te noto algo más serio de lo habitual- preocupada por las notables ojeras y el rostro pálido del chico decidió preguntarle.

-Mi celo esta cerca, solo es eso- no le apetecía hablar, su tono de voz era frío y cortante, no quería ser grosero con su amiga pero no podía poner buena cara cuando se estaba sintiendo como la mierda.

-Ya veo- se limitó a contestar, sabía a la perfección los problemas que ocasionaba la llegada del celo en el peliverde.

Caminaban juntos por los pasillos de la escuela, estos estaban repletos de estudiantes, algunos conocidos y otros de nuevo ingreso, de vez en cuando miraba de reojo al mayor ya que este se perdía con facilidad por su mal sentido de horientacion, tal vez tenía rota su brujula interna.

Una vez llegaron al aula correspondiente encontraron a su amigo Ussop quien comiendo un pastelillo les saludo.

-Hola Nami, Zo...- ni bien terminó la oración cuando observo como su amigo salió corriendo apresurado en dirección a los baños.

-Ussop!- Nami le miró molesta

-Qué?- una mirada confundida fue dedicada a su amiga mientras esta tomaba asiento a su lado.

-Esto- le indicó señalando aquel pastelillo de chocolate que estaba por terminar.

-Acaso... Zoro quería?- No acababa de comprender la situación del por que su sabroso pastelito había causado la reacción en el mayor de los amigos.

-No idiota!- un fuerte coscorrón fue a parar a su cabeza
-Zoro está en esos 'días'- vio como la chica hacia señas con los ojos entonces entendió su error

-Oh ya veo- mencionó sintiéndose culpable por haber empeorado los malestares del peliverde.

Pero a que se refería Nami con esos 'días'? la respuesta era básicamente, la molestia del aroma de Zoro.
Roronoa Zoro era actualmente un chico de 18 años, estudiante de tercer año en la preparatoria Grand Line.

Su subgénero: omega, núnca tuvo problemas con anterioridad, pero al cumplir los 15 años y presentar su primer celo, los 'sintomas' comenzaron; el nivel de feromonas que producía estaba un poco más alto de lo habitual, por lo que mantenía un fuerte aroma, mismo que le provocaba dolores de cabeza, náuseas y problemas para conciliar el sueño, todo esto debido a causa que su olor a chocolate dulce y caramelo eran demasíado fuertes y empalagosos para él, su marcada esencia siempre le acompañaba molestandole en todo momento, pero sin duda los síntomas más molestos se presentaban a una o dos semanas antes de que su celo llegase.

Acudió a muchos doctores, todos estos le recetaban medicamentos para tratar de bajar la producción de sus feromonas, los cuales ayudaban un poco, más sin embargo no hacían desaparecer por completo los síntomas, ya había probado casi todo, exceptuando la opción que la mayoría de médicos le sugerian, pero él se negaba rotundamente a probar aquel método.

"Consigue una pareja, las feromonas de un alfa pueden ayudar a estabilizar tus propias feromonas, al mezclarse ambos olores lograrás poder dejar de sentir molestia por tu aroma".

Él jamás haría tal cosas, no necesitaba una pareja y mucho menos si tuviese que ser un alfa, realmente los detestaba, no le agradaban para nada.

-Lo siento Zoro, prometo ser más cuidadoso la próxima vez- se disculpó con sinceridad, lamentaba ocasionar el aumentar los malestares de su amigo.