Tras la pequeña presentación el chico observo atento el lugar, decidiendo cuál sería su próximo asiento por el resto del año, no tardo mucho en escoger, algo en particular le llamó la atención así que comenzó a dar pasos por el aula hasta llegar al lado de un chico quien poseía un extravagante color de pelo, se sentó y volteo una vez más, analizando aquella cabellera, no podía apreciar correctamente el rostro del dueño de esta pues estaba cubierto por sus brazos, curioso se acercó un poco a él, estiró su mano y cuando estaba por tocar el hombro ajeno fue detenido por unas voces.
-No lo despiertes!!
-Mhp?- confundido por aquello, posó su vista a la parte trasera, donde dos chicos le veían alarmados -Con esos gritos puede que se despierte por ustedes shishishi
-Es tu culpa por intentar molestarlo!- se defendió la pelinaranja.
-No era mi intención molestarlo, solo pretendía hablar con él y preguntarle si quiere ser mi amigo- explicó calmado la situación.
-Zoro no querrá ser tu amigo, estoy más que seguro- afirmó Ussop, se notaba a leguas que el azabache era como un sol, en cambio su amigo era más bien la luna en persona, eran lo contrario a si mismos.
-Por qué? - preguntó inocentemente el chiquillo
-No es muy sociable que digamos, además tu eres... un alfa- mencionó lo último en un leve susurro, el cual solo fue escuchado por ella y su amigo narizón.
-Ya veo, pero igual lo voy a intentar shishishi- el chico no era del tipo que se rendía fácilmente además ya la curiosidad por el peliverde aumentaba con cada segundo que pasaba, por que esos dos le decían que no podría forjar una amistad con aquel muchacho? en serio el tipo sería tan cerrado a las personas? Quería descubrirlo por el mismo.
Los amigos se miraron entre sí, este chico era alegre y optimista, tal vez demasiado, otras de las cosas que no le agradaría a Zoro.
-Cierto, ustedes quieren ser mis amigos?- se había centrado solo en el peliverde que olvidó a sus demás compañeros, ellos también podrían ser sus amigos, era nuevo en la escuela y quería llevarse lo mejor posible con todos.
-Nosotros?- Nami le miró extrañada, normalmente un chico nuevo no te pregunta aquello.
-Si, se ve que son buenas personas- les sonrió mostrando una cálida sonrisa, "el tampoco parece una mala persona" pensaron ambos, ya estaban más que atrapados por el encanto natural del chico.
-Luffy verdad?
-Si!
-Nos gustaría ser tus amigos- exclamarón al mismo tiempo sonriendole al azabache
-De verdad? Gracias!- El chico pelinegro estaba más que contento por haber logrado hacer dos nuevos amigos en su primer día de clases -Y... cuales son sus nombres?
-Nami
-CapitánUssop...so-solo Ussop- aclaró al sentir un codazo en sus costillas cortesía de la pelinaranja.
Después de presentarse el trío de chicos continúo charlando, conociéndose entre sí, estaban tan entretenidos que no notaron cuando el director ingresó al lugar.
-Le prometimos a Zoro despertarlo antes de que él profesor llegara y peor que el profesor, el director está aquí!- susurró alarmada Nami, a lo cual el pelinegro escuchó, y la única solución que encontró fue retirarse el sombrero de paja que portaba y dejarlo sobre la cabeza de su dormido compañero.
-Luffy!- ambos chicos se miraron aterrorizados, en el poco tiempo que convivieron con el muchacho, se habían dado cuenta de que este era medio tonto o tal vez un poco ingenuo.
El sombrero no engañaba a nadie, pero el director al parecer tenía prisa por lo que solo se dedicó a hablar -El profesor de está materia presentó problemas personales, no pordrá asistir hoy a impartir sus clases, dedíquense a estudiar y resolver trabajos pendientes- sin más se retiró.
-Gracias a dios no se dio cuenta- suspiró aliviada la chica, el director Akainu era demasiado estricto, todos en la escuela le respetaban o era que le temían?, por lo menos ella tenía en claro que no debía ocasionar problemas en su presencia, aún podía recordar como el año pasado solo por que un chico corría por los pasillos y chocó accidentalmente con el director este terminó siendo enviado a casa por una semana, sumándole que debía hacer servicio comunitario por todo un mes en la escuela, sin duda ese tipo era de lo peor.
-Que alegría que el sensei no viniera, así tenemos horas libres de aquí al receso- celebró Ussop ante la noticia.
-Es difícil esta materia?- el azabache veía como todos los alumnos suspiraban felices por la ausencia del profesor.
-Más que difícil, yo diría que es el profesor el problema, solo habla y habla por horas, es super aburrido escucharlo, sin duda es un verdadero reto el no dormirte- exclamó el moreno al recordar las veces que estuvo por caer rendido gracias a las interminables clases de aquel maestro.
-Entonces espero no quedarme dormido shishishi
-No me digas queahora serán dos a los que debamos cuidar- declaró desanimada la pelinaranja
-Así parece Nami...
Las horas pasaron, los chicos habían continuado su agradable charla hasta que fueron interrumpidos por el sonido de la chicharra indicando la hora del almuerzo.
-Al fin, me estoy muriendo de hambre!- se quejó el pelinegro al sentir como su estómago le exigía comida.
-Zoro ni siquiera se removió por el sonido de la campana, increíble- estaba impresionado al observar como su amigo seguía durmiendo como tronco.
-Es una lástima que lo molestemos cuando parece que esta durmiendo tan cómodamente, pero es malo que no coma, así que... despiertalo Ussop- le daba pena tener que interrumpir el descanso del mayor, pero no podía permitir que se malpasara con la comida.
-Oi por qué no lo haces tú?- preguntó Ussop al escuchar la orden de la pelinaranja, él sin duda no quería ser el que molestara al peliverde en tan placido sueño que tenía.
-Amm... por que tu estas más cerca!- Nami trató de excusarse, ella tampoco lo quería despertar.
-Y dicen que yo soy el mentiroso!- Ninguno de los dos quería interrumpir el sueño de Zoro, sabían a la perfección que probablemente despertaría con mal genio.
-Yo lo haré- tras decir aquello el azabache comenzó a tocar el hombro del dormido peliverde, ni tiempo les dio a los dos chicos de decirle que no era una buena idea, no sabían como reaccionaria al darse cuenta que un desconocido le despertaba y que encima se trataba de un alfa.
Pero pensar ya era tarde, el mayor comenzaba a abrir lentamente los ojos
-Hola Zoro, dormiste mucho shishishi...
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