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-Luffy.... Luffy!

-Eh? que pasa Zoro?

-Que te pasa a ti?, que mierda es lo que estás haciendo?

Y es lo que llevaba preguntándose  desde hace algunos minutos, pues de la nada el azabache le había abrazado por la espalda mientras frotaba su mejilla contra la de él.

-Mhp? Te refieres a esto?

-Si, a eso, sabes bien que no me gusta que invadan mi espacio personal y tu ya te estas pasando de la raya

-Perdón Zoro, es solo que hueles muy bien y quería-

-ZORO!- interrumpió Nami antes de que él pelinegro dijese algo comprometedor.

-M-me puedes traer un vaso de agua por favor? Siento la garganta algo seca jaja- trató de inventar una excusa para que el peliverde abandonara la habitación ya que en este momento el cuarteto de chicos se encontraba estudiando en la casa del mayor.

-Ya sabes donde esta la cocina, puedes ir tu

-No puedo andar husmeando por tu casa, por eso te lo pido, a-ademas no puedes ser grosero con tus invitados!

-No quiero levantarme ve tú.

-Si no vas le contare a todos sobre la vez que lloraste por que creíste haber perdido tu espada de juguete- amenazó la chica, a sabiendas de que a su amigo le disgustaba recordar momentos vergonzosos, aún si eran de hace 8 o 9 años atrás.

-Luffy quítate- a regañadientes soltó aquellas palabras, el mencionado obedeció y el mayor terminó saliendo del cuarto.

-Zoro, también tráeme un vaso de agua a mi y uno a Luffy por favor!-  terminó gritando Ussop para que el peliverde le escuchase, con esto conseguirían que demorase más en regresar.

-Luffy que te pasa? Por que estabas haciendo eso con Zoro?- Nami trató de obtener respuestas ante las acciones del azabache y es que desde un tiempo para acá había notado que Luffy se comportaba de una manera más... cariñosa?

-Zoro tiene un aroma muy rico y quería saber como olería junto con el mío shishishi

Ussop miró a Nami, y está le miro a él, estaban casi 100% seguros de que lo que luffy trataba de hacer era marcar a Zoro, impregnandolo con sus feromonas.

-No me digas que acaso...

-Zoro te gusta?

-Si, no se los había contado ya chicos?- sin rastro de pena había admitido los sentimientos que tenía hacía su mejor amigo, esto preocupó a los otros dos, como reaccionaría Zoro ante esto?, ellos sabían que el mayor no le era indiferente a Luffy pues a pesar de protestar cuando recibía muestras de afecto por parte del menor, el peliverde núnca llegaba a apartarlo o a molestarse seriamente, pero si Luffy seguía con estos comportamientos tarde o temprano Zoro descubriría que el subgénero del azabache es el alfa y es que ya había sido un milagro de que después tantos meses la platica o mención sobre el subgénero de cada uno no hubiese salido como tema de conversación, pero era algo que no podía esconderse por siempre.

-Oi Nami, tal vez debamos hablar con Zoro, antes de que todo esto se convierta en un problema.

-Ya lo sé, pero cuando podría ser el momento? Tengo miedo de que reaccione mal y se molesté, después de todo terminamos ocultándolo en vez de contarle

-Aquí están sus bebidas, algo más sus majestades?- preguntó sarcásticamente mientras dejaba la bandeja sobre el escritorio

-Por el momento estamos bien gracias- contestó la chica

-Y tú? que haces en mi cama?- se acercó hasta ella y acaricio suavemente los revoltosos cabellos del chiquillo que se encontraba escondido entre sus sábanas.

-Tanto estudiar me dio sueño, así que tomaré una siesta-  con los ojos cansados miraba risueño al mayor, estar en la cama impregnada por el dulce aroma del peliverde era sumamente agradable.

-Te despertaré antes de la cena- dijo, aunque en sus adentros sabía a la perfección que Luffy terminaría despertándose el solito cuando su estómago sintiera hambre.

-Zoro, te puedo pedir otro favor?

-No me digas que ya quieres comer

-No es eso shishi

-Entonces?

-Es que.. me preguntaba... si me podrías dar un beso de las buenas noches...- no era para nada lo que esperaba, pensaba que el menor le pediría comida o algo por el estilo.

-Ah?

-Por favor! No puedo dormir sin el!- la primera mentira que le salía más o menos creíble aunque era gracias a que ocultaba la mitad de su rostro bajo las sábanas, de lo contrario sería descubierto al instante.

Al peliverde le avergonzaba hacer tal accion y más si había dos presentes en la habitación, pero la carita y el puchero que ponía Luffy era algo irresistible, así que terminó cediento y depósito un suave y rápido beso sobre la frente del monito.

-Gracias shishi- Zoro se alejó de la cama y tomó asiento en el suelo del cuarto junto a sus otros dos amigos, no tardo mucho cuando suaves ronquidos invadieron la habitación.

-En verdad se durmió..

-Solo alguien como él puede dormirse en una cama que no es la suya, en serio es único- agregó el mayor sonriendo ligeramente

-Estoy sorprendida, no por que Luffy se duerma así de rápido, si no por tu comportamiento Zoro

-De que hablas?

-Se que darle muchas vueltas al asunto no va a funcionar, así que te lo preguntaré directamente, que es lo que sientes por Luffy?

-Que pasa si no quiero responder?- un poco serio le preguntó a su amiga

-Nada, pero solo quiero saber si tienes sentimientos hacia él.

-Eso es algo que no te importa- por qué le preguntaba eso ahora?, Luffy era su amigo y ya, lo demás no venía al caso.

-Claro que me importa, por que conociéndote no vas a aceptar fácilmente lo que sientes- Zoro era un cabeza hueca que podía vivir en negación toda su vida, como por ejemplo, no aceptaba que tenía un pésimo sentido de orientación, Nami no quería que lo mismo pasara con los sentimientos hacia Luffy

-No quiero seguir hablando de esto- era su vida privada los demás no tenían por qué meterse, y no quería que le salieron con eso de la confianza, el confiaba en sus amigos, solamente que no quería hablar de un tema que ni el mismo entendía.

-Zoro, no quiero meterme en tu vida personal, pero si de verdad sientes algo por Luffy, acéptalo como es, no le des muchas vueltas al asunto y dale una oportunidad, ya te ha demostrado que es una buena persona, así que ten eso en cuenta.

El peliverde no comprendió a que se refería su amiga, y tampoco le importaba mucho, el estaba bien con que las cosas continuarán como estaban, no había necesidad de cambios en la amistad que sostenía con el pelinegro, o al menos eso trataba de convencerse...

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𝑇𝑢 𝐷𝑢𝑙𝑐𝑒 𝐴𝑟𝑜𝑚𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora