𝑇𝑢 𝐷𝑢𝑙𝑐𝑒 𝐴𝑟𝑜𝑚𝑎

14○

-Buenos días!- Zoro se sobresalto al escuchar aquella vocecita, no tardo mucho para darse cuenta que un chico con sombrero de paja le esperaba fuera de su casa.

-Qué haces aquí Luffy?- no es como si el azbache viviese a unas cuantas cuadras como para estar tan temprano esperándole.

-Tenía ganas de ver a Zoro, así que me desperté un poco más temprano para poder caminar juntos a la escuela, no...te molesta verdad?- preguntó Luffy nervioso, apenas y llevaban menos de un día saliendo, no quería incomodar a Zoro.

-Para nada- respondió con una pequeña sonrisa, él era más que feliz si su camino a la escuela era acompañado por aquel sol, añadiendo que así no llegaría tarde -Vamos Lu- comenzó a caminar pero se detuvo tras notar que él era el único avanzado.

-Zoro...- murmuró el azabache tímidamente

-Qué pasa?

-P-puedo darte un beso?- al peliverde se le hacia adorable el sonrojo que su pareja tenía en la cara al hacerle tal petición.

-Ayer no eras así de penoso- trató de molestar un poco al menor.

-Es-es que Zoro hace que mi corazón lata muy rápido y lo de ayer parece un sueño, no me lo habré imaginado verdad?-
dijo tomando la mano del peliverde para ponerla en su pecho, justo en su corazón, está vez fue Zoro el que se sonrojo tras sentir el ritmo acelerado con el que latia aquel órgano, el provocaba eso en Luffy? Porque Luffy también provocaba eso en él.

-No es un sueño, a menos que los dos soñaramos lo mismo- dejó un suave beso en los labios del monito, despejando así las dudas del menor.
-Mmm... tal vez debí haberme conseguido un novio más alto, es molesto agachar la cabeza para mirarte- bromeó Zoro con respecto a la altura del azabache pues este era unos pocos centímetros más bajo que él.

-Estoy seguro que en unos años seré más alto que Zoro, ya lo verás!- exclamó indignado, ya tenía suficiente con que su hermano Ace le molestara diciéndole enano.

-Púes entonces yo seré más alto que tú- había descubierto que su novio hacia tiernas expresiones cuando se molestaba y no haría daño ver un poco más de ellas.

-Mejor hagamos una apuesta, quien sea más alto en el futuro podrá pedirle al otra cualquier cosa y el perdedor no podrá negarse- dijo seguro el azabache, ya que si mal no lo recordaba, su padre era alto, así que por genética el también lo sería.

-Me parece bien, ya debo ir pensando lo que te pediré- Zoro aceptó el trato, realmente no importaba quien ganase, si no, el estar juntos en el futuro.

-Pero Zoro no podrá ganarme si ni siquiera puede alcanzarme!- cuando se dio cuenta, el Luffy ya iba muy por delante de él.

-Qué tiene que ver una carrera en esto?!- no lo sabía pero igual se hecho a correr tras el azabache.

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-Lo siento- hizo una leve reverencia para acompañar su disculpa

-Eres un completo idiota cabeza hueca, pelos de lechuga, terco como una piedra y... ya no se me ocurre que más, pero me alegra que por fin estés hablando aquí con nosotros- exclamó feliz Nami al ver que su amigo de la infancia por fin estaba haciendo las paces.

-Bienvenido devuelta al equipo Zoro!- pronunció Ussop con una sonrisa mientras le daba unas cuantas palmadas en el hombro.

-Gracias chicos- Zoro estaba más que feliz por el buen recibimiento por parte de sus amigos, agradecia que fueran tan comprensivos.