-Te ves horrible -le dijo su mánager. Estaba siendo muy duro con él otra vez.
-He dormido cinco horas en dos días -dijo Yibo simplemente.
-Ah. Pero el trabajo es una bendición, ¿no?
Él se encogió de hombros. A veces prefería ignorar a alguien si le parecía que había dicho una estupidez. Por supuesto que el trabajo era una bendición, pero no era tan sencillo. Sacó su celular para buscar una distracción y sus ojos se toparon con algo.
-Me dijiste que iríamos a la noche de Weibo -le dijo a su mánager. Su tono no era el de siempre, pero su mánager no se dio cuenta.
-Sí, iremos. ¿Qué pasa?
Le hizo una seña para que se acercara. Muy discretamente, le enseñó lo que aparecía en la pantalla de su celular.
-Ah -dijo su mánager-. Iba a hablarte de eso.
Sí, definitivamente necesitaban hablar de por qué diablos él iba a ir a la misma premiación a la que iría (y como una de las atracciones de la noche) el hombre al que había amado más que a nada en el mundo. En especial, después de casi tres años de evitarlo en público.
Había sido un pequeño desastre, esa historia de amor entre Xiao Zhan y Wang Yibo. Xiao Zhan era el amor de su vida, la persona que más lo entendía y el hombre más guapo que había visto jamás. Lo cual era una opinión popular: el mismo Xiao Zhan hacía comentarios acerca de eso, a veces muerto de risa, a veces guiñando el ojo a su audiencia. Era un hombre objetivamente guapo, con una cara joven de mejillas y quijada que parecían haber sido diseñadas a medida. Ahora que era actor y cantante, se había convertido en el perfecto galán de la televisión china. Pero no lo amaba solo por su aspecto. Xiao Zhan era una persona decente y amable, un niño bueno que había crecido en una familia afectuosa y había tenido una infancia feliz, un individuo normal que entró al mundo de la fama súbitamente y con el alma intacta. Apenas Yibo lo conoció, sintió una tremenda atracción hacia él, unas ganas terribles de estar siempre cerca de él, de llamar su atención, de decir cosas escandalosas para generar una reacción en él. Le hacía bromas, le hacía gestos obscenos, y lograba que se riera, que le respondiera, que su bonito rostro se iluminara. No era un método muy ortodoxo, sin embargo, y llamaba mucho la atención. Se conocieron cuando filmaban juntos la serie Chén Qíng Lìng ["El indomable"], y el staff tenía que acomodarles las pelucas y los vestuarios mientras ellos no dejaban de hablarse y mirarse. Yibo era conocido en aquel entonces como bailarín y presentador de televisión, y se decía que era una persona muy seria. Sin embargo, desde que conoció a Xiao Zhan, no dejaba de orbitar alrededor de él, fascinado por su calidez, convertido de pronto en un bromista impenitente. No era amor, en ese entonces, lo que ambos sentían el uno por el otro, pero había dejado rápidamente de ser una amistad normal. En cada acercamiento, Yibo sentía que caminaba por un precipicio, que estaba al borde de que su vida cambiara y su relación con Xiao Zhan se volviera algo aterrador y emocionante.
Hasta que un día se cayó por ese precipicio. Era algo que todo el mundo veía venir. Por momentos, parecía como si sus bromas y conversaciones estuvieran a cinco minutos de que uno de los dos, bromeando, le dé un beso al otro, y el castillo de naipes se derrumbe. Que fue exactamente lo que ocurrió, un día en que ambos estaban a solas en la casa de Yibo, casi a finales de la filmación, a cuatro intensos meses de haberse conocido, hablando acerca del trabajo y las responsabilidades que tendrían después. Hablaban de esto mientras se estaban abrazando, como claramente hacen los amigos, y Yibo le dio un beso a Xiao Zhan. En efecto, Yibo había caído por el precipicio. Pero no se cayó solo. Xiao Zhan lo miró por un momento, y luego le devolvió el beso. Y estuvieron así, sin explicación, dos amigos que de pronto se estaban besando en el sofá por largo rato, que se aferraban el uno al otro, y que se abrazaron por un rato apenas dejaron de besarse.
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Cuando no te tenía [Yizhan/Zhanyi] (TERMINADO)
RomanceXiao Zhan y Wang Yibo vivieron un romance apacible hasta que tuvieron que terminar por la presión pública. Dos años después, sus mánagers deciden dejar que aparezcan públicamente juntos en la misma ceremonia, y los actores tienen la tentación de ace...