Cinco meses y diez días. Es el tiempo que habías pasado lejos de Kwan, ahora estabas sentada en el sofá de tu departamento, con un pote de helado en las manos y los ojos irritados de tanto llorar mientras veías en la televisión la entrevista al nuevo modelo estrella Sohn Kwan. Tu pecho dolía terriblemente por todo este tiempo sin el, pero estabas feliz por todo lo que había logrado aún sin ti.
Pero por qué lo dejaste si aún lo amabas tanto?
Pues, obviamente jamás lo hubieras dejado por tu propia cuenta, deseabas más que nada en el mundo poder estar con el, abrazarlo, besarlo, recibir sus dulces caricias mientras te acurrucabas en su pecho, saltar en sus brazos al llegar a casa, felicitarlo por todo lo que había logrado, pero si hubieras decidido quedarte con el, probablemente no lo estarías viendo en esa entrevista ahora.
Dos semanas antes de su ruptura, la manager de Kwan te llamó para tener una pequeña conversación en persona, se citaron en un café por la tarde y apenas llegaron al local ella comenzó a hablar, no hubieron saludos ni cordialidades, fue fría y directa.
* Tienes que terminar con Kwan* hablo sin tapujos y con la mirada sería. No le agradabas y lo sabías, pero esto era demaciado.
* Que? Por qué haría eso* contestaste rápidamente con una mala mirada. Ella ni se inmutó y continuo hablando con el mismo tono de antes.
* Recibimos una oferta para una agencia de modelaje internacional que gran renombre. Adoran la imagen de Kwan y lo quieren contratar como modelo para su empresa*
* Y eso que tiene que ver con nuestra relación* interrumpiste molesta, claro que la noticia te había provocado una enorme felicidad por tu Gatito, pero aun estabas recelosa por lo que te había dicho al empezar, que tendría que ver un contrato con su relación?
La mujer frunció el seño y enderezó aún más su postura. Parecía un robot molesto a esas alturas.
* Los modelos nuevos en estás empresas están sujetos a condiciones muy específicas para mantener su desempeño y popularidad. Las relaciones personales forman parte de estas. Kwan no puede tener una relación si desea obtener el contrato* mi semblante había caído en un segundo, lo entendía, lo odiaba pero lo entendía, mi corazón pesaba en mi pecho, deseaba el éxito y la felicidad de mi gatito más que nada en el mundo, pero... Dejarlo? Cómo viviría sin el cuando ya era parte de mi. La mujer, sentada frente a mi, relajo su postura y suavizó su mirada antes de continuar.
* Mira, soy conciente de los sentimientos que hay entre ustedes, pero esto es algo muy importante, de esto dependerá su éxito y futuro, sería imposible conseguir un trato como este nuevamente, es una oportunidad de una vez en la vida... Lo entiendes*
Tenía la mirada en el suelo, los ojos inundados de lágrimas e incluso podía sentir mi labio inferior temblar, dolía, dolía mucho pero lo entendía, asentí con la cabeza incapaz de pronunciar palabra. Ella simplemente suspiro, luego de unos segundos agrego *en un mes... Lo siento* y sin más se levantó y se retiró del local, escuché brevemente cuando pago el consumo de ambas, y la campanilla de la puerta cuando finalmente se fue, entonces llore, llore como hace ya mucho no lo hacía, desde que había conocido a cierto gatito enojón y adorable al que amaba tanto. Una chica que se encontraba sentada cerca de mi mesa se acercó para consolarme, luego de un rato de llanto incontrolable me calme, agradecí su detalle y tome mis cosas mara irme del lugar.
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Un mes.
Es lo que me quedaba para estar con el. Pero tendría que hacerlo antes, tenía que dejarlo ir y darle tiempo de recuperarse antes de firmar su contrato. No me importaba sufrir, aún lo vería, de alguna manera, y mientras el fuera feliz, yo podría vivir con ello.
Abriste los ojos al sentir el sol en ti rostro, nuevamente, te habías quedado dormida en el sofá frente al televisor. El pote de helado derretido en el suelo, de milagro no había caído y manchado todo, tus párpados pesados, labios resecos y la típica sed que tenías cada mañana después de llorar desconsolada toda la noche. Cuando te habías vuelto tan llorona y dependiente de alguien más? No lo sabías, y lo odiabas, pero no podías evitarlo.
Kwan fue tu pareja, tu mejor amigo, confidente, compañero y apoyo en cada cosa que deseabas hacer, fue quien te apoyo con tu arte y te dió fuerzas para salir adelante cuando perdiste a tu padre. El hizo que tú vida pasara de gris a color, te lleno con tanto amor que ya no sabías vivir sin el.
Las ganas de llorar amenazaban con volver, sacudiste la cabeza intentando espantar las lágrimas y te levantaste del sofá en dirección al baño. Te paraste frente al lavabo y observaste tu reflejo en el espejo.
Que paso con migo?
Apenas podías reconocer a la persona que veías frente a ti, ojos hinchados, grandes ojeras, labios resecos y la piel pálida. Ante aquella imagen las ganas de llorar regresaron.
No.
Tragäste el nudo que se estaba formando en tu garganta y te dispusiste a limpiar tu rostro. Luego de darte una larga ducha tomaste un conjunto deportivo, arreglaste tu rostro lo mejor que pudiste y saliste de tu departamento en busca de aire fresco.
Luego de caminar por casi una hora te encontrabas parada frente a una pequeña pero bonita peluquería, observaste las fotos de modelos y sus cortes exibidos en los ventanales. Recordaste la imagen de esta mañana y desiste entrar.
Al menos podría cambiar algo.
Te atendió un joven de unos 20 años, con una dulce sonrisa
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Extendió su mano frente a ti y luego señaló un pequeño sofá invitandote a entrar.
Algo tímida ingresaste al local y te sentaste en donde te indico.
Luego de acordar el estilo que deseabas ( que resultó siendo una recomendación suya) suavemente comenzó con su labor mientras sostenía una pequeña pero confortable plática con tigo.
*Listo*
Observaste tu reflejo, y por primera vez en meses sonreiste a quien veías en tu reflejo.
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Jamás habías tenido el cabello tan corto, pero te sentías bien y bonita. Luego de pagar y agradecer por el corte te despediste de aquel agradable chico para continuar con tu caminata, te sentías mejor, de alguna manera, como si algo muy bueno estuviera a punto de pasar.
Sin darte cuenta llegaste a una bahía ya conocida, observaste todo con nostalgia mientras continuarás avanzando, siguiendo aquel camino que antes frecuentabas, con la brisa en el rostro y el corazón acelerado, estabas perdida en el momento, hasta que.
TN?
Volteaste hacia aquella inconfundible voz, y ahí estaba, otra vez.
