Rhaenyra estaba enterada de la tragedia que había golpeado a la capital, la noticia se esparció como agua, y se enfureció por lo acontecido. Le había dejado claro a su esposo que no involucrarían a los niños, acordaron ajustar cuentas con Aemond, ese era el objetivo, no sus sobrinos que nada tenían que ver con una vieja riña entre los príncipes.
Las casas que apoyaban a unos y otros empezaron a dejar salir su salvajismo tras la poca diplomacia entre ambos reyes para solucionar la disputa. Se contagiaron del mismo "espíritu" y comenzaron a airearse entre ellos.
Muchos aprovecharon el momento sanguinario para continuar con viejas disputas, como lo hizo la casa Blackwood que arrasó con las tierras de los Bracken, incendiando sembrados, saqueando ganado y matando a los animales que no podían llevarse, destruyendo casas, asesinando niños y ancianos. Atacaron en la oscuridad de la noche, pero para cuando acabaron el fuego dejaba una luz tan resplandeciente que iluminaba como un amanecer sangriento.
La casa víctima de tal atrocidad buscó cobrar venganza sin perder tiempo y en su avance hacia el paradero Blackwood, Samwell y los suyos los sorprendieron, encerrándolos en un gran círculo de fuego que no les permitió avanzar, por lo que se vieron obligados a cubrirse de la lluvia de flechas que caían sobre ellos. Algunos cuerpos se desvanecieron en la línea de fuego, lo que les permitió salir a varios valientes guerreros y enfrentar la furia Blackwood, pero estos no eran conocidos por ser fáciles de vencer y, encomendándose a los antiguos dioses, batallaron durante varias horas bajo un suelo barroso gracias a la mezcla de tierra y sangre.
Buscando darle fin a la masacre, Samwell Blackwood buscó entre las muchas caras enemigas a Sir Amos Bracken. Espada en mano, con su cabello castaño sudado y bañado en sangre pegado a la frente, se paró erguido en un punto central cuando lo vio. --¡Viejo, es hora de que tú y yo acabemos con esto!-- Comenzó a girar el arma metálica en su mano mientras lo miraba.
--Pudiste vivir más tiempo muchacho tonto.-- Respondió el Sir mientras se acercaba a él, sujetando su hacha. --Esto será rápido, escoria Blackwood.-- Espetó mientras escupía el suelo y le sostenía la mirada.
Samwell era muy bueno, eso nadie lo negaba y su familia cargaba con una fama bañada en sangre, pero el viejo Amos no era un improvisado y cuando logró desarmarlo le abrió el estómago, haciendo que el Lord caiga de rodillas. Iba a acabarlo, estaba a punto de ponerle fin como el chico dijo antes.
Pero...
A varios pies de distancia, la cuerda de un arco emitía su clásico sonido al estirarse tensa. Manos finas, más no delicadas, sostenían suavemente una flecha entre los dedos. Ojos oscuros fijos en el objetivo, no necesitaba tomar una respiración profunda para darse confianza, sabía que no fallaría. Deja ir el proyectil y se incrusta en el cráneo de Sir Amos Bracken, rompiendo la protección que tenía, dándole una muerte instantánea.
Alyssane Blackwood, más conocida como Aly La Negra, famosa por su gusto y afición a la violencia, era a quien se le atribuía tal deceso.
"¡Mataron al Sir! ¡Retirada!" Se oía por todo el campo de batalla.
--¡Matenlos, no dejen un solo traidor a los viejos dioses!-- Gritó la mujer. --¡Que algunos escapen y cuenten a los demás lo que la casa Blackwood hizo! ¡NOSOTROS NO PERDONAMOS!-- Su grito contagió a los guerreros y para el amanecer, el campo de batalla había dejado más sangre que ningún otro enfrentamiento que se haya dando allí o en tierras cercanas.
Para cuando los sobrevivientes quisieron regresar, Daemon Targaryen había tomado sus hogares. Luego del mensaje de alerta que recibió de parte de su sobrina, vio conveniente no regresar a Dragonstone y partir hacia el enfrentamiento de las Tierras de los Ríos, aún así, había dejado un arma poderosa en Harrenhal que pronto pensaba utilizar.
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𝚁𝚘𝚢𝚊𝚕𝚝𝚢 ༒︎𝚃𝚊𝚛𝚐𝚊𝚛𝚢𝚎𝚗 𝚟𝚜 𝙷𝚒𝚐𝚑𝚝𝚘𝚠𝚎𝚛༒︎
Random𝐏𝐞𝐫𝐦𝐢𝐭𝐢𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐥𝐥𝐚𝐧𝐚 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐬𝐮 𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞 𝐯𝐨𝐥𝐯𝐞𝐫𝐥𝐚 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨 𝐩𝐞𝐨𝐫...