Capítulo 5

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Rhaenyra estaba de duelo en duelo. Primero era su pequeña Visenya y ahora Lucerys... estaba devastada, había pensado en dejar todo el tema de la guerra por el trono e irse, darle a su hermano lo que quería con tal de que la dejen en paz a ella y a sus hijos restantes, pero Daemon no opinaba igual. Había empezado la venganza sin siquiera consultarle, sabía que su esposa iba a negarse, su corazón de madre le impedía hacerlo, así que tomó las riendas de la causa y respondió a sus enemigos de la misma manera.

No es que realmente le importe Lucerys, tampoco que quiera darle a su esposa un poco de justicia, la cosa era simple: si ellos le mataban un príncipe, entonces le devolvían el favor. Un hijo por un hijo, un príncipe por otro.

Desde su nacimiento se supo que llevaba el mismo espíritu de su madre, era su versión masculina y lo portaba con orgullo, aunque Rhaenyra parecía juzgarlo por tal cosa. Ella era una mujer de carácter, lo había demostrado pero las recientes pérdidas la habían vuelto débil, no la juzgaba por eso, compartía el dolor por uno de esos decesos, no obstante, no podía dejar de juzgar su falta de deseo de venganza. Si hubiese perdido a Baela o Rhaena a manos de ellos, ahora mismo Desembarco del Rey sería un recuerdo de cenizas como Harrenhal.

Así que cuando ella supo sobre lo que había hecho, su corazón se partió en mil pedazos, no podría soportar la idea de otro niño muerto, menos la imagen mental de su hermana sufriendo por tal acto atroz. Si alguien era inocente en esta guerra era Helaena, pero la fecha ya había sido fijada y era más pronto de lo que lo que pensaba, solo le daban un poco de tiempo a los verdes para que se relajen, estaban muy alertas ahora mismo y no podrían hacer nada, Dabria misma se lo dijo, lo mejor era esperar a que piensen que no atentarían contra ellos en el castillo.

Se dice que mantuvieron una fuerte discusión en la que el príncipe volvió a tomarla del cuello cuando ella amenazó con encerrarlo en las mazmorras si seguía pasando sobre su autoridad. Rhaenyra detestaba que alguien más lleve las riendas de su causa, le estaba dando una imagen que no le gustaba para nada.

Las grietas entre ellos estaban siendo cada vez más profundas y tal situación beneficiaba a una sola persona...

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Los Lannister empezaban a movilizar tropas, Aegon estaba preparado para lo que venía... según él, pero no esperaba lo que pronto sucedería. Otto había intentado acercarse a Dorne pero le quedó claro que no iban a meterse en asuntos de otros reinos y, en todo caso, reconocían siempre al primer nacido, en este caso hubieran estado a favor de Rhaneyra o de Dabria, pero jamás del rey coronado. Así que fue inútil intentar persuadir a un reino independientemente y rebelde.

La respuesta del príncipe Qoren fue clara "ya danzamos con dragones."

Cuando más tropas veía en su filas, más crecía el ego del segundo hijo de la reina Alicent, haciéndolo cada vez menos agradable y abordable, sus "episodios de poderío", como le gustaba llamarlos a su hermana mayor, eran cada vez más frecuentes, ahora se hacía lo que él decía porque tenía el control. Pero, una cosa es ver tu poder y otra compararlo con la capacidad de reducirte que tiene tu enemigo...

  --Daemon Targaryen tomó Harrenhal.-- Informó Otto.

  --Ese hijo de puta...-- Gruñó Aegon mientras estrellaba su puño contra la mesa. Se volvió rápido para la cólera, obra de su abuelo.

Dabria bebió vino para ocultar su sonrisa, quizás debía empezar acercarse más a su tío.

  --¿Con cuántos hombres?-- Preguntó la reina viuda.

  --Solo él y Caraxes, no requirió de nadie más.-- Informó su padre.

Ahora sí que el tío guapo llamaba la atención de la primogénita pelirroja.

𝚁𝚘𝚢𝚊𝚕𝚝𝚢  ༒︎𝚃𝚊𝚛𝚐𝚊𝚛𝚢𝚎𝚗 𝚟𝚜 𝙷𝚒𝚐𝚑𝚝𝚘𝚠𝚎𝚛༒︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora