Capítulo VII
Liam hacía girar el pequeño papel con el nombre del joven mesero, y su número debajo. Aún no sabía qué hacer con él. No se animaba a llamarlo porque temía quedarse sin habla cuando escuchara su dulce y animada voz. La mínima idea de tener a Z con él en otro ámbito que no fuera el lugar donde el gigoló trabajaba lo excitada de sobremanera. Era increíble como su corazón latía y su ansiedad aumentaba, de solo pensar que podría haberlo encontrado, incluso aunque eso no quisiera decir que fuera a funcionar.
—Zayn...—susurró y sonrió.
La puerta se abrió y su mirada en seguida se dirigió hacia su secretaria que venía con unas carpetas.
—Liam, te traigo dos carpetas, son los dos últimos contratos. Tu padre dijo que los leas detenidamente y cuando estés listo para firmar que lo llames. —le informó ella.
Liam asintió.
—Muchas gracias, Sol—respondió descuidadamente.
Ella dejó lo que traía sobre la mesa y lo observó detenidamente.
—¿Todo está bien? —le preguntó ella.
Liam trató de no perderse en sus pensamientos y la volvió a mirar.
—¡Sí, todo perfecto! ¡Gracias! —le dijo él, y la vio poner un gesto de desconfianza.
Sol se dirigió hasta la puerta y lo miró.
—Lo que digas, pero acuérdate lo que dijo el jefe: Debes concentrarte en el trabajo y dejar de lado las relaciones. —le recordó ella.
Liam miró hacia su alrededor tratando de quitar la voz de su padre de su mente diciendo todo lo que Sol le había dicho.
—No sé de qué estás hablando, y recuerda que yo también soy tu jefe—le dijo Liam tratando de sonar amenazante.
—Como diga señor—le dijo ella poniendo los ojos en blanco, y cerró la puerta tras ella.
Liam suspiró y volvió su vista al pedazo de hoja con tinta negra que parecía representar algo muy importante para él, luego miró hacia la mesa y vio las carpetas, su computadora, su agenda rebalsada... No había tiempo.
Si no llamaba a Zayn ahora, pasaría todo el día esperando llegar a casa para poder hacerlo. Pero si lo hacía, lo que sea que conversaran estaría repitiéndose en su mente sin dejarlo pensar en otra cosa.
Tomó el papel y lo metió en su bolsillo, y tomó las enormes carpetas con un gran suspiro. El deber ante todo.
***
El día de trabajo había sido agotador, y no veía la hora de sentarse sobre el cómodo sofá, ver algo de televisión, tomar una cerveza, y dejar de escuchar ese absurdo silencio de la oficina, que en vez de ayudar a su concentración lo desviaba de sus asuntos porque sabía que necesitaba un respiro, un descanso, una corta conversación, un contacto con humanos. Nadie lo molestaba en todo el día, salvo las dos o tres visitas diarias de su secretaria Sol, pero siempre eran rápidas y el tema la mayoría de las veces siempre era del ámbito laboral. Para ser un hombre inteligente y exitoso estaba demasiado solo.
Algo dentro de su mente le hizo sacar una sonrisa leve en sus labios, y fue al bolsillo de su pantalón tomando el pequeño pedazo de hoja de agenda. Le dio unas cuantas caricias al papel, y pensó en su hermoso rostro. ¡Dios! Si al menos tuviera algún otro indicio de que ese de verdad era Z.
Tomó el teléfono, no tenía idea de qué iba a decir, como lograría que se vieran, ni con qué excusa le diría que lo llamaba. Si pensaba contratarlo no sabía para qué, tampoco había hablado con su padre sobre un puesto libre. Ninguna de esas problemáticas, lograban detener a sus manos de marcar el número, y llevar el aparato a su oreja.
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Restart (Ziam Fanfiction)
FanfictionBajo el antifaz esconde más de un secreto… y Liam moverá cielo y tierra para descubrirlos. ¿Te animas conocerlos?