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—Hola, ____ disculpa que te moleste.— Dijo el guarda de la entrada al verla con tan solo una camiseta.— Vendre en otro momento, Dígale a Sae que necesito hablar con el.—

Esta asintio avergonzada y cerró la puerta con cuidado. Suspiro y se encaminó hasta el baño.

La tarde paso con normalidad para la joven, aún que una vez más el remordimiento le recorría el cuerpo.
La noche se hizo y la chica se arreglaba para la cena con la familia de su novio.

—Hola.— Dijo un Sae agotado entrando por la puerta.

Llegó hasta donde se encontraba su querida novia y dejó un beso en su mejilla.— ¿Todo bien?—Dijo mirándola seriamente.

La joven asintio nerviosa.— Pareces cansado.—Dijo acariciando el rostro del mayor.

—Lo estoy...—Hizo una pausa.— Hoy me dieron algunas malas noticias.—

La chica lo miro confundida.—¿Cuáles?—dijo preocupada.

Este fijó sus ojos en la expresión de su novia.—No te preocupes, ya está todo resuelto, no hay que darle más importancia.— Dijo acariciando la cabeza de la chica tiernamente.

Así era Sae, una de cal y otra de arena, una montaña rusa, siempre te dejabas engañar por sus efímeras muestras de afecto, que te hacían desear más.

Parecía dócil y manipulable, pero quien verdaderamente tenía el manejo de los hilos era el.

Sae se fue del baño mientras se sentaba en el sofá y reflexionaba en lo que acaba de pasar.

Momentos antes.

—Señor, lamentó molestarle.— dijo el portero de la mansión Itoshi al otro lado del teléfono.

—¿Sucede algo Hideo?—Dijo Sae.

Un silencio se hizo presente unos Segundos.

—Cuando venga, pásese por la portería, necesito que vea algo.—dijo en un tono de voz nervioso.

Sae asintio.—Está bien llegó en un rato.—

————

Estoy lista.—dijo ____saliendo del baño y interrumpiendo los pensamientos de su novio.
Ambos salieron de la casa y fueron hasta donde se celebraría la cena.

Llegaron cogidos de la mano, no era sorpresa para nadie en aquella mansión, pero los ojos verdosos del menor de los Itoshi miraban aquel acto con cierta molestia.
Los ojos de Rin fueron directos a la mirada atenta de su hermano mayor, que lo miraba arrogante.

Ninguno despegaba la mirada, aquello parecía una lucha por ver quien miraba con más molestia al otro.

La pareja junto a los padres de los Itoshi se sentaron para comenzar con la cena, Rin tardo unos segundos en retomar la conciencia de la situación y sentarse, causalmente justo enfrente de su odiado hermano.

La cena transcurrió con normalidad, Sae y su padre siempre eran los que mantenían una conversación extensa, la madre de los jóvenes de vez en cuando hacía algún comentario sobre cosméticos o actualidad a la chica que estaba con su hijo mayor, y Rin comía mirando su plato intentando no involucrarse en la conversación.

En algunos momentos flaqueaba y miraba desde su posición los gestos y expresiones de ____.

Sae pareciera que estaba concentrado en la conversación de temas deportivos con su padre pero seguía alerta, sus ojos viajaban cada rato hasta su hermano.

Una vez todos terminaron de cenar, la chica pidió permiso para escusarse e ir al baño, Sae y su padre se fueron al despacho del padre a mirar unos papeles y la madre fue a servirse una copa de vino.

Rin siguió a la chica con sus ojos.—Madre.—Dijo en voz alta llamando la atención de su progenitora.

Esta lo miro y espero a que esté dijera algo, al principio le sorprendió el atrevimiento, no recordaba la última vez que había escuchado a su hijo menor dirigirse a ella.

Los ojos verdosos de Rin fueron a parar hasta la puerta del baño y luego a su madre.

—Madre yo...—Dijo mirandola sin saber bien que decir hasta que fue interrumpido por ella.

—Rin.—Hizo una breve pausa.—Soy tu madre, creo que puedo entender lo que quieres decirme, aún que no hayas dicho ni una sola palabra.—La madre quedo cabizbaja.

— No puedes hacerle eso a tu hermano.—dijo cambiando su expresión tierna y comprensiva por una seria y antipática.— Deja de intentar parecerte a él, ambos sabemos que no lo conseguirás.—Dijo mirandolo déspota para luego darle un trago al vino que tenia en la copa que sostenía su mano.

Este palideció al escuchar las palabras hirientes de su madre, no pudo digerirlas hasta pasados unos minutos, sin decir nada más salió de la cocina, y se dirigió a su casa.

____ se encontraba sentada al lado de la puerta de Sae con la cara cubierta por sus manos.Al notar la presencia de alguien, la chica se descubrió el rostro y miró a Rin.—Parece que hubieras visto un fantasma.—Dijo mirandolo.

Este solo bajo su cabeza y la ignoro abriendo la puerta de su casa.

Mientras tanto Sae iba de igual manera que su hermano hasta su casa, por el camino sus pensamientos volvían ha recordarle lo sucedido aquella tarde.

—¿Que es lo que debo ver?— Dijo Sae a el portero.

Este lo miro preocupado y giro la pantalla del ordenador para que el mayor de los Itoshi pudiera ver con claridad.

—Maldito envidioso.— Dijo Sae mientras veía aquellas dolorosas imágenes.
Cerró sus ojos con fuerza.—Borra todas las copias de esa grabación de seguridad.—Dijo mientras abría sus ojos y veía de nuevo el fragmento que había sido pausado.

—Si señor.—Dijo el portero.

Sae lo miro fijamente.— Que esto no salga de aquí de ninguna manera.— Dijo arrojando un cheque al portero a modo de soborno.—Fue contra su voluntad.—

El portero al ver la expresión furiosa del jugador, asintio nervioso y hizo lo que pudo para borrar todo rastro del vídeo.

De donde no podría ser borrado tan fácilmente sería del corazón de Sae.

Cuando por fin llego a la puerta de su casa, vio a su querida novia casi dormida, abrió la puerta de la casa.— ____ entra.— Dijo mirándola fijamente.

Esta se recompuso al escuchar la voz de su novio, y una vez más sintió la indiferencia.
—————
Otro capitulooooooo!

Shameless [Rin Itoshi x T/N]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora