Capítulo 2

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4 meses después
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–Poe, mi niño–Dijo Ranpo con desánimo–¡Ya no quedan más dulces! Vamos por más...Por favor–Ranpo puso una cara tierna para convencer a Poe de su petición.

–Claro, amor–Dijo Poe con una sonrisa para luego darle un pequeño beso a Ranpo en sus labios.

–¡Yay! Gracias, cariño–Dijo con una expresión de felicidad en su rostro. Hay que comprar ramune, frituras, pastel, mizu yokan y CHO-CO-LA-TE, ¿Podemos?

–Sí, sí, pequeñito.

–No soy TAN pequeño, ¿sabes?

–Okay, okay–Dijo el castaño para luego soltar una risita.

Luego de comprar las golosinas, Ranpo y Poe salieron a la tienda de dulces más cercana que tenían. Caminaban mientras hablaban entre ellos pero luego ambos se detuvieron repentinamente al escuchar los chillidos de un animal dentro de un callejón oscuro, del cual salió corriendo un grupo de niños riéndose. Rápidamente, la joven pareja entró a la callejuela para buscar al animal.
Fue Ranpo quien lo encontró, se trataba de un mapache bebé el cual fue recogido por el azabache.

–Malditos niños...Pobrecito, no ha de tener más de 4 semanas de vida...–Ranpo se quedó paralizado al ver el cadáver de un mapache más grande en el suelo, este estaba lleno de sangre, al parecer era la mamá del bebé la cual fue pisoteada hasta la muerte.

Ambos se quedaron en silencio por el impacto, ¿Cómo era posible que existiera tanta crueldad en un grupo de niños? La escena era grotesca, sin exagerar. Ranpo estaba al borde del llanto, pero no había tiempo para llorar, debían salvar al pequeño mamífero.

–Ranpo...¿Qué haremos con él? No podemos dejarlo aquí, no tiene a su madre.

–S-sí...Lo sé...¿Te parece si nos lo quedamos? No quiero dejarlo solo, no cerca de esos psicópatas.

–¡Claro!–Poe se quitó el suéter que tenía puesto para que Ranpo colocara al animal sobre el. El bebé parecía estar más tranquilo.

–En la Agencia tengo una compañera médico, tal vez ella pueda revisarlo.

–Es buena idea...Vamos.

El dúo emprendió su camino hacia la Agencia, el animal yacía dormido, al parecer el suéter del chico le había resultado muy cómodo. Al llegar Ranpo le explicó lo sucedido a su compañera y solicitó su ayuda.

–¿Entonces...crees que está herido?

–No lo sé, déjame revisarlo. No tengo experiencia con animales pero haré lo mejor que pueda por este pequeño.

–Gracias, Yosano.

–Ajá, ajá, tus agradecimientos luego. ¡Ah! Por cierto, el presidente te busca–Dijo Yosano mientras se dirigía junto con el mapache a la enfermería.

–Huh...okay...Vamos, Poe.

–E-espera, espera, el presidente de la Agencia es tu p-papá, ¿no? Será mejor que vayas solo–Dijo Poe con un alto nivel de nerviosismo.

–Ah, cierto, aún no los presento, con más razón debes de acompañarme, mi amor–El más pequeño jaló a su pareja hasta la oficina del presidente.–¡Hola, papi! Yosano me dijo que me necesitabas, ¿ocurre algo?

–¿Por qué no sé nada de ti desde hace días, Ranpo?–Dijo Fukuzawa con un tono serio y algo frío.

–Ay, papá. Ya estoy grande, no necesitas preocuparte tanto por mi.

Fukuzawa miró al chico que se encontraba junto a Edogawa.

–¿Y tu amigo quién es?

–Ranpo, por favor no le di...–Dijo Poe susurrando, pero este fue interrumpido por Ranpo antes de que terminara su oración.

Nunca lo di por perdido. (Ranpoe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora