Capítulo 11

38 6 16
                                    

10 años después
————————————————

–¡Papi, papi!

–Ah, ¿qué pasa, mi niña?

–¿Kogoro puede estar con nosotras en la pijamada?

–Bueno, eso debes de preguntárselo a él.

–Hace rato me dijo que no, luego desapareció, lo estoy buscando...¡El tema es que quiero que esté con nosotras!

–¿Desde cuándo quieres que se meta en tus asuntos?

–Bueno, nunca me gustó que esté en una de mis pijamadas, PERO, Fumiya y Yoshimasa quieren que él esté con nosotras.

–Entonces trata de convencerlo, yo no puedo hacer nada. Ya sabes que casi no me habla.

–Hmm, ¿sabes en dónde está?

–Eeeh, creo que estaba en último piso, en donde siempre está.

–Agh, no me gusta subir hasta arriba–Dijo la niña quejándose–Bueno, ya qué. Gracias, papi–La niña abrazó a Ranpo y luego se fue corriendo escaleras arriba–¡Hermanito! ¿Dónde estás?

–¿Qué necesitas, Lenore?–Dijo una voz detrás de una puerta algo desgastada.

La menor abrió la puerta y se adentró en el sitio, estaba muy oscuro, y la única luz que había era la de una vela que resplandecía al fondo de la habitación.

–Hermanito, deberías leer donde haya más luz, te vas a lastimar la vista.

–Gracias por preocuparte por mí, pero así me encuentro bien. Bueno, ¿qué necesitas?

–¿Por qué no quieres estar conmigo y las chicas?

–Ya hablamos de esto, hermana.

–Pero también son tus amigas, ¿o no?

–Sí, creo que lo son.

–¿Entonces por qué no quieres?

Kogoro cerró su libro con fuerza y se levantó del piso, donde estaba sentado.

–Hermanita, ya sabes por qué no me es posible.

–Pe-pero no pasará nada malo mientras cubras tu ojo.

–Ojalá no pasara nada malo. No quiero que algo malo les pase por mi culpa, ¿entendido, hermanita?

–Sí, ya entendí...Por cierto, ¿por qué huele tan mal aquí? Huele como a algo podrido.

–Ah, a veces Plutón me trae animalitos que caza.

–¿Y los conservas o qué?

Kogoro soltó una pequeña risa.

–Obviamente no, pero el olor queda impregnado en el cuarto. Ah, y será mejor que no vengas aquí a explorar, y mucho menos busques la forma de iluminar aquí, hay mucho desorden y cosas que no son muy agradables a la vista que digamos.

–¿Qué hay aquí?

–Nada interesante, solo cosas que dejaron los primeros dueños de esta mansión hace ya algunos años. Créeme, estarás mejor sin saberlo.

–¿Puedo ver?

–No. De hecho será mejor que ya no subas aquí, es peligroso, hay muchas arañas y mucho polvo.

–Pero, me gustan las arañas, y el polvo a veces es lindo.

El mayor suspiró.

–Ya vámonos. De todas formas a mis padres no les gusta que subas aquí, ni a mí me dejaban venir a este cuarto cuando tenía tu edad. En fin, en unos minutos llegan las chicas, ¿no?

Nunca lo di por perdido. (Ranpoe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora