Su celo estalló antes de lo previsto.
Pensaba que el día viernes entraría en él, pero llegó a mitad de la semana, el miércoles. Despertó con su estómago revuelto por el dolor, su cuerpo tiritando y empapado en sudor frío.
Empezó a llorar por el sufrimiento y eso despertó a minho.
—¿changbin? —dijo, medio adormilado.
La voz del alfa lo estremeció por completo. Su omega se revolvió en miedo absoluto, temblando y lloriqueando.
¿Qué mierda...?
—Du-duele —lloró, sintiéndose helado. Quiso tirar de su enlace con minho, pero no pudo hacerlo, porque tenía claro que el enlace entre ellos ya desapareció.
—Bebé, bebé... —murmuró minho, dirigiendo su mano hacia su marca, como queriendo masajearla, pero se alejó con rapidez—. Dios, cariño, estás muy frío.
—Baño —pidió, desesperado, sintiendo su garganta apretada y la bilis subiendo—. Baño...
Minho murmuró una respuesta positiva, y a pesar de que su toque ardió y asustó a su omega, se obligó a permanecer quieto cuando lo agarró en sus brazos y se dirigió al baño. Changbin podía sentir la ropa pegada a su cuerpo, empapada en su sudor.
El alfa lo dejó en el suelo y changbin se sostuvo del lavamanos antes de arrodillarse y vomitar en el inodoro. Escupió la cena, bilis y sangre.
Minho maldijo al ver el líquido rojo.
—Te llevaré al hospital —dijo él, saliendo del baño.
changbin quiso negarse, pero no pudo hacerlo, porque sintió sus piernas húmedas y pegajosas. En un inicio, cuando despertó, creyó que quizás se enfermó por la comida, que algo le cayó mal, sin embargo, sintiendo ahora su entrada empapada, supo que era su celo.
No lo entendía un poco. Los celos no eran así, no era frío y dolor incesante ni miedo. El celo era calor, fuego, necesidad. Pero no había nada de eso, la conocida sensación de un celo normal pareció desaparecer en ese instante.
Minho apareció, poniéndose la chaqueta, y olisqueó el aire. Changbin pensó que lo agarraría y lo llevaría a la cama para follárselo, pero arrugó la nariz en señal de disgusto.
—¿Es tu celo? —preguntó, sorprendido.
Changbin no contestó porque volvió a vomitar.
Minho no hizo otra pregunta, poniéndole encima un abrigo largo para envolverlo y calentarlo un poco. El omega sentía demasiado frío, y ni siquiera el calor corporal del alfa una vez lo tomó en brazos, lo aliviaba un poco.
Su esposo salió al pasillo, cargándolo con facilidad, y entró a la habitación de los niños.
—¿Papá? —murmuró hyunjin, su voz ronca por el sueño.
—Llevaré a mamá al hospital —con esas palabras, el pequeño alfa se despertó por completo—. Tiene una descompensación, así que necesito que llames a tu abuela para que los venga a cuidar.
—Pero, ¿Qué le pasó...?
—hyunjin, no tengo tiempo para eso —Minho retrocedió al escuchar al omega gimotear en dolor, sin dejar de tiritar—. Llama a la abuela, ella vendrá a estar con ustedes.
—Papá...
Minho no se quedó a decir algo más, girando y caminando hacia la salida, tratando de soltar feromonas suaves con las que calmar a su omega. El más alto estaba sorprendido por lo que ocurría, changbin jamás presentó un celo con esas características, con su cuerpo helado y vomitando. Su olor delataba el celo, las conocidas feromonas inundando su nariz, sin embargo, también olía a sufrimiento y horror.
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Four Seasons [MINBIN]
FanfictionDonde changbin es un omega típico que sólo se dedica a su esposo y a sus hijos. Pero su sueño de una familia feliz se rompe cuando ve que ha estado luchando por un amor que ya está roto desde hace mucho, mucho tiempo. adaptación permitida ✅