LOS ANILLOS DE SATURNO 🪐

CAPITULO 5

Desperté suavemente y me encontré acostado en un hospital, estaba atado a un suero, tenía marcas en las palmas de las manos, capaz había apretado mucho las uñas contra las palmas otra vez.

-Por fin despiertas Logan- dijo alguien del otro lado de la habitación, estaba confundido, pero reconocería la voz de mi hermano en cualquier lugar

- ¿Qué es lo que sucedió James?

-Te desmayaste, pero no sé qué es lo que paso, hace dos días estas dormido

-No puede ser...

-Logan ¿Qué te está pasando? - me quedé callado ante la pregunta y desvié la mirada- No es sano todo esto, lo sabes

-Lo sé, pero lo hago hace más de nueve meses, y nunca me paso esto
-No te hagas esto Logan, te estas lastimando- sus palabras golpearon como cuchillas sobre mi pecho

-Lo sé, pero es la única forma en la que dejo de pensar en todo lo que me pasa

-Hace alguna cosa más sana que trabajar todo el día sin descanso, porque va a llegar un día que te vas a cansar y vas a terminar en la calle, no te autoexijas de más, porque no sabes lo malo que es hasta que lo padeces

Me quedé callado porque las palabras se habían acabado en mi cabeza, me vi ahí y supe que eso no era lo que mi yo de trece años hubiese querido, pero últimamente había encontrado miles de formas para hacerme daño, para poder olvidarme de los problemas que me atormentaban. Todos los días hacía miles de cosas, me explotaba de trabajo, sin descanso, para que cuando llegue a la noche poder acostarme en la cama y solo dormir.

Así ya no pensar en nada de todas las cosas que me pasaban, me estaba lastimando a mí mismo, y eso no era sano para mi vida, pero lo que yo pienso en mi cabeza es que, no es sano pensar tanto. Entonces no lo hacía.

Cada día que pasaba era igual al día anterior y al anterior, ninguno era diferente, en ninguno había alguien que arruinase esa perfecta rutina de trabajo.

Y si, no había nadie, pero porque yo no soy quien quiero ser ante la sociedad, porque si tuviese que ser quien soy en realidad, todos sentirían rechazo ante mí. Todas las noches me pregunto por qué no es blanco y negro, no sé cómo puedo dormir en las noches siendo como soy.

Porque hay días en los que me maldigo, me maldigo a mí y a mi forma de ser, porque si fuese "normal" todo sería más fácil, tendría el apoyo de mis padres, no tendría que esconderme.

James volvió a entrar por la puerta, y rápidamente seque las lágrimas que no sabía que habían caído por mis ojos.

-Tenes visitas Logan, es un chico, dice que fueron a la cafetería hace unos días- Mi cabeza giraba, él estaba ahí, era increíble. Asentí, dándole a entender a James que quería que pase

Mi hermano se fue y entró el chico de pelo castaño y ojos azules

-Hola Logan, ¿estás mejor? - preguntó acercándose a los pies de mi cama y sentándose ahí, asentí, porque realmente no sabía que decir

-Oliver...- me miró fijamente a los ojos- ¿Por qué viniste?

-Porque lo sentí correcto, porque dije que podías ser algo más que un desconocido, podías ser mi amigo.
No sé por qué esas palabras dolieron como balas, no sé por qué hubiese preferido un "te quiero" a esas palabras.

-Sí... Gracias- dije y miré hacia la ventana porque algo en mi pecho se hizo pequeño. Sentí algo en mi corazón, algo que iba a hacer que mis lagrimas se caigan

-Logan, ¿seguro que estás bien? -preguntó con un tono dulce y tranquilo

-Ahora mismo no, no me gusta estar acá, tengo muchas cosas que hacer en el trabajo, me pueden despedir

-Mira Logan, estás internado porque tu salud ahora no está bien, siempre estás en el trabajo, siempre que te veo trabajas, necesitas un descanso

-No lo necesito, estoy bien, aún sigo respirando, sobreviví

-Que estes bien ahora no significa que mañana no puedas empeorar

- ¿A esto viniste Oliver? ¿A decirme las cosas que tengo que hacer o no con mi vida? Soy una persona adulta que sabe muy bien que hacer con mi vida, a vos te acabo de conocer, no necesito tu ayuda.

-Solo te estaba intentando ayudarte, aconsejarte, pero si no necesitas mi ayuda, está bien, me iré y te dejaré solo

Me miró fijamente con enojo en sus ojos por la forma en lo que lo traté y cuando tomó el picaporte puso sus ojos en mi una última vez

-Después no digas que quieres a alguien que cambie tu rutina cuando vas a tratar a la gente así Logan

Fue lo último que dijo antes de salir de la habitación. Una lagrima corrió por mi mejilla, y supe que tenía razón.

Siempre que estaba enojado con el mundo trataba mal a los que tenía a mi alrededor y eso no estaba bien, lo sabía. Así todo lo seguía haciendo. Oliver no tenía nada que ver con lo que yo estaba pasando, no merecía que lo trate así. Pero supongo que debo tratar de pensar todo bien para después poder hablar con él.

Iba a pensarlo todo y después, cuando saliera del hospital lo llamaría.