CAPITULO 21.

2 0 0
                                    


Cuando llegue al departamento, deje todo y fui por un vaso de agua, para asimilar como mi carrera venia en bajada.

Como no sabía si salir con Oliver estaba bien, me sentía inseguro porque sentía que algo iba a salir mal, como si un día abriera los ojos y todo se hubiese desmoronado, ya no más amigos, ni padres, trabajo o el amor de tu vida.

Mi trabajo ya no es el mismo de siempre, no puedo quedarme hasta tarde como antes, todo lo tengo restringido, solo porque decidí amar, y ser feliz, por un momento… Pero todo lo había perdido

Me fui a acostar, y desactivé el modo no molestar del teléfono, una lluvia de mensajes de Oliver me esperaba, y deseaban ser contestados. Realmente, no tenía ganas de hablar con nadie, no estaba de muy buen humor, y la vida me pesaba, tenía una mochila de más kilos de los que podía llevar sobre la espalda, pero a si todo debía llevarla.

Hola mi corazón, ¿muy ocupado con el trabajo?

Fue el último mensaje que mando, después de todos los ¿estas bien? ¿necesitas algo? Que puso antes de este mensaje, no sabia si responderle, realmente quería hacerlo, pero si le respondía mal sin querer…

La mejor opción era responder todos sus ¿estas bien? Que me llovieron al mirar el celular

Hola Oliver, sí, estoy bien.
Solo un poco ocupado.
Respondí, y al cabo de unos segundos, marco como leído, y después los tres puntitos, dando a entender que estaba escribiendo.

Si te parece, puedo ir, y podemos cenar juntos,
ver películas, no lo sé, hablar.

No sabía cómo reaccionar a ese mensaje, quería que venga, pero me sentía agotado y con muchas ganas de tirarme a la cama y dormir por una eternidad, dormir por los once meses que no dormí nada.

Mira, no es que este enojado, solo que
no me siento muy activo como para recibir visitas
lo siento  :(

Respondí, de la mejor manera que pude, tratando de no sonar extraño, o molesto.

Comprendo, será mañana, o pasado, ya veremos
descansa, te hará bien, te quiero :)

D

ijo al segundo que le mande el anterior mensaje, y realmente me gustaba mucho eso de él, que era comprensivo, muchas veces podía ser medio insistente, pero muy pocas veces.

Cuando terminé de cenar me fui a acostar, porque mis ojos se cerraban, y mis ojeras cada vez tomaban un color violáceo mas notorio, que no me gustaba para nada.

Me acosté. Intente dormir. No pude. Comencé a sobre pensar.

Rutina de todas las noches, siempre que quería dormir no podía, porque mi cabeza no paraba de pensar, de creer que iba a pasar algo y después no pasaba nada.

Después de cuarenta minutos intentando dormir no lo logre, así que tome el celular, con la intención de mandarle un mensaje a Oliver.

Y cuando entre al chat él estaba en línea y comenzaba a escribir, cuando vio que me conecte paro de hacerlo, así que decidí tomar la iniciativa yo.

¿Sin poder dormir?

Envié, con una sonrisa, esperando respuestas

Sip. ¿Lo mismo? :(

Si. ¿No quieres venir conmigo? ¿O es
demasiado tarde?

Espere por unos segundos la respuesta a mi propuesta, ya eran las 00:30 hrs de la madrugada, era tarde para estar en la calle. Pero obtuve un Si como respuesta.

Así que lo espere en el sillón, esperando su mensaje de que estaba en la puerta.

Unos quince minutos después me llego su mensaje, diciendo que estaba abajo, que le abriera la puerta. Así que aprete el botón que abría la puerta de mi edificio.

-Hola, llegue- dijo cuando yo lo espere con la puerta abierta, sonriendo, con una mochila negra sobre sus hombros

Cuando termino de subir las escaleras corrió hacia mí y me envolvió en un abrazo, que no creí que necesitaba tanto hasta que me abrazo, con sus cálidos brazos, hasta que me beso suavemente la mejilla, hasta que no me tomo de la mano.

Y sentí una leve presión en el pecho, porque sabía que tarde o temprano todo terminaría, que sus ojos ya no podrían mirarme a mí, que sus manos ya no podrían tocar las mías, y sus brazos ya no podrían abrazarme.
-No quiero perderte…- dije con la voz quebrada, con las lágrimas amenazando, y aun sin querer separarme de su cuerpo, porque si me separaba sabría que todo acabaría, que alguien vendría y me diría “no, no puedes estar con él, es malo para todos” mi corazón se rompía, mi alma se esfumaba, y mis ojos no paraban de reproducir lagrimas saladas, aquellas que llevan dolor con ellas

-No voy a irme, no quiero hacerlo- dijo acariciando mi espalda de arriba abajo, para que pudiera estabilizar mi respiración y que mis lagrimas disminuyeran

-Tengo miedo Oliver, sé que en un abrir y cerrar de ojos ya te habrás ido- dije negando sobre su hombro

-Mira mi corazón, no quiero irme, dejarte solo, y tampoco voy a permitir que nadie nos aleje, porque te quiero- esas últimas palabras crearon flores en mi corazón roto, pero no llegaron a curarlo, solo porque sabía que algo mal iba a salir

-Necesito descansar- dije susurrando

-Vamos a dormir, y mañana será otro día, lo prometo…- dijo susurrando también, tomándome de la mano y llevándome hasta la habitación

Apenas los dos nos acostamos nos dormimos, porque el sueño nos ganó, la vida nos agotó, nadie amaba nuestro amor, pero ¿Por qué debíamos hacerles caso a ellos y no a nuestro corazón?

LOS ANILLOS DE SATURNO 🪐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora