—¡NO! ¡OTRA VEZ NO! — Exclamó fuerte Akutagawa al encontrase nuevamente en el sótano de tortura de la port mafia.
Él abrió más sus ojos examinando la situación cayendo en cuentas de que había perdido contra el soñador, el camino estaba inundado en sangre manchando con aquel líquido viscoso los zapatos del pálido.
Sus pasos fueron firmes logrando buscar una salida visible, pero se encontró con miles de puertas rojas, todas y cada una de ellas totalmente iguales.
—¡Maldición! — Gritó agobiado y caminó hacía la más cercana a él, poco a poco sus pasos iban perdiendo fuerza.
Él se estaban hundiendo en el lago de sangre, se sentía como si fuera tragado por un pantano del cual emanaba un fuerte olor a hierro.
—¿Que está pasando? — Se cuestionó sorprendido.
Examinó el lugar no creyó haber dormido mucho menos haber sido atacado con alguna herida mortal, así que pensó en usar su habilidad y esta reaccionó logrando salir de ese lugar e ir hacia la primera puerta que vio.
Al ingresar sintió como su cuerpo quedo paralizado al vivir nuevamente ese fatídico y doloroso día.
Él era un simple espectador qué sabía como se desarrollaría la obra.
El caos. El maldito caos yacia por toda las instalaciones de la porf mafia, el conflicto había cesado y aunque haya ganado el bando de los mafiosos el lugar se sentía más frío que nunca . El pánico y la angustia le quitaban el aire al miembro de la mafia, quemaba su piel y las palabras no lograban salir de su garganta.
Akutagawa se veía a si mismo a través de la puerta sin poder hacer nada, no podía mover ni un músculo de su cuerpo, su corazón latía rápido y su cabeza estaba a punto de estallar por el inmenso dolor como si esta fuera azotada varias veces sobre la pared.
—«¡Maldito cobarde!» — Expresó dentro de si mismo Akutagawa con lastima hacia el ser frente a él hecho un ovillo gracias a Rashoumon.
El jamás lloraría, nunca lo había hecho ni por hambre, ni por frío, ni por todas aquellas calamidades que padeció en la calle junto a su hermana y otros niños.
Akutagawa miró con furia hacia si mismo quien parecía sufrir por aquella noticia, su yo de hace cuatro años lucia más delgado, con las clavículas expuesta detrás de su camisa, los ojos rojos e hinchados y sobre todo su cuerpo enfermizo hizo que le costara respirar, Ryunosuke Akutagawa de dieciséis años se asfiaxiaba sin que nadie pudiera hacer nada para ayudarlo.
—¡Dazai-san! — Exclamó a duras penas y su voz se corto dejando escuchar el dolor que sentía ahora mismo.
El espacio alrededor del perro de la mafia parecía quemarse, cuando por fin había conseguido un significado a su vida esta fue arrebatada.
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Calmaré tus pesadillas (Shin Soukoku)
Fanfiction꧁༒• Atsushi y Akutagawa son enviados a Londres para capturar a un vengativo usuario de habilidad denominado "El soñador" Aquel ser había sido liberado por Fyodor para causar caos y el nuevo doble negro se sumergirá en sus peores pesadilla y traumas...