Un Alma Por Otra Alma

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El laboratorio en las afueras de la Ciudad de Suribachi estaba envuelto en un aire de anticipación y tensión. Dentro, el nuevo científico, el Dr. Shimizu, trabajaba meticulosamente, analizando tanto a Nozomu como al cachorro. El ambiente era frío, con el sonido constante de los aparatos electrónicos y el murmullo de las conversaciones en voz baja.

Dazai, Kunikida, Atsushi y Akutagawa observaban desde una sala contigua, separados por un cristal grueso. Dazai, con los brazos cruzados y la expresión grave, no quitaba la vista de su hermano menor. La preocupación se reflejaba en sus ojos, mezclada con la expectativa de lo que el Dr. Shimizu descubriría.

—Doctor, recuerde mantener al cachorro lejos de Nozomu en todo momento. — Advirtió Dazai, su tono serio y autoritario. —No podemos arriesgarnos a que su habilidad se reactive.

—Entendido, Dazai-san. —Respondió el Dr. Shimizu sin levantar la vista de sus instrumentos. —Haré todo lo posible para asegurarme de que estén separados.

Mientras el doctor continuaba con sus análisis, Chuuya fue traído al laboratorio, aún débil pero consciente. La piel pálida y las ojeras profundas evidenciaban su agotamiento. Sin embargo, cuando escuchó sobre el procedimiento que planeaban realizar para devolverle su habilidad, su expresión se endureció.

—No pienso ser una rata de laboratorio de nuevo, Dazai. — Dijo Chuuya, su voz firme aunque cansada. — No de esta manera. No después de lo que pasé. — Informó con un nudo en la garganta recordado todo de golpe a tal punto que le doliera la cabeza.

Dazai se giró para enfrentarlo, sin embargo vio los ojos perdidos de Chuuya y se preocupó.

—Chuuya, esto es por tu propio bien. Necesitamos asegurarnos de que estés completamente recuperado y que tu habilidad vuelva a ti de manera segura.

Chuuya sacudió la cabeza, su determinación evidente.

—¿Esto te parece seguro Dazai? — Preguntó cansado hacia el castaño.

—No, Dazai. No puedo pasar por eso otra vez. Debe haber otra forma de recuperar mi habilidad sin convertirme en un maldito experimento.

Akutagawa, que había permanecido en silencio hasta ese momento, dio un paso adelante, su expresión seria pero solidaria.

—Estoy de acuerdo con Chuuya-san. —Dijo, mirando a Dazai con una firmeza inusual. — Él no debería ser forzado a pasar por algo que no quiere. Encontraremos otra manera.

El pálido habló tranquilo hacia su actual mentor quien le sonrió. Dazai observó a Akutagawa, notando el cambio en su discípulo. Había una madurez y una compasión que no siempre había visto en él.

—Entiendo lo que dices, Akutagawa. — Respondió Dazai, suavizando su tono.

— Pero necesitamos una solución rápida. No podemos arriesgarnos a que Chuuya permanezca vulnerable.

Kunikida, siempre pragmático, intervino pero se ganó una mirada fulminante y amenazadora por parte de Chuuya.

—Entonces necesitamos explorar todas las opciones posibles. No podemos ignorar la voluntad de Chuuya. Doctor, ¿hay alguna alternativa al procedimiento estándar?

El Dr. Shimizu miró a los presentes, considerando la situación.

—Hay un par de métodos experimentales que podrían funcionar, pero son menos confiables. Podríamos intentar estimular su habilidad de manera natural, a través de entrenamiento y exposición controlada a estímulos específicos. Pero llevará más tiempo y hay menos garantía de éxito.

Chuuya negó y se burló del Doctor.

—Doctor al parecer no aprendió nada de su padre, mi habilidad no es natural soy un maldito experimento. — Exclamó frustrado el pelirrojo.

Calmaré tus pesadillas (Shin Soukoku) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora