El fin de semana del peliverde era en su mayoría deprimente, el sábado se había despertado a las 3 de la tarde sin alguna razón, su cuerpo parecía más agotado que de costumbre y como no hacerlo
Ya que una cosa lo había aquejado desde el día anterior: el anillo que usó para curar la mente y la vida de una de sus compañeras de cursos superiores Yuyu Haya
Todas las personas tienen algo que las caracteriza, quizás pueden ser sus ojos, su rostro, su cabello, quizá su forma de ser o las cosas que hacen a diario
En el caso de los héroes que cayeron hace tiempo esas mismas cosas provocaron que sus almas se unieran a un objeto capaz de manifestar sus esencias en base a sus almas
El arte perdido de la manipulación de almas y la transposición de las mismas era algo que ya nadie podía replicar, de alguna manera una parte del alma de una chica de cabello castaño se manifestó en forma de anillo el día que murió
Era una de las reliquias más preciadas de Izuku pues no tenía una foto o algo más con que recordar a su difunta amiga, la única foto que se habían tomado juntos Hope la había perdido en el accidente que tuvo en el avión
Ese anillo cargaba el poder que alguna vez le perteneció de sugestión y manipulación mental, tanto así que era capaz de reinventar a una persona desde cero
Sin embargo tuvo que usarlo para ayudar a una mujer que en un momento de desesperación cometió una terrible decisión
Esa noche el resentimiento y el odio por la chica y su amiga la cual lo había golpeado como si hubiera sido culpa suya todo ese combate corroía lentamente su corazón
Izuku: *esa miserable... Nejire Hado, debería arrancarte esa estúpida sonrisa* -pensaba una y otra vez al intentar dormir-
Una vez que amaneció y el chico despertó al día siguiente tenía la mente más fría y pensaba con más claridad
Sin embargo a pesar de eso el sentimiento de furia en contra de las dos chicas no cesaba, ninguna de ellas lo conocía y a pesar de que Yuyu hubiera visto sus recuerdos no le daba el derecho de juzgarlo y menos a Nejire de tacharlo como monstruo
Izuku se levantó y miró su reloj viendo que eran las 3:25 de la tarde del sábado, suspiro y tomo su estómago pues rujía pidiendo alimento
Salió de su habitación solo para ver a Kaina sentada en la sala viendo televisión con dos platos preparados en la mesa
La mujer al verlo sonrió amable y habló
Kaina: buenas tardes Izuku -amable y alegre se dirigió al adormilado chico-
Izuku: buenos días Kaina, ¿Qué paso ayer? -pregunto sobando su cabeza-
Kaina: estabas muy cansado y dormiste mucho es todo ¿tienes hambre?
Izuku: de hecho si -rápidamente se sentó en la mesa al ver un pedazo de carne con arroz en el plato- gracias por esta comida
El chico empezó a comer con emoción mientras la pelimorada lo veía curiosa
Kaina: Nana vendrá en la noche -soltó mientras el peliverde tomaba un vaso de agua-
Izuku: -miró serio la pared frente a él- ¿por qué?
Kaina: ella quiere hablar contigo ¿está mal? -bebió un poco de té que había preparado para ella- además estaba preocupada por lo de ayer
Izuku: Kaina...
El chico hizo una pausa y miró su plato con tristeza escondida en una frialdad que reconoció la chica
Izuku: mis recuerdos que te mostré... -ligeramente tragó, estaba nervioso y preocupado- ¿Q-Qué... piensas? -lentamente comenzó a frotar sus rodillas en señal de ansiedad-
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Izuku y la leyenda del abismo
AzioneEn el pasado una realidad convertida en leyenda que paso de generación en generación hasta el olvido, un gran poder que fue olvidado y un chico de nombre Izuku Midoriya que nació en un mundo donde el valor de cada persona se rige en cuanto al poder...