Capítulo 47: Génesis Segunda Parte

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Una meta es algo que cuesta trabajo, ya sea manual, monetario o sentimental

Pues nada es gratis en esta vida y todo tiene un precio, ya sea que lo pagamos nosotros o lo paguen nuestra familia o amigos... pero al final, las cuentas serán saldadas ya sea en vida... o en la muerte

En un pasado desconocido y ya olvidado un joven de cabello verde encontraba al fin al que creía era su misión

Aquel hombre frente a él, de altura enorme y músculos muy marcados llevando una gran espada de casi dos metros y medio a su espalda

El caballero que tanto había buscado fue conocido como Artorias el caminante del abismo, pues gracias a un pacto que había formado con las criaturas del abismo y con ayuda de un anillo de poder le permitía pasar sobre el abismo sin sufrir sus daños y su corrosivo poder

Izuku había pasado más de dos décadas luchando y entrenando para poder tener el derecho de ser considerado apto para recibir ayuda por parte de aquel caballero

Y ahora, en la encrucijada de su camino estaba la pregunta ¿ese hombre aceptaría darle su ayuda? Pues eso estaba a punto de probarse

De rodillas y con heridas en su cuerpo el peliverde miraba con asombro al gigante caballero, el viento seco y caliente que poco a poco iba de un lugar a otro levantó un poco de tierra entre ellos

Artorias: dime ¿Quién eres tú? -curioso analizaba al joven frente a él-

Izuku: m-mi nombre es Izuku... -respondió algo seco-

Artorias: ese nombre no es común en estas tierras jovencito... ¿de dónde vienes?

Izuku: y-yo... -esa pregunta le causó temor pues a pesar de verse vieja y ya rota su armadura era del reino de Nuevo Londor-

Fue ahí que uno de los que acompañaban al gran hombre lo miró con atención y rápidamente lo reconoció

Caballero: ¡él es uno de los comandantes de Nuevo Londor mi señor! -exclamó a gran voz-

Sus compañeros lo miraron con seriedad y asombro mientras que el caminante ni se inmutó por estas palabras

Pero antes de que el gran guerrero pudiera seguir, el joven interrumpió mientras trataba de levantarse

Izuku: pues... ya no más, nunca más serviré a alguien como ese hombre -una firme determinación y un odio inmenso se reflejó en su mirada-

Artorias: ¿Cuál es tu propósito aquí, Izuku? -pregunto de forma tranquila y suave-

Izuku: y-yo... -poniéndose en pie se mantuvo firme a costa de dolor- estoy aquí para derrotar al abismo y a todas sus criaturas... ¡porque tengo una promesa que cumplir!

Su firmeza y determinación en sus palabras asombraron incluso a los hombres que lo rodeaban, pues a pesar de parecer un joven niño tenía una voluntad de un verdadero hombre y cuerpo de un hombre esculpido en batalla

Así que ante esa respuesta el caballero lobo deseaba asegurar la veracidad de sus palabras, extendiendo a la criatura a uno de sus compañeros se dirigió al peliverde

Artorias: si tus palabras son verdaderas... quiero que me muestres tu determinación para cumplir esa meta

El caballero lobo extendió su mano y una esfera de luz se formó frente a él, sanando las heridas y el cansancio de Izuku

Izuku y la leyenda del abismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora