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your mama's crying

Connor, el pequeño connor. Sólo miraba aquella ventana de cristal con bastante ilusión por lo bonito que se veía el día. No salió de su habitación, cosa que, no se había mencionado antes, pero finalmente le habían dado una habitación propia. El niño estaba feliz, completamente feliz por tener un espacio donde podía hacer lo que quisiera sin molestar a sus padres. Pero siempre iba a dormir con Punz.

Su papá Dream se había ido de viaje unos días, volvería.

Pero, la atención de connor fue cambiando drásticamente al escuchar sonidos provenientes de la sala de la casa.

El castaño se asustó un poco al escuchar aquellos sonidos de llanto. Salió de su habitación y bajo los escalones para así caminar tan rápido como sus piecitos se lo permitían.

Se asombro al escuchar y ver a su padre, aquel hombre rubio grande y temerario, el cuál no le tenía miedo a nada, el cuál era valiente e intrépido, el cuál era asombroso en todo, estaba arrodillado en el suelo

Sosteniendo un suéter verde, abrazando a este con bastante fuerza, y llorando cómo si de un niño pequeño se tratase.

Punz estaba llorando. Su padre lloraba, estaba llorando, y Connor estaba asustado al no saber el porque o razón de aquello. Pero el niño se acercó rápidamente al hombre, y poniéndose enfrente de el, pondría sus manos en la cara del rubio. Sujetando esta y dándole un besito en la nariz intentando hacer lo mismo que Punz hacia cuando Connor lloraba y lo calmaba.

El rubio sin embargo se quedó viendo a su pequeño, en un trance aún con su rostro que era blanco y palido, enrojecido por el coraje y llanto inconsolable que terminó soltando apenas regreso a casa. Punz estaba roto como persona en ese mismo instante, sabía que no estaba preparado, nunca lo estuvo, pero se odiaba a si mismo de mil maneras al no poder haber dado otro tipo de solución a esto.

Significativamente, no estaría llorando de esta manera por aquel hombre que le pagaba para que lo protegiera y protegiese a su hijo. Porque lamentablemente Dream solo veía a Punz en eso

Un simple mercenario y guardian que protegía ahora solamente a su hijo.

Pero Punz lloraba, aún seguía siendo un ser humano. Y continuaba llorando, aún con el intento del menor de calmarle.

Punz jamás se hubiera permitido en aquel estado ser visto, pero seguía teniendo debilidades, temores y por lo tanto, también sentimientos.

Y esto fue un sentimiento encontrado, remordimiento en su ser, demasiadas cosas que le estaban haciendo una mala jugada.

Pero aún así, con sus manos más grandes que el rostro del pequeño, también sujeto con delicadeza el rostro del menor, sonriendo un poco, viendo a su hijo como el único ser de luz perfecto e inocente en aquel cruel mundo oscuro en el que se encontraban.

Le dió un besito en la frente, para luego ver cómo su hijo abrazaba su cabeza y le daba palmaditas para que se calmará. Punz solo reiria un poco, abrazando también a su niño.

Aquel suéter con la sangre impregnada de Dream era algo lo cuál sería algo digno de recordar.

Un trabajo fallido, un simple trabajo como mercenario de Dream, termino dando su fin