Los padres y sus cosas.Rafael.
Llevábamos días en Estados Unidos, pero ya para el martes nos teníamos que ir de vuelta a Venezuela, de paso y que se aproxima un apagón, Dios mío hasta cuando Rocky llevará coñazo. Bueno, lo cierto es que mi esposa tenía un culillo loco por hablar en familia para dar una supuesta noticia. Las mujeres son demasiado raras, ha estado menopausica desde que llegó a San Diego, que tiene calor con 20°, que tiene antojos de comer pabellón, que tiene esto que tiene lo otro.
Se sentó en la silla que estaba frente a mi, Luisa y Carlos estaban lado a lado. Me pongo a detallar a mi mujer y esta más gordita, pero ni por el coño se lo digo porque después me cae es a coñazo limpio.
—Bueno, no se como empezar.
—Por el principio pues —hice uno de mis chistesitos a lo que ella me miró becerreao.
—He estado muy rara últimamente, no sé si lo han notado —los tres asentimos muy lento, un truco que le enseñé a los niños desde pequeños, si su mamá dice algo nunca digan lo contrario —La vez que salí con las muchachas fui a una clínica...
—Sospechaba que estaba embarazada... y me hice los estudios...
—Habla mujer, no me gusta el suspenso
¿Qué si me lanzó un tenedor? Por supuesto.
—¿Qué crees tú idiota? —dijo histérica —Por supuesto que estoy embarazada.
Mi reacción fue esta:
Carlos que siempre tiene su cara de culo cambió su expresión a ésta:
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Welcome to the Paradise (Shawn Mendes y otros)
Humor-Ajá, ¿Qué decimos? -Habló una de ellas, la más lanzada de las cuatro. -Coño marica no sé, yo de vaina medio exponía en las clases -dijo desorientada la morena, a María la apodaban la aguevoniada por algo. Beatríz, la chica rubia y de todas la may...