Epílogo

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Los maltratos comenzaron de mi padre y su esposa la verdad es que nunca lo espere de ellos.

Comencé a vivir un infierno nuevamente solo faltaba los golpes.

Luego de que eso me afectará me refugie en los brazos del Dios.

La verdad iba a la iglesia me sentía ya mucho mejor.

Pero como nada es color de rosa mi padre me saco de esa iglesia y me llevo a otra que la verdad no me gustaba.

Yo iba a esa iglesia pero nunca me gustó pero quería seguir teniendo mi conexión con Dios y seguía asistiendo de vez en cuando.

Un día fui a la iglesia después de mucho tiempo y pues alguien de la iglesia me había dicho que Dios le había hablado y le había dicho que me dijera que me iba a casar pronto.

En pocas palabras que mi sufrimiento iba a terminar.

Se que sonará raro para algunos pero pues yo lo creí y comencé a orar por lo que Dios me había prometido.

Días después me escribió un chico vía Telegram y comenzamos a platicar y conocernos la verdad el chico me cayó muy bien.

Orando le dije a mi Dios, Dios mío voy a invitar a ese chico a la iglesia y ese es el indicado, el que me prometiste el vendrá y iremos a la iglesia juntos.

Y así fue lo invite y accedió al instante esa sería la primera vez que nos veríamos personalmente y estaba muy nerviosa ya que estaba sola en casa.

El llegó a mi casa y pues era más de lo que imaginaba y mucho mejor.

El me encantó y realmente todo marchó excelentemente bien.

Si quieres saber más de esta historia te invito a leer la segunda temporada de esta novela llamada

Aprendiendo a sonreír de nuevo.

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