Equipo Estelar (Basado en D.E.B.S)

Capitulo 4

 —¿De qué mierdas estas hablando? —los ojos sorprendidos de todas se giraron en su dirección. Las palabras coloridas no eran rutina en la boca de Lux.

Ezreal se rascó la mejilla—Es por eso, porque te gustan las nenas?

—Q-qué?

Sentada a su lado, Irelia los miraba con una mirada de pánico. Estaban hablando demasiado fuerte y temía que en cualquier momento la pelirroja volteara su mirada hacia arriba y las viera sentadas sobre su cabeza, y lo peor de todo, si Ezreal no decidía callarse aunque fuera por un miserable segundo, Lux acabaría perdiendo la cabeza y sacando su pistola demasiado pronto, eso significaba: problemas para el líder.

—Ez, lárgate —espetó la morena en voz baja, mirando al chico con ojos suplicantes.

—¿Qué, por qué? Quiero que me explique sus razones detrás de está decisión tan importante.

—¡Puedes hablarlo después, imbécil! —susurró con nerviosismo, perdiendo la cabeza al igual que su amiga.

Luxanna daba el tema por perdido, cada palabra que salía de los labios del rubio fue completamente ignorada mientras ella fijaba sus ojos azules como el cielo en la cabeza roja.

Más abajo de ellas, ajena a su alrededor, Du Couteau se quitaba la suciedad inexistente de las uñas con una expresión pensativa, de vez en cuando levantaba la cabeza para mirar hacia la puerta, esperando la presencia de alguien.

Y claro, todos sabían quien era ese alguien...

No sabía si sentir emoción o pena.

En lo recóndito de su mente, Lux imaginó como sucedería la escena entre la rubia prepotente y una mujer tan sádica como al pelirroja. Según lo que había investigado, las dos delincuentes tenían fama de ser muy impacientes, y por un momento, en su cabeza apareció una escena detallada donde las dos comenzaban a chillarse tontamente. Aunque...

Era muy sabido que Katarina Du Couteau no salía con cualquiera, y cuando lo hacía, normalmente se traba de cortesanas tontas que caían fácilmente a sus encantos. Por qué se había salido ella de su rutina de repente?

Lux solo pudo rascarse la cabeza mientras pensaba, ignorando la voz de Ezreal preguntando algo sucio sobre las mujeres, cosa que a ella ya ni le interesaba contestar, mientras tanto, Irelia parecía destinada a pelear siempre con el rubio, cada vez que se veían, los dos acaban discutiendo en una conversación sin sentido sobre como ella nunca volvería con él.

Y es que, por que va a volver a una relación en la que se sentía completamente agobiada?

En un principio, Ezreal le pareció muy, muy atractivo y divertido, pero ahora cada vez que lo veía le hacía arrepentirse profundamente de haberse acostado con él y decirle cosas que claramente no sentía. Por mucho que rebuscara en sus recuerdos, no veía realmente la razón por la que acabó alejando al chico, a ella simplemente dejó de gustarle, se centró en otras cosas que la hacían sentir mucho mejor que el constante estrés de tener que cuidar su relación.

Lux suspiró y encaró a sus dos amigos—Ya basta —Irelia calló al segundo, aunque mantenía una expresión orgullosa plasmada en su cara. Lux miró a Ezreal—Vete de aquí, estás en peligro si te quedas con nosotras.

—Me da igual si eso significa que podremos hablar —de repente, metió la mano en uno de sus bolsillos, sacando una pulsera reluciente y hermosa—. Además, esto solo puede pertenecerte a ti, cariño.

Se quedó como un pez fuera del agua. Abrió la boca un par de veces, tratando de negarse, de decir algo, pero mientras ella tartamudeaba su exnovio aprovechó para agarrar la pulsera a su muñeca, con suavidad, dándole una suave caricia en la mano.