Capitulo 7

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Talon resopló mientras deslizaba el dedo hacia arriba en su teléfono. El aparato comenzó a cargar el siguiente video cuando el chico pareció cansarse de la interminable espera, apagando su móvil y dejándolo apartado en el asiento del lado. Fue entonces cuando éste comenzó a vibrar. Una cara bonita y encuadrada por el cabello verde brillante apareció en el centro mientras sonaba una musiquita aterradora.

El chico de cabello largo y castaño suspiró, sabiendo de quién y de qué se trataba, y la verdad, las ganas que tenía de lidiar con su hermanastra era nula.

Con cansancio, descolgó el móvil y se lo presionó en la oreja—¿Qué pasa?

—¿Cómo que qué pasa? —la voz femenina terriblemente molesta lo sorprendió, incluso cuando ya se lo esperaba.

Talon levantó una ceja—Pues no se, dímelo tu. Aquí estoy yo, esperando.

—Entiendo que quiera tener su tiempo para echar un polvo, pero no tenemos todo el tiempo del mundo.

—No me digas.

—¿Talon, tienes horchata o sangre en las venas?

El chico se burló, preparando su dedo encima del botón rojo en cuanto vio una melena pelirroja salir corriendo del restaurante—Un mix de los dos, o eso me han dicho. Te dejo, niña uno acaba de salir del lugar de reunión.

Vio la fina ceja de Cassiopeia arrugarse por el apodo—Más os vale no tardar —siseó antes de cortar la llamada.

El chico miró la pantalla en negro por unos segundos, ni él sabía como es que tenía tanta paciencia con las dos chicas insufribles y cabezonas, por no decir que Cassiopeia era la más difícil de tratar para él.

Levantó la cabeza y saltó en su asiento al ver la cara en pánico de Katarina en la ventana del copiloto. La chica le pegaba en la ventana, haciéndole señas para que abriera el coche, al parecer no se había acordado de quitar el seguro.

Decidió abrir las puertas antes de que la mujer se pusiera aun más nerviosa y acabara rompiendo su pobre ventana, porque bueno, su coche no era barato, se negaba por completo a que sufriera otro golpe como en el pasado. Fue entrar y Katarina se ató el cinturón como alma que lleva el diablo, mirando hacia la puerta y luego volviendo sus ojos verdes a los marrones de Talon que tranquilamente la observaban sin acabar de comprender.

—¡Bueno, cuando tu quieras arrancas! —le chilló furiosamente, moviendo sus manos para todas partes.

Talon miró a la puerta del restaurante, viendo a las cuatro chicas de uniforme que acababan de salir y que no tardaron mucho en correr hacia su coche. Él sonrió antes de colocar su mano en el hombro de la pelirroja—¿Qué se dice primero?

Katarina siseó—Hola.

—No, lo otro.

—¿Gracias por esperarme?

Talon resopló y arrancó el coche. Una vez estuvieron en la carretera y bastantes metros alejados de las cuatro locas miró de reojo a la chica—No me refería a eso. No soy Cassiopeia —habló.

Katarina levantó una ceja sin entender que quería que dijera—No entiendo.

—El chisme.

—¿Qué chisme?

Las ganas de renunciar a sus preguntas y dejar que Cassiopeia se encargara de sonsacar todo lo que había pasado empezaron a invadir al chico. Mientras que una de sus hermanas era absurdamente inteligente y estratega, la otra era solo, SOLO, una mujer de acción y un poco picaflor.

Volvió a intentar—¿Cómo han sabido esos idiotas de la academia qué estabas aquí?

Ella rodó los ojos y se acomodó en el asiento—Deben haberme pillado por las cámaras.

Equipo Estelar (Basado en D.E.B.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora