Al entrar al lugar, Jooheon los encaminó a una de las tantas casas que se encontraban en la cuadra. Aunque la mayoría de estas no estaban en mal estado, a la que se dirigían era específicamente la de mejor mantenimiento.
Era de dos plantas, con una fachada color lila, combinado con un jardín podado y unas flores que lo adornaban. Otros detalles de la casa estaban en color blanco, como las ventanas y el techo del pórtico.
Antes de pasar, Jooheon se volvió hacia ambos, mirándolos con ese ceño fruncido que parecía tan característico ya.
—Los presentaré a Changkyun. Después les mostraré la camioneta —avisó. Miró al más bajo de todos—. Y tú, más te vale que te comportes y no toques nada.
Kihyun viró los ojos y se cruzó de brazos. Este tipo lo estaba irritando.
Una vez entraron al interior de la casa, pasaron por un corto pasillo, ahí había algunos cuadros de pintura artística, la mayoría eran de un rostro masculino de hoyuelos.
En lo que supuso que era la sala de estar, había una elegante chimenea, y en medio un gran piano. Justo enfrente, estaba la entrada al comedor, en él, posaban algunos cubiertos.
Kihyun recorría el lugar curioso. Era muy bonito y acogedor, se preguntó si esto era lo que uno llamaba hogar. Porque definitivamente parecía uno. Lo más probable es que no volviera a pisar un lugar así de agradable en su vida, si es que no moría primero.
—Esperen aquí, iré a traerlo —dijo Jooheon, antes de desaparecer en el pasillo y adentrarse en una de las puertas.
El castaño siguió curioseando. Sus ojos se posaron en un bello marco de fotografía, era color dorado, estaba encima de una mesita de madera. No dudó en ir a verla de más cerca.
El marco guardaba consigo una hermosa fotografía de dos hombres, uno de ellos era Jooheon por supuesto, quien tenía su dedo índice en la boca de otro sujeto, simulando la señal de silencio. Este sujeto misterioso era ligeramente más bajo, quizás de la altura de Kihyun, tenía el cabello negro, sus facciones eran masculinas, con una nariz afilada que resaltaba con esos lentes circulares.
En la otra fotografía estaban abrazados, sus rostros muy juntos y sus labios casi tocándose. Se veían tan lindos que sonrió inconscientemente. Al mismo tiempo, entendió que ese sujeto era tal vez algo más que un compañero para Jooheon. Eso no evitó que preguntara de todas maneras.
—¿El chico de la foto es Changkyun, no?
Hyunwoo, que hasta ahora no había prestado atención a lo que se refería, miró la foto y asintió.
—Y son pareja desde hace algunos años.
—Vaya, ¿y aún así eres su amigo?
El moreno puso una mueca de confusión al oír eso. Estaba insinuando algo duro, y eso le molestó.
—¿Disculpa? ¿Qué tratas de decir?
—No te ofendas grandote, pero no te ves como un tipo que uno espera que tenga amigos homosexuales, ¿me entiendes?
Hyunwoo chistó. De cierta manera ese comentario le había ofendido. ¿Esa era la imagen que proyectaba? ¿Así lo veía él? En primer lugar, ¿por qué le importaba? Ni siquiera lo conocía.
—Pues te sorprendería lo que te abre la mente el estar en medio de una pandemia. Te preocupas más en cómo sobrevivir, que en dónde meten el pene los demás.
Antes de que pudiera responder algo, Jooheon entró al lugar empujando a un hombre en silla de ruedas, rápidamente identificó al sujeto misterioso de la fotografía.
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H O S T • ˢʰᵒʷᵏⁱ
Science FictionEn un mundo apocalíptico al borde la extinción humana, Hyunwoo se ve envuelto en una misión suicida para salvar a un chico que podría ser la única esperanza para la humanidad. Contenido: • Una historia Showki. • Mención de otros grupos/idols. • Acci...