Redes De Amor | mitake

Capítulo 12: Conociendonos.

Capítulo largo.

(...)

Mikey estaba comiendo un Dorayaki mientras veía televisión, como siempre lo hacía. Él día estaba muy aburrido a su parecer porque no había nadie en casa. Shinichiro había salido con Wakasa, Emma se fue con Draken y el abuelo salió a quien sabe dónde.

Domingo por la noche y era todo aburrido. Takemichi no le contestaba los 50 videos y mensajes que le mando, y eso hizo que se sienta un poco preocupado.

Sus ojos carbón divagaron por toda la sala de star, más no había nada entretenido. Al recordar la conversación que tuvo con Draken esta mañana le entre una idea fascinante.

— ¡¡Uhg, lo odio!! — Declaró Mikey con enojó.

Su mejor amigo veía todo como si fuera cosa de todos los días. Bueno, es que sí, mikey estuvo quejándose por eso una semana completa.

— ¿Aún te acuerdas de eso? Pensé que ya lo habías olvidado. — Se cruzo de brazos y bufo.

— ¡Kenchin, yo jamas olvidaré a mi peor enemigo! — Recalcó el rubio.

Draken ya estaba harto, harto de escuchar como su amigo paraba quejándose de ese pobre chico. Así que algo pasó en su mente y lo dijo.

— Enano, ¿al menos haz intentado hablar con él? Inténtalo, se ve muy divertido. Incluso lo vi comiendo Dorayakis una vez. — Dijo el de tatuaje de dragón.

Mikey frunció en ceño y dudoso asintió. En su mente pensó que no era mala idea y cuando escucho la parte de Dorayaki sus ojos se iluminaron.

— Bueno...— Murmuró.

A pasos apresurados camino hasta su habitación y empezó a buscar ropa para ponerse en su armario. Se vistió rápido y antes de salir tomó las llaves de su casa y moto.

Ahora la pregunta era ¿Dónde quedaba la casa de ese "tipo"?

Entonces recordó que su amigo Mitsuya tenía información de todo tipo. Le pidió el favor por mensaje y en minutos le dio la dirección, se subió a la moto y relajadamente pensaba que excusa diría para sacarlo de su casa.

"¡Hay tarea en grupo!"

Fue lo único que pensó.

Cuando llego noto que era un departamento y subió hasta el piso cuatro. Tocó la puerta pero nadie salió, y así espero por un momento pero nadie salió.

— ¿Acaso no paran en casa o qué? — Bufo molesto.

Toco de nuevo la puerta pero más fuerte y esta vez salió aquel chico con el cabello despeinado, con pijama y unas notables orejas.

— ¿Qué se le ofrece a altas horas de la noche? — Preguntó él sin abrir los ojos, se notaba que luchaba por no dormirse.

— A ti. — Respondió Mikey.

— ¿Eh? — Desconcertado el pobre chico recién abrió los ojos y se dio cuenta de quien era.

Mikey no le dio tiempo al chico de que cierre la puerta y lo jalo fuera de ahí. Lo jalo hasta afuera del departamento y el pobre chico aún no sabía ni en donde estaba.

— ¡ehh, ehh! ¡Alto! — Intervino el chico.

Mikey volteo y ladeo la cabeza.

— ¿Quién eres tú? ¿A dónde me llevas? — Interrogó.