Capítulo 13: Mentiroso.

259 47 3
                                    

Después de tanto tiempo, tanta espera. Takemichi, siempre estuvo parado en el mismo lago cerca a su casa, aquel en el que se encontraba con Mikey-kun todos los fines de semana.

Pero él nunca llegó.

Pasaron días, semanas, meses y así años.

Mikey nunca llego.

Aquel vago recuerdo se quedó en el olvido y Takemichi aún seguía recordando su cara todos los días.

Con la misma pregunta:

"¿Se habrá olvidado de nuestra promesa?"

— Mentiroso. — Murmuró de una manera hostil.

Mientras tiraba una que piedra a aquel lago se arrepentía una vez más por haberse aferrado a una tonta promesa.

Takemichi estaba solo, solo el pobre.

Ahora con veinte años, ya no le quedaba a nadie más. Sus amigos habían desaparecido ¿Dónde se habían ido?

Takemichi se aferro a esa tonta idea de que Mikey podría ser su salvador de su soledad.

Entonces, él solo le quedó recordar a aquel Mikey tan lindo, amable y comprensible de él.

— ¿Qué habrá sido de tu vida, Manjiro? — Murmuró él para si mismo.

Desorientado a donde ir camino sin rumbo entre la lluvia esperando llegar a donde sea menos su casa.

Camino y camino, después de un arduo trabajo para conseguir dinero. Sin embargo, la vida nunca le ha sonreído, ahora era todo tan aburrido.

La vida ahora era insignificante para Takemichi, en medio de la soledad pero...

Él quería vivir.

Quería sentir la libertad, quería vivir para ser libre.

Entonces perezosamente abrió la puerta de su casa y procedió a sacarse los zapatos antes de que su madre lo regañe por ensuciar el piso.

— Llegas tarde. — Reclamó ella.

— Hice horas extras. — Contestó.

Takemichi no perdió más tiempo y empezó a caminar en dirección a su habitación, donde pasaba la mayor parte de su tiempo.

Todo el día ahí, sin hacer nada más que su dichosa tarea y dormir.

Ni siquiera tenia celular para comunicarse, estaba solo.

No podía ir más allá de su universidad e ir a buscar a sus amigos porque sabía en el fondo que ellos lo habían olvidado, o eso lo creía.

(...)

— ¡¡Hanagaki Takemichi!! — Alzó la voz su jefe.

El nombrado volteo a la dirección del llamado pero sorpresivamente recibió una cachetada que hizo su labio sangrar.

— ¡¿Por qué diablos llegaste tarde hoy?! — Interrogó furioso el jefe.

Los demás empleados observaban todo con pena, incluso algunos lucían furiosos por lo que hizo el jefe.

Siempre se desquitaba con Takemichi.

— Perdón señor, salí tarde de la universidad. — Hizo una reverencia.

— Pero que puta perdida de tiempo, alguien como tu jamás llegaría a ser alguien en la vida. — Burlo él.

En ese momento los demás empleados, o solo dos, se pusieron adelante de Takemichi y lo protegieron indignados.

Redes De Amor  | mitakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora