CAPÍTULO 7 La Enfermería

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Al llegar a la enfermería, Owen me recostó en una de las camillas para que descansara. La enfermera se asombró del estado de mi rodilla, algunos compañeros vinieron con nosotros y trataron de explicar lo que había pasado, pero ella estaba realmente sorprendida.

Me preguntó sobre qué me había pasado y sólo le conté la misma historia que los demás, no dejó de estar asombrada. Limpió la herida, la suturó y luego la enyesó, me pidió que me mantuviera allí tomando reposo, también me dió algunas pastillas para el dolor y me pidió que no me moviera tanto.

Mis compañeros me dieron fuerzas y me pidieron que les avisara cualquier inconveniente que tuviese. Les agradecí mucho por todo lo que hicieron hoy y se despidieron para ir a sus clases.

Owen se quedó conmigo, se sentó en una silla al lado de la camilla, notaba lo preocupado que estaba, intenté animarlo, pero sólo se quedaba viéndo mi rodilla.

— Oye sabes que no tienes que verme tanto la rodilla, me pone algo incómodo. —le sonreí.

— ....... —no recibí respuesta.

— ¿Owen? —me preocupé un poco.

— ¿Tu cuerpo es demasiado fragil o algo así? —me preguntó con firmeza.

— Mmm....... Más o menos. —sólo pude decirle eso.

— No era normal la forma en la que tus compañeros te protegían en todo el juego. ¿Tiene algo tu cuerpo? Tampoco es normal que toda tu pierna se vea afectada por un golpe en la rodilla.

— No lo sé, cosas anormales de mi cuerpo.

— Me agradaría escuchar esa historia. ¿Me la podrías contar? Esto es grave Keith. —alzó su voz.

— No creo que sea tan grave.

— ¡¡No me jodas!! Tu pierna se puso morada y empezó a sangrar sin detenerse por un estúpido golpe en la rodilla, ni siquiera te clavaste algo como para que empiece a sangrar de esa forma. No me puedes decir que no es nada grave. —me gritó enojado.

— Owen estoy bien, no hay por qué preocuparse.

— Entonces respóndeme ¿por qué tu pierna está en éste estado por un maldito golpe en la rodilla? ¿Por qué tuvo que ser enyesada toda tu pierna si sólo debió ser la rodilla?

— ....... —no sabía qué debía responder.

— ¡¡¡Respondeme!!! —gritó levantándose bruscamente de la silla.

— ¡¿Y qué quieres que responda? ¿Que soy un débil de mierda que debe cuidarse en la calle para que no le pasen estas cosas?! —le grité también, era un tema que me afectó toda la vida.

— .......... —se tiró a la silla sin decirme una palabra. Para luego mirarme y seguir— Está bien, si no me quieres decir, entonces no lo hagas. —dejó de verme.

Su preocupación aumentaba cada vez más y notaba su impotencia de no poder hacer algo para ayudarme.

Nos mantuvimos callados por un largo tiempo hasta que me quedé dormido debido al medicamento.

Tuve varias pesadillas que me hicieron despertar bruscamente. Ví el reloj y solo había dormido 20 minutos.

Me volteé a ver a Owen, quien se había quedado dormido en la silla, creí que se había ido, pero no fue así.

— Owen. —lo llamé intentando despertarlo.

No respondió, estaba profundamente dormido. Lo volví a llamar con un poco más de fuerza en mi voz, pero tampoco reaccionó. Lo dejé tranquilo y me dispuse a descansar.

Owen y los 7 PrisionerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora