Owen y los 7 Prisioneros

CAPÍTULO 10 Un día agradable

Desperté un poco mareado, no dormí mucho de todas formas. Owen no estaba, lo que me pareció raro, considerando la cara de muerto que tenía al cuidarme, creí que se quedaría dormido más tiempo.

Escuché ruidos en la cocina, me imaginaba que sería Owen. Miré el reloj de la sala y eran las 9 de la mañana, algo temprano para mi gusto, había dormido dos horas, me pareció extraño, dormí mucho más de lo que esperaba. Me levanté con ayuda de las muletas  y me dirigí a la cocina.

—  Buenos días. —dije un tanto somnoliento.

— ¡¡¡Hola!!! —me dijo una energética Lana saludándome con las manos.

— ¿Lana?

— ¿Si? ¿A quién más esperabas tontito?

— Ah ok, a nadie. Creí que te despertarías a las 11 más o menos.

— Hahahahaha no. Logré levantarme más temprano. —me sonrió, estaba entusiasmada.

— Oigan me siento horriblemente cansado, siento como si me hubieran metido una paliza. —Sam se acercó a nosotros con un humor algo peculiar. — Ah, hola Keith.

— Hola, buenos días.....

— Me sorprendió verte, no esperaba que llegaras aquí. ¿Quién te trajo? —tenía mucha curiosidad.

— Ah....... pues.......verás....... es gracioso la verdad. —respondí con algo de vergüenza.

— ¿Y quién te dió esas muletas? —preguntó el chico con seriedad.

— ........

No sabía qué contestar, sólo me preguntaba ¿Dónde estás Owen?

— ¿Y bien? ¿No nos puedes contar o qué? —mi amigo estaba empezando a fastidiarse.

— .......... —seguía sin saber qué decirles.

¿Por qué se fué? ¿Y si él no quería que ellos se enteraran que estuvo en la casa? Maldición. Me ubiese dicho que no le gustaba molestar, hubiera preparado una escusa para ellos.

— ¿Estás bien? ¿Por qué no nos quieres contar? —preguntó la pelinegra con mucha intriga.

— Pues........verás.......

— Keith, que bueno que ya estás despierto. ¿Cómo te siente? —se dirigió hacía mí una voz que conocía muy bien.

— ¿Quién eres tú? —se sobresaltó mi amiga.

Owen sólo quedó inmóvil sin poder decir algo. Debía decir algo antes de que ambos le saltaran encima pensando que es un ladrón.

— Ah ver, déjenme presentarlos, Lana, Sam él es Owen, Owen ellos son Sam y Lana. —los presenté con desgana.

— ¿Heeeeee? ¡Eres el otro chico que sacó 100! —Lana lo apuntó con su dedo.

— Eh..... Si....... Mucho gusto. —dijo algo incómodo

— Wau. Muchas felicidades Owen. —dijo mi amigo sorprendido.

— Gracias.........

— Joder........ ¿Por qué uno es estúpido? Ustedes hacen ver el estudio como algo para niños......los odio. —volteó la mirada haciendo un puchero.

— Lana tranquila. No seas tan mala con ambos. —le puso el hombro a mi amiga.

— Es pura envidia, no me hagan caso. —respondió de mala gana.

— Hahahahaha. Bueno, respondiendo tu pregunta anterior........ Owen fué quien me trajo y.........me regaló las muletas.

— Awwww........ Gracias Owen. De verdad gracias por cuidar de Keith. —tomó las manos de Owen y le dió una gran sonrisa.