LUZ Y OSCURIDAD

Capítulo 7

—sí, salgamos-me dijo mientras carraspeaba por el humo

Intentamos bajar por la escalera, pero el fuego no lo impedía, así que destroce una ventana para poder bajar, fui a las habitaciones y quite las cortinas armando una cuerda para escapar.

—mamá, escúchame baja y corras y te esconda lejos del castillo, luego iré por ti.

—y tú que harás porque no vienes conmigo dallas dejemos que los guardias lo resuelvan— dijo mi madre mientras lágrimas rodaban por sus mejillas mire hacia atrás y el fuego se extendió más escuche abajo como Arturo nos llamaba.

—no puedo ir contigo mama tengo que proteger a mi pueblo y recuperar a mi hermana, mama recuerda que te amo mucho, ahora baja y ve con Arturo.

Mama bajo por la cuerda improvisada, y yo corrí hacia mi habitación, el fuego todavía no se extendía hacia allí, pero tendría que darme rápido, me estaba quedando sin oxígeno, al llegar a mi habitación encontré mi armadura negra y me la puse cogí mi espada, corrí fuera de mi habitación, el castillo se estaba derrumbando y tendría que salir de allí cuanto ante posible corre hacia la ventana y el castillo a mi espalda exploto, y todo lentamente se volvió negro pasaron unos cuantos minutos hasta que sentí que alguien me arrastraba abrí mis ojos y me encontré con Arturo.

—estás bien hermanita— dijo Arturo

—sí, Arturo escolta a las personas a arcadia, yo iré al hospital a buscar a papa.

—está bien ten cuidado si— dijo Arturo asentí con la cabeza y con mi espada en mano me eche a correr ayudando a los soldados, todo era un desastre había soldados de addelfierld tirados en el suelo, seguí defendiéndome y abriéndome paso hasta el hospital miré a mi alrededor mi aldea estaba destruida los aldeanos eran expulsados de su hogar y lo exterminaban, una furia en mí creció y como si mi cuerpo se me moviera por sí solo corrió hacia aquellos soldados sostuve mi espada con fuerza y vi como una corriente negra salía de ella corrí hacia ellos con furia y en un abrir y cerrar de ojos todos los soldados estaban muertos y todo a mi alrededor oscureció y de esa oscuridad surgió una voz.

—dallas— dijo aquella voz

—quién eres-respondí mirando a mi alrededor todo era oscuridad

—soy nix y sé que necesitas mi ayuda para poder ganar esta batalla y recuperar a tu hermana.

—yo no quiero una guerra nix solo quiero acabar con ella y quedar en un acuerdo con addelfierld.

—crees que ellos quieren un acuerdo y si solo quieren guerra y destrucción que harás dejar que destruyan tu reino-dijo nix

—no todo se basa en guerra y destrucción nix una guerra será mi último recurso por si las cosas no salen como lo tengo planeado le dije con voz neutra

—eres muy ingenua dallas— han destruido tu aldea y vas a dejar que lo sigan haciendo, tienes un gran poder capaz de destruir todo y no lo utilizas, han secuestrado a tu hermana, tal vez por eso te abandonaron, eres muy débil— dijo nix burlándose

—Cállate, eso no es verdad, tú no sabes nada— dijo dallas gritando al vacío

—yo lo sé todo dallas te voy a guiar en esta guerra, pero romperé un sello que impide que tu poder se manifieste completamente— nix extendió su mano hacia la espalda de dallas y con un conjuro rompió el sello.

Un grito desgarrador se escuchó por todo el reino, una luz negra invadió el cuerpo de dallas quien yacía en el suelo, el rey Aimar corrió hacia dallas, sabiendo que el sello que poseía había sido roto.

—dallas— grito mientras corría hacia su cuerpo, el cual yacía en el suelo

—dallas estás bien— dijo con preocupación

—Sí, papa, estoy bien, la guerra aun con continua— dijo dallas parándose como si nada

La lucha continuaba, cada vez había más muertes, el cielo se volvió rojo, lograron sacar hacia un lugar seguro a cada aldeano de River fall, a lo lejos dallas vio como Arturo luchaba con 10 soldados de addelfierld defendiendo a la reina, pero no se percataron que un soldado con una espada se dirigía hacia ellos dallas percibiendo lo que sucedería corrió sujetando su espada