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El Miedo era el sentimiento que invadía a la pequeña Ri'ya, nunca había pasado tanto tiempo sola y mucho menos se había alejado tanto de su hogar. Hace poco había amanecido por lo que, según sus cálculos, tenía suficientes horas para llegar al clan antes del eclipse.
Sus piernas dolían ya que no había tomado ningún descanso desde hace horas, prefería llegar mientras aún había luz, y si se tomaba esos descansos que su cuerpo pedía, probablemente se le haría tarde.
Durante el camino comió un poco de la fruta que tomó antes de irse de su hogar, llevaba bastante tiempo sin haber tenido una comida apropiada o completa, y eso mezclado con el llanto, hacía que se sintiera como si su cabeza fuera a explotar.
- Gran madre, ayúdame, llevo pocas horas caminando y mi cuerpo ya se quiere rendir.
Seguía viendo el bosque encantada, era inexplicable, era diferente a lo que rodeaba al clan Anurai, había muchísima más vegetación.
Mientras caminaba vio a lo lejos un Palulukán. Había escuchado muchísimo sobre estos animales, el clan Anurai les tenían un gran respeto y lo consideraban su animal tótem.
De vez en cuando se hacían rituales y fiestas en la aldea, todos bailaban y cantaban, ella se presentaba frente al clan con otros jóvenes y con niños pequeños, juntos bailaban al ritmo de la música Anurai.
En estas celebraciones, se usaba los tótems en forma de Palulukán para enseñar acerca de la unidad y la confianza.
Fueron momentos hermosos, momentos que se convirtieron en recuerdos y recuerdos que algún día se volverían historias.
El gran animal parecía hacer contacto visual con ella, al rededor de el Palulukán estaban las que parecían ser sus crías. Ri'ya no sabía qué hacer, pero al ver que el animal no hacía nada y simplemente la veía, ella se alejó lentamente.
Aun después de todos sus esfuerzos y la poca cantidad de descansos que tomó, no encontró el clan antes de la noche. Los árboles no eran tan altos, por lo que subirse a uno no sería la mejor opción, optó por esconderse en una pequeña cueva y poner una gran roca en la entrada de esta.
Era el mismo sistema que en su casa, el pequeño clan al que pertenecía vivía en el santuario de huesos, era una cueva enorme con pequeñas cuevas dentro, las personas dormían en su respectiva cueva y cubrían la entrada con una piedra para mayor privacidad.
─ ･ ｡ﾟ☆: *.☽ .* :☆ﾟ. ─ Neteyam POV
Todo en casa es un total caos, mis hermanos menores y yo nos despertamos gracias a los gritos de mamá y las fuertes pisadas de mi padre.
- ¿Que sucede? ¿Porque hacen tanto ruido? - Lo'ak fue el primero en acercarse a preguntar. Mientras formulaba la pregunta, mamá corrió lejos de donde estabamos y se adentró en el bosque.
