La tercera en Discordia - DRARRY

CAPÍTULO 04

Harry bajaba junto a Ron, ambos conversando sobre una tarea que les había dejado el profesor de Defensa, cuando se detuvieron frente a un Bugatti rojo estacionado. Draco, con un look juvenil y unas gafas negras que acentuaban su misterio y atractivo, se encontraba al volante. Ron, impresionado, se quedó estático mientras Harry sonreía ampliamente y se acercaba al rubio.

—¡Buenos días, Draco! —saludó Harry con entusiasmo.

—¡Buenos días a ti también, niño! —respondió Draco, sacudiendo su cabello desordenándolo aún más—. Buenos días, Ron.

Ron, observando la escena con un aire perspicaz, saludó con la cabeza.

—Suban —pidió Draco amablemente, abriendo la puerta del copiloto—. Los llevo a Hogwarts.

Harry hizo pasar primero a Ron, quien se acomodó en la parte trasera del auto. Sin embargo, Draco arregló el asiento para que Harry ocupase el lugar de copiloto. La mirada de Harry era única; nunca antes había visto a Draco sonreír tanto en la mañana. El viaje fue rápido, y Harry y Draco conversaban animadamente sobre un parque de diversiones, aunque Harry no entendía del todo a dónde quería llegar Draco con el tema.

Al llegar, el primero en bajarse fue Harry, seguido por Ron, y por último, Draco, quien se acercó a él y le tomó de la mano, un gesto que hizo que Ron levantara una ceja, preguntándose qué estaba pasando entre esos dos. Harry se encogió de hombros al pensar que tal vez estaba sobreanalizando la situación; solo estaban siendo más amigos.

—Vamos, Harry —llamó Ron, sonriendo.

—Adelántate, Ron. Tengo algo que hacer —pidió Harry, observando cómo su amigo pelirrojo se despedía de Draco con un gesto y se dirigía a su clase.

—¿Trajiste mi mochila? —preguntó Harry al ver a Draco.

—Sí, está en la parte trasera —respondió Draco, abriendo de nuevo la puerta del auto y sacando la mochila. Harry la tomó con desesperación para sacar su cargador.

—Gracias —dijo Harry, sintiéndose aliviado.

—No hay de qué. Por cierto, no creo que debas llevar esto ahora —dijo Draco, sujetando suavemente la mochila, rozando sus manos—. Déjala en el auto. Recuerda que después de las clases te llevaré a la fundación.

Harry cayó en cuenta de eso y aceptó de inmediato. Aunque no quería imponerle nada a Draco, sería una buena excusa para verlo más tarde. Draco volvió a colocar el seguro en el coche y ambos caminaron hacia la universidad, donde Draco le contaba emocionado que ese día presentaría sus propuestas de viaje al director.

............

—¡Harry!

El grito emocionado pertenecía a su mejor amiga, quien venía corriendo a su encuentro. Harry se volvió para encararla y se dio cuenta de que no venía sola, sino acompañada por Draco, quien lucía relajado y con una sonrisa de comercial en su rostro.

—¿Qué pasa, Hermione? —preguntó Harry.

—VeniainvitartealpaseodelosSlytherin —habló tan rápido que no se le entendió nada.

—Amor, tranquila, respira. —Draco trataba de calmarla, tocándole suavemente los hombros. Hermione se tomó unos minutos para regular su respiración.

—Pansy me contó que aprobaron su viaje y nos invitó.

—¿Pansy te invitó? —preguntó Harry, intranquilo. Draco había dicho que podían llevar a cinco, y pensaba que iría él y otros cuatro extraños.

—¡A nosotros sí! Tú, Ron y yo.

—Oh... claro, me gustaría ir.

—Ni siquiera te dije el lugar —respondió Hermione, incrédula, pero Harry ya lo sabía. Había estado allí cuando Draco lo eligió; de hecho, podría decir que el chico lo eligió por él, ¿cierto?