1

1.1K 76 59
                                    


"¿Has pensado alguna vez en una carrera como solista?" Preguntó Lucky Flickerman a la invitada del día en su programa, Lucy Gray.

Genuinamente se veía hermosa, y es que a ella le encantaba cuidar de su apariencia. Su cabello castaño rizado caía por sus hombros, estaba maquillada de forma sutil a excepción de sus ojos que estaban adornados con glitter plateado a juego con su vestido de lentejuelas.

El público esperaba ansioso su respuesta, pero ella se notó tranquila y a gusto durante toda la entrevista, sentada en el sillón frente a Lucky, siempre con una sonrisa en el rostro.

"No, de hecho no sería capaz de seguir con la música sin The Covey. Somos una familia, un equipo, no sería lo mismo si alguno faltara."

"¿No es encantadora?" El público empezó a aplaudir de acuerdo con las palabras de Lucky.

"Heyy" Se quejó Tigris cuando su primo apagó la televisión frente a ella. "Estaba viendo eso" se cruzó de brazos mirándolo mal.

"Que desafortunado" Dijo Coryo sarcásticamente, a lo que Tigris le lanzó un cojín, pero él lo esquivó "Necesito que me ayudes a elegir que ponerme para el cumpleaños de Sejanus esta noche."

Tigris más que una prima era la mejor amiga de Coriolanus. No había nadie en el mundo en quien él confiara más, desde pequeños habían estado juntos y ella siempre lo cuidó como si fuera su hermano menor.

"¿Y porqué haría eso? Acabas de interrumpir mi programa."

"Porque nadie sabe más sobre ropa que tú" Ella lo miró alzando una ceja "Y eres mi prima favorita"

"Soy tu única prima."

"Por favor, Tigris. Estoy desesperado, no encuentro nada que usar y necesito estar a la altura."

Coryo era muy meticuloso con su apariencia, los pequeños detalles para él eran muy importantes. Se esforzaba en mantener su cabello rubio en perfectas condiciones y portaba consigo siempre una rosa de la colección de su abuela, cuya fragancia era embriagadora. En cuestiones de atuendos hacía lo mejor que podía con lo que tenía, luego de la muerte de sus padres no podía permitirse comprar ropa muy seguido. Tigris, su abuela y él habían salido adelante pero no había sido fácil, aún existían lujos que no podían permitirse.

Esa era una de las razones por las que le ponía tanto empeño a sus estudios. Quería algo diferente para él, un mejor futuro, una mejor vida.

"Bien, sígueme."

Tigris se levantó del sillón y caminó hacia su habitación con Coryo siguiéndole el paso. Al llegar empezó a rebuscar en el armario, al cabo de unos minutos le arrojó una camisa que él logró atrapar.

"Wow, ¿acaso es..."

"Si, le hice algunos cambios el otro día para mi clase."

Ella estudiaba diseño de modas y se le daba increíblemente bien, era muy talentosa. Coryo sabía que tendría mucho existo en el futuro.

"Es perfecta, Tigris. Gracias."

Se trataba de una vieja camisa que alguna vez perteneció al padre de Coriolanus. Todas las prendas de sus padres permanecían en el closet de su respectiva habitación, por lo que se conservaban casi intactas. Tigris había cambiado completamente el diseño de la camisa, dándole un toque moderno y único, de no ser por el perfume que la prenda aún desprendía no la habría reconocido.

Esa noche le dio el último toque a su outfit colocando una rosa blanca en un prendedor al lado izquierdo de su pecho. Complementando el atuendo y desprendiendo ese aroma que le fascinaba.

The ballad of what would have happenedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora