El adiós no es para siempre, porque como dijo Kafka formas parte de mi aunque no vuelva a verte nunca, ante tu ausencia, pasas de estar conmigo a estar en mi...
~Vera.
Me gustaría decir que aquel tatuaje que marcan mi costillas no lo hizo porque nunca te olvidé, pero estaría siendo una mentirosa que oculta su verdad más cruel.
✩
Mi cuerpo se estremeció y libere mi cabeza haciendo mi desayuno, un café con leche y chocolate libera todo pensamiento, toque mis costillas en donde encontré un tatuaje marcado en mi piel con tinta negra, solté un suspiro agotador, una vez listo mi café me dirigí al balcón color blanco que deba vista a la ciudad, me senté en el suelo frío y me enrolle con mis brazos para disfrutar la hermosa vista de la mañana.
Un puf me vendría bien, pensé visualizando el espacioso lugar del balcón.
La taza se vacío y solo quedaron restos de café en el fondo, el silencio y la tranquilidad inundaron el lugar, el viento chocaba en mi cara removiendo mis pestañas ligeramente, hasta que se escucho el timbre de la puerta.
-¿Bueno?
-Hija, amor ya llegamos con los muebles.
-Bajando.
No eran tantos muebles, solo los esenciales, una cama nueva de dos plazas, unos pequeños sillones para la sala, una pequeña tele de pantalla plana para la pared y unos bancos para la barra de la mesada.
Acomode estos en los espacios vacíos de mi casa con una religiosa simetría.
-Amor, adivina que falta hacer... - maite apareció haciendo saltitos de alegría y con cara de niña de 5 que esta por recibir un chupetin-.
-Amm, faltan platos, cubiertos, sabanas...- fui interrumpida por un grito de alegria-.
-Día de compras!!
A maite le encantaba ir de compras y la elección de utensilios para una nueva casa decía mucho de la persona, había que elegir cosas bonitas y elegantes.
Me esperaba un largo día, largo pero divertido, o eso espero.
(...)
Mi cuerpo estaba agotado, necesitaba una ducha fría, el calor me estaba matando.
Esa noche cenamos en familia, unos fines con salsa hechos por mamá eran la gloria, la cena se trató de lo que haríamos esta semana entera para tener todo listo, cuando la cena termino se despidieron de mi y se fueron a un departamento no muy lejos de aquí.
No dude ni un segundo el cerrar la puerta con seguro y me dirigí a la ducha.
El agua chocaba con mi cuerpo bajando por el camino de mi espalda, me cabello se pegaba a mi piel y mojada mientras que el shampoo se desliza por este. La esponja recorrió todo mi cuerpo para quitar La suciedad pegada en esta, las canillas de metal frío se cerraron con mi esfuerzo y una brisa recorrió mi desnuda figura, enrede unas de las toallas en mi cabello y otra en mi pecho para poder tapar mi cuerpo casi completo.
Mi pijama se encontraba encima de mis sabanas blancas ya listo para ponérmelo y adentrarme entre las sabanas.
Mi cuerpo pareció desaparecer en la cama, mi cuerpo se durmió y mi cerebro también.
(...)
Esta semana empiezan las clases, la universidad ne queda a unas pocas cuadras de distancia, y tenía prácticamente todo hecho y preparado para empezar el primer año.
Los días pasaron volando, en un abrir y cerrar de ojos ya habían pasado 5 días y a la mañana siguiente decía madrugar para ingresar a horario.
Se hicieron las 11pm, la cena ya estaba caliente y y la televisión estaba en una película de terror, a las 12pm ya estaba cepillando mis dientes para ir a descansar a mi cómoda cama y al día siguiente poder despertar sin problemas.
Mis ojos se abrieron de la nada, pero no estaba en mi cuarto, estaba en frente de un ventanal que me iluminaba, mis ojos estaban fijos en los edificios, hasta que una voz masculina y grabe interrumpió a mi alrededor.
-Nos volvemos a encontrar.. bonita.
Mi cara de confusión demostraba las miles de preguntas de todo esta situación que tenía en frente. Pero me confundió más cuando mi cuerpo con testo sin que yo pensara en hacerlo.
-Hola chico guitarrista... tanto tiempo.
No sabía exactamente a quién le respondía, ya que la habitación estaba completamente vacía, a mi lado derecho se encontraba una cama desarmada y del otro lado un cómodo y apetecible sillón de cuero suave.
-Extrañaba ese apodo bonita.
Chico guitarrista... bonita... el ventanal.
Yo conocía ese lugar y después de unos minutos lo descifra, estaba en esa mañana, mi piel se reflejaba desnuda, pero esa voz no era la que yo recordaba.
Ring...ring
Mis ojos se abrieron como platos cuando escuché la alarma, volví a mi habitación, fue solo un sueño.
Frote mis ojos con mis puños y miré la pantalla que brillaba a mi costado, las 5am, perfecto.
Levante mi cuerpo de la sabanas y me dirigí al baño.
-Dos horas de trabajo... alcanza.
Para mi primer día debía ir lo mejor posible, para dar la mejor de las impresiones así que me desperté 2 horas antes para poder prepararme, me di una ducha, me depile, seque y peine mi cabello, me puse cremas y perfumes, elegí unos jeans anchos tiro bajo, con una camiseta que no llegaba a taparme el ombligo, donde se podía divisar una joya brillante colgando de el, que a pesar de que allan pasado años lo mantenía intacto.
Mi cabello caía por mi espalda en forma de bucles desarmados haciendo que mi cabello obscuro se viera con más volumen, mis pestañas estaban arqueadas y con un ligero delineado en punta, mis uñas eran de color negro y la mayoría de mis dedos llevaban anillos plateados.
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Espero que te halla gustado el capitulo de hoy.
Me gustaría y te agradecería que dejes un comentario y un voto positivo, gracias!!
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Lass Mich Dich Fühlen.// Déjame Sentirte. // Tom Kaulitz. #1
RomanceUna chica viaja con propósitos sexuales hacia un chico alemán que traía a cualquiera a sus pies. Sin esperar que ella terminaría teniéndolo a sus pies con tan solo un encuentro "Diferente" al que nunca antes halla tenido. Sin querer separarse como d...
