~07~

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—¿Te duele algo? ¿Quieres que te ayude?Deja yo lo llevó, no cargues peso –dijo Jungkook quitándole la bolsa de plástico de la mano, junto a la maleta del omega.

Jimin no tuvo tiempo de decir nada, el alfa estaba como loco haciendo todo de su parte, ayudándolo a mudarse a su gran casa y sin dejar que pudiera quejarse.

No quería ser una molestia para el pelo negro.

Se sentía el tercero en discordia.

—Jungkook de verdad no hacia falta... –dijo acercándose al peli negro e intentar ayudarlo a subir la maleta, pero este gruño alejando lo.

Jungkook se había puesto en modo sobre protector con él, incluso tuvo un momento de celos cuando fue un alfa quién revisó las partes íntimas del omega.

Tuvo que abrazarlo para tranquilizar su alterado alfa.

—El médico dijo que el embarazo estaría bien si no hacías mucho esfuerzo y comía adecuadamente–dijo en modo de regaño–Yo acepte cuidaros, a ti y a nuestro hijo o hija.

Nuestro.

Jimin abrió los ojos sorprendido y conmovido, aquella palabra lo hizo sentirse tan feliz, pero triste al mismo tiempo.

¿Y si jugaban con él de nuevo...?

¿Y si todo era mentira...?

¿Una trampa de un alfa para un pobre omega...?

Jungkook tenía esposa, dinero, una vida de lujo y los privilegios de ser alfa de alta clase.

Jimin por su parte...

Él era un simple omega.

—Pero...

Unos dedos se posaron en sus labios, callando sus palabras y dejándolo congelado, sintiendo la mirada fija del alfa clavarse en su alma, mirándolo directo a los ojos y acercándose hacia él lentamente, mientras con su otra mano rodeaba su cintura y teniendo cuidado con su vientre, lo pego a su cuerpo.

Jimin sentía el aliento de Jungkook mezclarse con el suyo, igual que su aroma.

Su mano viajó hacia su mejilla y la acarició con cuidado, juntando sus frentes mientras cerraban los párpados, concentrados en sus respiraciones y en los latidos fuertes del corazón del otro.

Llegando a escuchar a sus lobos llamarse desesperados.

Sus labios picada deseando besarse como aquella noche.

Llenos de pasión.

Deseo.

Amor.

Hambre.

Aquella noche donde sus lobos se unieron para crear aquella pequeña criatura, dormida en su vientre y esperando ser querido por todos.

Pero Jimin sentía miedo, sus feromonas lo delataban.

Agachado la cabeza y apartándose un poco del alfa, abrazándose a si mismo en busca de protección.

—Lo siento, no quiero ser una carga y menos molestarte Jungkook... –dijo algo inquieto–Agradezco tu empeño, me alegra que estés preocupado con él bebé, pero... No quiero molestarte, me iré lo antes posible lo juro...

No.

No, claro que no.

Hablo el alfa de Jungkook y este rápidamente negó acercándose, tomándole las manos con delicadeza.

—No eres una carga Jimin, eres el padre de mi hijo y eso es lo único que tengo en mente, tu te quedaras aquí por que quiero cuidarte, a ti y NUESTRO bebé –dijo Jungkook con una sonrisa, mientras le levantaba el mentón y lo hacía mirarlo a los ojos.

Directo a su alma.

Un alma pura de alfa.

Jimin se sintió envuelto en una nueve suave de respetó, las calidad manos del peli negro sobre las suyas y acariciando lo de una manera tan dulce.

¿Qué clase de juego era ese...?

Si era un tipo de broma...

Jimin había caído rendido.

Escondiendo su rostro en el cuello del alfa y quedar escondido por el resto del día, con los ojos llorosos, mientras su cuerpo temblaba y se aferraba al del alfa.

Jungkook sonreía acaricaiandole la cabeza y espalda, sintiendo su corazón cálido.

Una sensación extraña...

Algo dentro de su pecho.

Un Alfa Extraño [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora