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—¿Seguro que estas bien?¿No quieres que vaya a ayudarte?-pregunto Hoseok al otro lado de la linea.

—No hace falta de verdad, Jungkook se encarga de consentir todos mis antojos...-dijo un poco avergonzado, recordando como había despertado al alfa a las cuatro de la madrugada, simplemente por que quería un helado de mango.

—No suenas muy convencido, seguro que estas bien?-insistió el beta.

Jimin suspiro.

—No, la verdad no...es un poco extraño, me siento una carga-confeso con la voz un poco temblorosa-Siento mucho lo de tu hermana, debe de estar muy mal...

Hoseok se rio y eso dejo confundido al omega.

—Mi hermana trajo a un alfa después de llorarle a mi madre toda la tarde, hicieron de todo menos hablar eso te lo aseguro-dijo aguantándose la risa, pero a veces le salía.

Jimin no sabía cómo sentirse.

Estaba algo confundido.

No sabía si era por la alteración de hormonas por el embarazo o la actitud tan protectora del alfa, era la primera vez que veía un alfa tan cariñoso y atentó.

Extraño...

Eso era.

—No te sientas mal Mimi, harás que el bebé se sienta mal también-dijo Hoseok con un tono más preocupado y serio.

Jimin suspiro.

—Lo se Hobi, pero no puedo quitarme de la cabeza esa sensación... Me siento una carga para todos en este momento...

Unos brazos rodeando su cintura lo sorprendieron, haciendo que soltara un grito y preocupar al beta por el otro lado del teléfono.

—¿Jimin, estas bien?

No pudo contestar cuando el aliento caliente del alfabeto, golpeo su nuca y causando que temblará, una corriente eléctrica paso por toda su espalda y volvió su piel gallina.

—No eres ninguna carga, cuantas veces tendré que decírtelo? -dijo Jungkook con los ojos cerrados, acariciando su cuello con su nariz y disfrutar del aroma a frutos de Jimin, dejándole un pequeño beso en aquella piel desnuda.

Jimin se volvió un tomate y colgó el teléfono rápidamente.

—Lo siento... -dijo bajando la cabeza y tratando de ocultar su vergüenza, pero sus manos fueron tomadas por las del más alto.

Jungkook beso sus nudillos con cuidado, besando el resto de su mano y dedicándole sonrisas tiernas, mientras se iba acercando hasta dejarle un suave beso en la frente, Jimin no se quejó y se dejó mimar por el alfa.

En ese momento estaba algo triste y deseaba ser consentido.

—Jumm... -se quejó cuando Jungkook le apretó las mejillas para besarlo con fuerza y comenzó una especie de berrinche, cautivando el corazón del más alto.

—¿Mejor?-pregunto Jungkook dándole un último beso y mirarlo con una sonrisa, viendo sus mejillas rojas y sus ojitos brillosos.

Se quedaron unos segundos mirándose a los ojos, Jungkook dibujando una sonrisa en su rostro para Jimin, encantado del brillo de sus ojos y la belleza natural que irradiaba, era como ver un diamante pulido en primera persona.

Una joya preciosa.

Tan valiosa.

Sin poder controlarlo abrazo al omega, atrayendo lo a su pecho y dejando que sus aromas se mezclaron, tenerlo tan cerca era una agradable sensación en su pecho.

Sentía su alfa mover la cola emocionado.

Contento.

Feliz.

Jimin se acurruco en su pecho, apoyando su cabeza en sus pectorales y usarlo como almohada, era tan cómodo.

Su aroma era tan suave.

Dulce y cálido.

—Un poco más... -murmuro Jimin, abrazándose con más fuerza al alfa y no soltarse.

Jungkook rio atacado por la ternura que le acusaba esa escena y como alfa obediente, estuvo toda la tarde consintiendo al omega de todas las formas.

Dándole besitos en las mejillas y frente, darle abrazos cálidos y darle toda la comida que pedía por sus antojos.

Jungkook se volvió sumiso ante Jimin.

Padre de su bebé.

Su omega.

Un Alfa Extraño [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora