14-especial

115 12 0
                                    

Las palabras de mi amigo retumban en mi mente—¿estás loco? ¡No es mi chica! Solo me estaba ayudando...Hay una mujer, ella en verdad me gusta, Chloe, solo me daba consejos.

Sigo conduciendo como un loco en dirección a la casa de la chica que siempre me gusto. Al llegar, estaciono el auto y me bajo—wow, wow, ¿a dónde va?—Miro a mi derecha y veo a su mejor amiga.

—Necesito hablar con ella.

—¿A qué te refieres?

—A Chloe, sé que me comporte como un idiota y quisiera disculparme.

—Pues, llegaste tarde.

—¿Por qué?

—Porque, se casó y se fue.

—Espera...¿qué?—Aquello hizo que mi corazón se detuviera y un nudo se comenzará a formar en mi garganta y estómago.

—Es broma—se comienza a reír—pero lo de irse, no era broma—dijo sería—eso sí, que es cierto.

—¿A dónde?

—Dime, ¿por qué debería decirte?

—Porque estoy enamorado de tu mejor amiga.

—No inventes—dice, como si no lo pudiera creer—¿lo dices en verdad? —Hace una mueca.

—Sí.

—¿Y la actriz porno?—La miro confundido—claro, no me mires así, todo el mundo se enteró de que estabas saliendo con ella, mientras mi mejor amiga se estaba muriendo de amor por ti—guardo silencio—¡Rayos!—susurra.

—¿Qué?

—Omite eso, en fin, ella se fue y es libre de ti.

—¿A dónde?

—¿Para qué lo quieres saber?

—Porque quiero verla, quiero que me perdone.

Suspira—No le sigas arruinando la vida, no más.

—No lo haré.

—Está en Las Vegas, siendo bailarina—pero su risa se escuchó—bien, es suficiente de bromas, pero, en verdad se fue a Las Vegas; allá tiene una prima, con quién...ni te voy a dar explicaciones.

—Gracias.

—No la vayas a buscar, ella merece ser feliz.

Asiento con mi cabeza y camino hasta mi auto, en donde subo y cierro la puerta; pensando en que haría. ¿En verdad me gustaba tanto? ¿Por mi culpa se había ido de la cuidad? ¿Le gusto?

Enciendo el auto y sin más conduzco hasta mi casa, en donde me estaciono y bajo del auto, tomo mi teléfono y llamo a mi agente—hola niño bonito—me dice mi agente, bromeando.

—Necesito que me busques un nuevo equipo.

—Pero...pero dijiste...

—Se lo que dije, preferiblemente, que esté en Las Vegas.

—¿Las Vegas? Esas Vegas.

—Sí, esas Vegas.

—Sí que estás loco hermano, se supone que te quedarías con los 49ers.

Suspiro—necesito que hagas esto por mí.

Cuelgo y miro al frente, pensando en lo que estaba haciendo; de verdad, todo por una mujer que penas conozco y que sin lugar a dudas había hecho que mi vida diera un giro inesperado.

Solo espero, que algún día pueda perdonarme todo lo que hice, porque extraño su sonrisa, su risa, sus malos chistes—Okay, detente—me giro y veo a Nick.

—¿Qué haces aquí?

—Te dije que vendríamos, era noche de chicos—me mira fijamente—¡rayos! lo olvidaste, ¿cierto? No sé qué harás, pero los chicos ya tuvieron permiso de sus esposas y no creo que los dejen venir otro día.

—Bien, vamos.

Ambos ingresamos a la casa y me lleva hasta donde están los chicos bebiendo cerveza y jugando poker—¿por qué tan tarde hermano?—pregunta Deebo.

—Olvide que jugaríamos en casa.

Me siento y me pasan una cerveza—necesitas una—dice Kittle.

Me entregan unas cartas y solo las observo en mi mano—Bien, ¿Qué sucede?

—Se fue.

—¿Quién?

—Chloe, se fue de San Francisco.

Todos dejaron las cartas sobre la mesa—La barbie te dejo, por idiota—dice Deebo—y te lo mereces—bebe un trago de su cerveza.

Suspiro—lo sé y lo peor, me vio saliendo...

—Te dije que salir con esa actriz porno te traería problemas—me dice Nick—no, pero el niño bonito prefirió hacerlo, esto, que está pasando es tu culpa.

—Ya, no tienes que sonar como una madre.

—Todos nos equivocamos alguna vez.

—Pero tu error, le costó la felicidad a dos personas.

—Soy un idiota.

—Oh, si—todos dijeron al mismo tiempo.

—Pero, me di cuenta de que la necesito en mi vida. Siento que es muy tonto, pero solo pensar en ella me dan ganas de sonreír o de golpearme por idiota, sé que, fue tonto y no se en que estaba pensando cuando salí con otra mujer, pensando en ella. Imaginando que era ella, soy un idiota, porque jugué con los sentimientos de Deanne y con los de Chloe, solo espero que algún día pueda perdonarme.

—No le piensas decir eso, cuando la tengas frente a frente—dice Deebo.

Suspiro—Los días que estuve con Chloe, fueron diferentes, pensé que me ayudaría con mis terapias físicas, pero, fue mi amiga, la mujer que me apoyo y me regaño cada vez que sentía que iba a caer, estuvo para mí cuando más la necesite y yo solo la aleje—poco a poco el nudo que estaba sintiendo en mi pecho se estaba desvaneciendo—tenía miedo a enamorarme de alguien otra vez, de que me lastimara y termine lastimando a la mujer más increíble y divertida del mundo—digo, con una sonrisa en mis labios y recordando su sonrisa—la aleje, jodí toda nuestra vida por imbécil, creí que estaba saliendo con uno de mis amigos; cuando no era así—seguía mirando la mesa, sin pensar en los demás—me moría de celos al verla con otro y me di cuenta de que estaba enamorado de ella; de que, la necesitaba, de que quería tenerla a toda hora, apoyándome y gritando que soy un idiota por perder el balón—dije recordando la vez que fuimos a jugar al parque, en vez de terminar con mi terapia física—quiero escuchar su voz, su risa en esta casa, desde que se fue; ya nada, volvió hacer lo mismo. Todo es silencio, ya canta ni baila en la cocina, ya...—Suspiro—y miro a todos, que esconden sus teléfonos—¿qué estaban haciendo?

—Amigo, se llama, tener esposa e hijos—dice Deebo.

—Diré que les creo.

—No te pongas celoso Jim, solo tenemos ojos para ti—Dice Kittle.

Ruedo los ojos—solo quiero disculparme con ella y volver a ser lo que eramos antes.

—¿Amigos con derecho a sexo?

—Ella y yo nunca...

—Por eso te dejo—dijo Deebo.


Amor en la bancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora