Silencio [Minsung] 📻

06

Minho pasó por la cocina antes de salir, porque no iba a terminar la noche sin comer el helado que él mismo había comprado.

— ¿Me pasás uno? —Jisung estaba en la cocina con él. Minho cerró la puerta del freezer.

—No.

—Me caés mal, Lino.

—Me da igual.

Minho caminó hasta la puerta con Jisung a su lado, aunque claramente nunca lo había invitado. Lo vio de reojo abrir su heladito de naranja y pegarle un mordisco. Suspiró, porque le tentaba hacer lo mismo, pero no quería sentir que estaba compartiendo un momento amistoso con la ardilla.

La idea lo hizo temblar de asco. Tuvo que probar su heladito de chocolate para sacarse el mal sabor de la boca.

—Así que... ¿Qué estilo de danza? —Jisung había salido del departamento con él. Minho intentó ignorarlo—. ¿Me habías dicho... ballet?

Jisung entró al ascensor detrás suyo.

— ¿Te acordás de eso? —Minho presionó el botón de la planta baja.

—Sí, también recuerdo que querés cortarme las piernas y patearme la cara.

Minho comió otro poco de helado. Jisung torció toda la cara; su helado debía estar demasiado frío o demasiado ácido. Minho sonrió.

Casi empezaba a disfrutar del silencio.

—Me das miedo, Lino.

—Me alegro.

—Y estoy encerrado en un ascensor con vos.

—Por los próximos segundos, sí.

— ¿No te hace pensar algo?

— ¿Querés morir?

—No, todavía no. —Jisung rió. Las puertas se abrieron y Minho bajó del ascensor con Jisung detrás—. Lo que quiero es que nos pongamos de acuerdo.

Minho se detuvo de golpe, haciendo que Jisung pegara un salto para no chocar con él.

— ¿Entraste en razón?

—Bueno... —Jisung dudó. Minho entrecerró los ojos—. ¿Más o menos?

Minho le dio la espalda y siguió caminando hacia la puerta del edificio.

— "Más o menos" no me alcanza.

—Está bien, esperá. —Jisung trotó para alcanzarlo—. Está bien. Voy a bajar el volumen de la música. ¡No puedo apagarla! —se apuró a agregar—. No puedo apagarla porque mis clientes quieren escuchar música, es parte de la experiencia del gimnasio. Pero prometo bajar el volumen.

Jisung le ofreció su mano para cerrar el trato. Minho le dio un golpe en la muñeca para que la bajara.

—Si llego a escuchar la música desde donde estoy, llamo a la policía.

Jisung sonrió. Una voz dentro de Minho le hizo notar que la sonrisa de Jisung tenía forma de corazón. La silenció con un mordisco de helado.

— ¿Nos vemos mañana? —dijo Jisung.

—Espero que no.