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—La fuerza para el salto tiene que venir de los brazos, así... —Minho demostró el movimiento usando solo la parte superior del cuerpo—. Por eso tenés que asegurarte de balancear los brazos antes de hacer el giro.

Felix asintió. Minho sabía la frustración que le causaba no dominar ese salto. Ya había superado el primer obstáculo: no le daba miedo, pero Felix quería llegar a la perfección, y Minho no podía hacer más que darle consejos para facilitar el proceso.

—La dirección del movimiento es siempre hacia arriba. No lleves la fuerza hacia abajo, porque podés poner demasiado peso sobre el pie al caer.

Felix saltó una vez. Se tropezó en el aterrizaje, pero la forma era correcta, mejor que antes. Hyunjin festejó dando saltitos.

Felix giró de más cuando volvió a intentar. Cayó al suelo sobre un costado, apoyando todo el peso del cuerpo sobre un brazo.

— ¡Felix! —Hyunjin corrió hacia él.

— ¿Estás bien? —Minho se arrodilló al lado de ambos.

—N-no. —Felix trató de sentarse, pero no podía moverse—. D-duele.

Felix estaba apretando los dientes para ahogar sus quejidos y Hyunjin estaba llorando y el corazón de Minho estaba latiendo dentro de su cabeza. No podía pensar, no podía controlar el temblor de sus manos.

Tuvo que obligar a sus piernas a moverse. Corrió hasta la puerta del gimnasio.

— ¡HAN! —La gente que estaba entrenando se dio vuelta, Minho no les prestó atención.

Jisung lo miró desde el mostrador con las cejas alzadas. Minho no podía explicar lo que pasaba, pero su expresión debe haber dicho todo lo que Jisung necesitaba saber. Se apresuró a llegar a Minho y lo siguió hasta el salón de danza.

Minho recuperó su lugar al lado de Felix. Hyunjin todavía lloraba, sostenía la mano de Felix en las suyas. Jisung hizo preguntas que Felix contestó con la voz entrecortada.


Corrieron al hospital. Literalmente. Chan cargaba a Felix medio desmayado en su espalda, Hyunjin iba llorando atrás, Jisung llevaba la mochila de Felix sobre los hombros, y Minho ya no estaba tan nervioso.

Felix tenía el codo fracturado. Minho se presentó ante el médico de guardia, pero no lograba mantenerse enfocado en la conversación con el zumbido en los oídos. Fue Jisung el que escuchó la explicación del médico, el que memorizó las indicaciones, el que hizo las preguntas que a Minho no se le habrían ocurrido.

Hyunjin se quedó en la sala acompañando a Felix mientras el médico colocaba el yeso en su brazo. Minho se sentó con Jisung en el piso del pasillo.

—Sé que hay un protocolo a seguir en estos casos —Minho susurró—. Lo sé. Sé que puedo mantener la calma y... solucionar el problema sin empeorarlo. Tuve que hacerlo con otros alumnos, pero...

Jisung acarició su pierna. Minho no lo impidió.

—Felix es tu amigo.

—Sí. Me hizo mal verlo así.

Jisung tiró de él. Minho se recostó sobre su hombro, dejando que Jisung lo envolviera en sus brazos.

—Lo hiciste bien, Lino. No te preocupes.

Eran palabras simples, pero hicieron que el pecho de Minho se sintiera más liviano.


Chan volvió un rato después, con algunas botellitas de jugo y Changbin. Entraron los cuatro a la habitación.

—Se quedó dormido —avisó Hyunjin, hablando bajito.

— ¿Cómo se siente? —Changbin se acercó a la camilla. Hyunjin lo miró de lado.

—Bien. No te necesita.

Changbin soltó una risita incómoda. Felix entreabrió los ojos. Levantó la mano sana.

—J-Jin... Hyunjin...

Hyunjin sostuvo su mano, le dio un beso en la frente.

Minho miró a Han y lo descubrió mirándolo. Han levantó las cejas y desvió la mirada un instante antes de devolverla a los ojos de Minho.

Sonrió con forma de corazón. A Minho no le dio asco.

Silencio [Minsung] 📻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora