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Jisung estiró los brazos hacia él y Minho lo atrapó, lo sostuvo contra su pecho y lo bajó del ring. Le importaba una mierda si la pelea debía continuar o ya había terminado. Lo cargó hasta los vestuarios, con las piernas de Jisung alrededor de su cintura y su mejilla descansando sobre su hombro. Acarició su espalda desnuda antes de bajarlo, ayudándolo a sentarse en el suelo, apoyado sobre los lockers.

—No debería haber hecho eso... —Jisung sonrió avergonzado. Minho se sentó frente a él y alejó de sus ojos un mechón de pelo mojado, manchado de sangre.

—Es algo bueno admitir los errores propios —dijo Minho.

—Sí, deberías aprender de mí.

Minho apretó los labios. Jisung cerró los ojos.

—No te pases —dijo Minho—. Que esté acá no significa que no te odie.

—Sí, sí. —Jisung abrió un solo ojo para mirarlo y lo volvió a cerrar—. Si repetís eso un par de veces más, por ahí lo terminás creyendo.

—Tsch.

— ¿Lino? ¿Me das un beso?

—Estás todo sucio.

—Porfi.

Minho apoyó sus labios sobre los de Jisung y se sorprendió de su propia dulzura. Jisung le devolvió el beso sin tratar de dominarlo. Minho acarició su mejilla y Jisung tiró de él, haciéndolo sentar sobre su regazo.

—Te extrañé —murmuró Jisung. Acarició la piel de Minho por debajo de su remera antes de abrir su pantalón y mirarlo a los ojos—. ¿Puedo tocarte? —susurró.

Minho asintió. La manera en la que lo envolvía la mano de Jisung hizo acelerar su respiración. Él hizo lo mismo, hasta que ambos perdieron el control y empeoraron la suciedad en el torso de Jisung con una risita.

Minho se relajó sobre él y cerró los ojos. Jisung acarició su rostro con la punta de los dedos; las deslizó por sus cejas, sus pómulos, su nariz.

—Hermoso... —susurró muy bajito, como queriendo evitar que Minho lo escuche— Tu cara, Lino, parece una obra de arte...

—Me dijiste lo contrario.

Jisung quitó la mano de golpe.

— ¿Qué? ¿Cuándo?

—Cuando nos conocimos. Me dijiste "andate, no quiero ver tu cara horrible."

—Te mentí. Me dabas intriga, quería ver cómo reaccionabas. Después me dijiste que ibas a cortarme las piernas y...

—Te enojaste.

—No, me decepcioné. No esperaba que me amenazaras así.

— ¿Qué te puedo decir? Soy impredecible.

—Está bueno ser impredecible. A veces pienso que soy muy normal.

— ...a mí me gusta lo normal.

—Lino.

— ...

— ¿Estás diciendo que te gusto?

—Buenas noches.

— ¿Vas a dormirte arriba mío? ¿En el piso del vestuario? ¿Con el pito afuera?

—Ugh. Te odio, Han Jisung.

Jisung se rió. Minho lo encontró adorable.

—Yo también, Lino.

Silencio [Minsung] 📻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora