Capítulo 12

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Un año después, mi vida ha cambiado mucho, pero sigo rodeada de amigos y personas que me aman. Uno de ellos, Alan, me llama para invitarme a la playa. Así que me apresuro a vestir mi traje de baño y nos dirigimos allí, riendo y disfrutando de su compañía.

Al llegar a la playa, me doy cuenta de que no hay muchas personas y comienzo a caminar, pensando que Alan está a mi lado. Pero cuando me volteo, no lo veo. Sigo adelante y descubro un camino lleno de pétalos de rosas. Decido seguirlo y me lleva hasta una pequeña cabaña iluminada por las velas.

Cuando estoy más cerca, veo a Ben sonriendo ante mí. Él me pide que me acerque, y asiento con la cabeza. Me besa y me abraza, y me pregunta cómo estoy. Al levantar la vista, me doy cuenta de que estamos rodeados de amigos y personas conocidas, incluso Leyla. Me dejaron sola para venir aquí

Me acerco a ella, y nos abrazamos fuertemente. Después de charlar un rato, vuelvo con Ben y él se arrodilla frente a mí, sacando algo de su bolsillo.

—Astrid Leigh Franco —dice con ternura—, ¿Quieres casarte conmigo? —mis ojos se llenan de lágrimas de alegría

—Sí, sí... ¡Claro que sí! —respondo sin dudar

Me pone un hermoso anillo con unas estrellas. Comenzamos a saludar a todos, y de repente, noto a dos personas que no esperaba ver aquí: mis padres. Corro hacia ellos, llamándolos emocionados.

—¡Mamá, papá! —grito.

—Felicidades, mi preciosa hija—dice mi padre, abrazándome.

—Estoy muy feliz por ti, hija—dice mi madre, con los ojos rojos de emoción.

No puede contener el llanto y comienza a llorar de alegría.El abrazo fuerte y la ayuda a calmarse, agradecida por tener a mis padres y a tantas personas especiales en mi vida.

Hasta que nos quedemos sin estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora