---11---🐻

43 7 0
                                    

Estaba siendo atrapado por Vegetta quien en un principio parecía estar enojado conmigo y no tenía idea de el por que. Pero el hecho de tenerlo tan cerca me estaba poniendo nervioso y no podía ni mirarlo a los ojos hasta que me obligo a hacerlo y fue hay cuando algo en mi mente me izo clic, el estaba así por el rumor, ¿el estaba así por mi?, ¿ estaba celoso? y mientras estaba perdido en mis pensamientos sentía como mi oso se alegraba al ver la reacción de Vegetta (masoquista). No podía respirar su rostro estaba muy cerca podía sentir su respiración y su aroma comenzaba a ser agrio, su respiración era profunda como si intentara calmarse y eso me ponía mas nervioso aun, no creí que Vegetta necesitara calmarse el siempre parece calmado pero ahora verlo así me dejó en claro algo vegetta no siempre puede estar calmado.

Quería decirle que era todo un malentendido, una broma pero de pronto Vegetta me hizo mirarlo, sentía su cálida mano en mi mentón mientras lentamente lo miraba a los ojos, esos hipnotizantes ojos morados como dos amatistas que me llevaban a una profunda noche estrellada, aunque de pronto observé un pequeño destello en esos brillantes ojos, ese morado intenso comenzó a oscurecerse y su aroma comenzó a ser cada ves más fuerte, este hombre frente a mi ya no era vegetta, si no su lobo, quien ahora mismo lo estaba controlando por completo. Su nariz estaba ahora en mi cuello olfateando mientras me acorralaba cada vez más, cuando intenté alejarlo el levanto la vista acercando su rostro al mío y en un rápido movimiento la leve distancia de nuestros labios se esfumo, Vegetta me beso.

Me beso

Vegetta estaba besándome, bueno no el, si no su lobo, su lobo estaba besándome, quería quitarlo de encima porque no estaba bien, es su alfa quien lo domina y no quiero que se arrepienta... esa idea me hizo eco en mi mente, que pasaría cuando Vegetta reaccione después de lo ocurrido, no quería saberlo, no me parecía que se dejara llevar por su lado alfa, pero el era demasiado para mi, su beso comenzó algo torpe pero cuando poso sus manos en mi cintura y lo profundizó fue más certero y yo no pude reaccionar.
Sus labios eran suaves, su toque era cálido y mientras más avanzaba el beso sentía lo rápido que me latía el corazón, era como si me estuviera derritiendo ante su tacto y mi oso se encontraba encantado con su beso. Quería alejarme pero me tenia aferrado a el, mis mejillas estaban rojas lo sentía y poco a poco Vegetta así a el beso mas subido de tono en un momento metió su lengua en mi boca lo que izo que comenzara un leve baile con nuestras lenguas, dios es que el sabe hacer todo bien, eso casi me hace perder la cabeza, mi oso quería tomar el control.

Estaba por ceder hasta que un chico de cabello castaño llego y me alejo de Vegetta, estaba avergonzado por el espectáculo que habíamos hecho, no quería seguir allí, todo eso fue mucho para mi y sabia que si no me iba notarían mi problema, y no llevaba mi chaqueta si no la de Pato, podrían notarlo, así que decidí correr al baño.

Ya le mandaría un mensaje a Pato de donde estaba, por ahora debía atender ese problema y pronto. Por suerte cuando llegue al baño no había nadie y estuve un buen rato disimulando mi problema, cuando llego Pato no se notaba así que me alegre un poco por eso. 

-Más tarde-

No podía reaccionar aun, estaba muy confundido y perdido en ese recuerdo de como Vegetta me había besado, el solo recordarlo así que mis mejillas se calentaran y sonreirá un poco, casi ni ponía atención a las burlas de Quackity por como me encontró en el baño.

Pero seguía tan extrañado por su comportamiento y más por como se dejo llevar por su lobo, no sabia que pensar y eso lo noto muy rápido Pato quien en ves de llevarme directo a casa decidió despejar un poco mi mente para divertirnos y me alegro mucho. Tener a Quackity era maravilloso porque siempre la pasábamos bien y aunque sentía que el solo cuidaba de mi, en ocasiones también sentía que el quería distracciones y yo siempre lo ayudaba con eso.

Destinados     ~rubegetta~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora