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Me encontraba en un largo y amplio pasillo con vista a un jardín, en dónde se observaba un pequeño palco, dentro de este se observaba una figura, un hombre con una gran armadura y capa sostenía su espada mientras observaba todo a su alrededor, me acerque con cuidado mientras esté solo se quedaba inmóvil hasta que se quitó su casco, unos ojos morados como amatistas aparecieron mientras esté observaba detalladamente mi ser, mientras un corriente eléctrica recorría mi cuerpo. En eso el sujeto camino hacia a mi y se arrodilló diciendo algo que no puede comprender, cuando esté se puso de pie me jalo del brazo envolviéndome a su alrededor, cuando quedamos frente a frente me sentí accoralado y la leve distancia entre nosotros se rompió, el contacto de sus labios y los míos me hizo temblar todo el cuerpo mientras su lengua invadía mi boca liderando leves jadeos de mi ser, sus manos que afirmaban fuertemente mi cintura haciendo más profundo el beso, poco a poco la falta de aire se hizo presente por lo que nos separamos, mi respiración errática era la evidencia que el necesitaba para volver a continuar mientras que podía sentir el calor por todo mi cuerpo lo que hizo que me sintiera aún más vulnerable pues mi ropa no podría esconder mis situación por mucho tiempo, cuando esté comenzó a recorrer con sus manos mi cuerpo, las aberturas de mi ropa le hicieron más fácil el llegar  a mi miembro, el contacto de piel con piel daba una corriente por todo mi cuerpo una sensacion de calor abrumadora, la yemas de sus dedos dejaban un camino lleno de lujuria a su paso, lo que tuvo una rápida reacción en mi que provocó que mi miembro se endurera, esa era la evidencia de la necesidad que tenía por ese hombre, hasta que...

Desperté molesto por la luz en mis ojos mientras intentaba adaptar mi vista aún adormilada, aún algo adolorido de la cabeza por el alboroto de anoche, lo que me dejó de enseñanza que no volvería a beber nunca más, al levantar levemente mi cabeza me encontré con una increíble vista, Pato y Luzu se encontraban abrasados mientras dormían, por lo que saque mi teléfono para tener la evidencia y así sacarle provecho en algún momento, por otra parte vegetta no estaba por ningún lado por lo que decidí volver a mi plan original, ser solo su amigo, ya que nos conocimos hace muy poco y no debo dejarme llevar por mi lado Omega, el y yo solo seremos amigos.

Al principio mi plan tuvo fallas y esas fueron culpa de vegetta que se encontraba actuando raro conmigo, al principio sus acciones y comentarios eran normales pero de repente solo me confundía, lo que no me ayudaba a calmarme con esta situación.

Pero no entendía por qué dedes en cuando tiraba esa especie de indirectas tan raras o talves yo estaba sobrepensando en lo que decía, me sentía bastante frustrado ante eso, pero pronto las cosas volvieron a tener un orden, mientras Pato y Luzu tenían esas extrañas reacciones y miradas entre ellos vegetta empezó a tratarme como si yo fuera un niño pequeño, y aunque al principio me moleste poco a poco comencé a entender su humor, nuestro ambiente se había relajado y ya era más amistoso aunque mi oso seguía pidiendo su atención yo intentaba controlarme.

Pro suerte para mí después de ese fin de semana mi relación con vegetta fue perfecta, estábamos casi sincronizados, cuando iba a su casa o el a la mía todo seguía en plan de amigos, nada de cosas incómodas o raros sentimientos, solo una perfecta compañía lo que me ponía feliz, me sentía más seguro con el ambiente creado ahora, aunque mi oso seguía insistiendo en ser un adolecentes yo podía seguir controlando me y ser su amigo.

Al volver a clases todo era casi normal, de no ser porque ahora Pato actuaba algo más extraño de lo normal, el y yo teníamos muchos asuntos de los que hablar en especial el porque después del viaje el y Luzu no podían verse a los ojos.
En eso vegetta llegó y nos fuimos juntos a casa, estábamos platicando de el nuevo videojuego que le mostré cuando su teléfono comenzó a sonar, no tome mucha importancia hasta que lo nombró a el. - Pero que pasa Willy- su sonrisa ahora era más grande, y su tono era diferente incluso su mirada tenía un brillo distinto lo que me hizo sentir un nudo en el estómago, lentamente comencé a alejarme para darle privacidad, aunque mi oso sintiera curiosidad por saber por qué lo llamaba no tenía la fuerza suficiente para seguir fingiendo que no me sentía extraño.

Sentí unos rápidos pasos tras de mi y luego una leve mano en mi hombro, vegetta tenía un leve sonrojo en sus mejillas, lo que me dejó algo nervioso - Lo lamento chiqui, pero surgió algo, jugamos otro dia-  sentía como si me hubiesen tirado un balde de agua fría, me mordí el labio en un intento de aplacar esas terribles emociones que sentía en mi pecho, ese dolor punzante que punzaba en mi interior, intentado fingir de la mejor manera una sonrisa, - Descuida para otra sera-  a penas termino mi frase vegetta sale corriendo mientras me sonríe y yo solo me siento enojado, sin entender bien el porque, el puede hacer lo que quiera y puede ir con Willy a dónde se les ocurra, en eso mi oso rasguña mi interior mientras gruñe, la sola mención de Willy me altera, pero no tengo derecho a reclamar nada, solo somos amigos me repito una y otra ves hasta llegar a casa.

Cuando entro me encuentro a mis padres coqueteando en la cocina lo que me hace sentir melancólico porque esa clase de amor es la que quiero para mi, aunque no la e encontrado, cuando intento subir a mi habitación soy llamado por mi madre -Cariño que no piensas saludarnos-  antes de que me mueva mi padre se pone a mi lado - Ya sabes cómo son los niños ahora, cria cuervos y te sacarán los ojos-  dice dramático mientras mi madre se acerca a mi y comienzan a abrazarme.

Cuando llegó a mi cuarto sonrio ante las locuras de mis padres que sin duda yo herede, mientras comienzo a cambiarme para estar más cómodo, mi mente aún me lleva a la viva imagen de vegetta y como todo su ser cambia con la sola mención de Willy lo que me hace sentir extraño, ese dolor punzante en mi pecho parece no querer irse, por lo que intento despejar mi mente, al principio los videojuegos lo logran aunque los últimos son más de sacarme de mis casillas, se suponía que debían dar miedo o quizás suspenso pero en ves de eso me encuentro gritando frente a la compudara y maldiciendo a una especial de niña maldita o algo así.

Cuando mi enojo ya es demasiado doy por terminado el juego, el cual no tiene sentido que haya "perdido" si seguí todos los patrones para sobrevivir que impuso el juego, lo que me enoja aún más, pero decido despejarme hablando con Pato aunque este sigue divagando y dando torpes escusas ante mi gran curiosidad de lo que pasó entre el y Luzu, como parece que no me lo dirá hoy simplemente pongo su foto en el dicord grupal y me voy a dormir, se que mañana ambos intentarán matarme o algo así pero ya no importa.

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Destinados     ~rubegetta~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora