---13---🐺

36 5 0
                                    

Cuando al fin llegué a casa observé justo a su ventana, a través de esas cortinas aún podía divisar algo de luz, el estaba allí, pero no estaba solo y eso me tenía enojado pero seguía sin entender bien el porque, porque Rubius evocaba tantas emociones en mi si apenas le conocía. Decidí simplemente dormir, me encontraba agotado y sentía mis párpados pesados mientras seguía sintiendo ese peso punzante en mi pecho cada vez que recordaba que el no estaba solo.

Me sentía cansado y agobiado, pero de la oscuridad comencé a ver un maravilloso lugar era como un enorme castillo, sus paredes oscuras y gigantes ventanas daban más paso a la luz de la luna mientras que las velas iluminaban varias habitaciones, de pronto escuché un ruido en una de ellas que venía de la parte de arriba, cuando subí las escaleras y me adentre a la última habitación ví a un chico bañándose en lo que parecía una tina enorme, su ropa estaba tirada en el suelo y solo se dejó puesto un gorro, su piel era demasiado blanca además de verse tersa, su cabello era casi blanco y era algo largo, cuando esté se dió un poco más la vuelta pude ver sus ojos, un verde profundo como si de un océano se tratase con leves brillos me tenía hipnotizado, ese chico frente a mi, tan fino y frágil me atraía hacia el con un fuerza inexplicable, pero el solo se levantó como si nada y con una toalla camino así a mi, como si fuera de lo más natural mientras yo seguía perdido en su mirada, mientras mi corazón latía fuertemente amenazando con salir de mi pecho su dulce y terza voz me susurraba al oído. -du har vært stille kjære- no entindia que me había dicho, pero antes de si quiera poder decir algo, este se quitó el gorro acercando más su rostro al mío mientras rompía toda lejanía entre nosotros y la distancia de nuestros labios desapareció, sus finos y tersos labios hacían un va y ven con los míos encajando a la perfección mientras mis manos se posaban en sus caderas siento la humedad en su cuerpo por las gotas de agua que seguían posadas en el, quería devorarlo y...

Mi alarma me despertó de golpe sacándome de ese sueño, me quedé mirando al techo como un idiota desepcionado, queriendo más de ese vivido sueño, por qué sigue pasando esto, los sueños cada ves son más raros cada ves más frecuentes y si los comparo todos tienen a un chico con las mismas características se ve igual...(mierda maldigo mentalmente) acaso e estado teniendo fantasía con Rubius, será por eso que e estado tan interesado en estar a su lado como su amigo.

Luego de eso he estado evitando un poco a Rubius, aunque cuando le mencione a Luzu que no podía estar cerca de el por sentirme algo incómodo por algunas ideas que e estado teniendo, a este no le agrado mucho la idea de lo que hacia, pero no sé que hacer, cada vez que lo veo mi lobo se vuelve loco y me pongo nervioso,  además que siempre esta con ese chico y aunque me molesta demasiado, no puedo hacer mucho ya que no somos tan amigos, cada ves que pienso en eso mi lobo se entristece y me siento vacío, pero para mí suerte Luzu siempre está a mi lado para animarme.

...

Luego de salir de clases decidí dejar un libro en la biblioteca, una ves deje el libro me adentre por esta simplemente para pasar el rato, pero mientras observaba por los pasillos sin mucho interés por los libros una voz que conocía bien llamo toda mi atención era Rubius y no estaba solo.
-Tienes que ser valiente pendejo si no te lo van a quitar por andar de mamon-
-Pato habla bajo nos pueden oir- dijo el en un susurro mientras miraba serio al chico
-Y a mi eso que chingados me importa son pinches viejas metiches- parecia estar algo agotado
-Pato..shh por favor-
No entiendo que les ocurre pero mi curiosidad me gana y decido quedarme quieto para poder escuchar de que hablan.
-Escucha si el te gusta no pierdes nada con decirle- su voz es sería mientras mira a Rubius a los ojos
-No es tan fácil...y si mejor nos conocemos primero- su cara posee un leve sonrojo mientras mira al suelo y juega con sus manos
-Como eres de mamón...- el chico ahora parece estar molesto.
Eso me sorprende, a Rubius le gusta alguien, mi mente divaga por unos momentos pensando en quien será esa persona especial para el, aunque la idea me deprime un poco, a caso es ¿que Rubius... me gusta?, antes de si quiera poder procesar esa idea escucho un suspiro y veo por entre los libros como Rubius usa una tierna cara para conversar al chico de lo que sea que estén tramando y siento una envidia enorme, cuántas veces le abra mostrado esa adorable cara.
-Bien...bien lo haremos como tú quieres- suspira resignado
-Genial eres el mejor pato- una enorme sonrisa se forma en su rostro y no dejo de admirar esa pequeña emoción que transmite.
-Esto no es de gratis eh pagame- el pequeño chico agarra la mano de Rubius algo desafiante y con una sonrisa traviesa lo que me molesta de sobre manera.
En eso veo como Rubius lo toma de la cintura y lo acerca a el, lo que me hace enojar aún más pero antes de que mi lobo se salga de control este dice algo interesante.
-Se llama Luzu-
Cuando escucho el nombre de Luzu me quedo sorprendido y más cuando veo al chico totalmente sonrojado, mientras Rubius sonríe travieso, (dios que ganas de quedarnos lo) detengo a mi lobo porque recuerdo de lo que hablaron hace poco, a él le gusta alguien... y eso es más que suficiente para no volver a sentir a mi lobo en toda la tarde, en algún momento ellos se fueron mientras yo me encontra divagando en mi mente sobre aquella persona que haya llamado la atención de Rubius lo que me entristece.

Cuando llegó a juntarme con Luzu para ir a casa no dejo de sentir una extraña sensacion en mi pecho como si pesará o doliera cada ves que mi mente recordaba lo que Rubius había dicho, pero quería estar con el, quería que fuéramos amigos como antes, quería escuchar cada extraña anécdota que tenía con los juegos que jugaba en las tardes, que tuviéramos de nuevo esa cercanía.

Luzu parece notar mi ánimo y decide posponer nuestra salida con los demás y darme mi espacio cosa que agradezco mucho, cuando voy a casa me encuentro con una pequeña sorpresa Rubius está en mi casa, en mi sala conversando con mi madre... que demonios está pasando.

 que demonios está pasando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Destinados     ~rubegetta~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora