Destinados ~rubegetta~

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Luego de ver tal escena salí corriendo al baño y llame a Pato quería distraerme un poco y me alegro de que el siempre estuviera allí para mí, aunque no quise decirle que me había ocurrido exactamente se notaba que algo había pasado.
A Pato no le costó mucho comprender que toda la situación pudo causarla Vegetta, ya que según palabras de el, mi "no novio" no sabía ponerle límites a las pendejas que iban a coquetear con el, sonreí levemente ante su enojo mientras lo observaba moverse de un lado a otro y susurrar tonterías, lo abrace me sentía muy sensible y emocional ahora pero sabía que a él no le molestaba así que solo me correspondió, Luzu llegó también y al verme  comenzó a llenarme de preguntas y a observar me como si buscará una respuesta Pato lo miro enojado y este solo trago en seco mientras me miraba serio.
-y Vegetta dónde está?- muy pocas veces había visto tan serio a Luzu y eso me daba escalofríos.
-n-no lo se- me sentía como en un interrogatorio.

Antes de que pudiera seguir sentí un olor a uvas mezclado con algo más, lo que me dejó con un mal sabor de boca y un nudo en el estómago, mis piernas comenzaron a pesar y mi respiración se cortó por un momento, Vegetta no había llegado solo, Luzu solo vio detrás de mi molesto y Pato parecía querer matar alguien por lo que solo tome su brazo y me apoye en el, mi oso gruñía en mi interior gritando y arañando mis entrañas en busca de alejar al alfa de aquel Omega, pero cuando Willy se despidió Vegetta  este solo lo siguió con la mirada ignorando todo a su alrededor, no presto atención a los regaños de Luzu, ignoro las amenazas de Pato y ni siquiera me miro.

Tenía una punzada en mi pecho que cada vez se hacía más pesada mientras tragaba en seco, intenté darle más oxígeno a mis pulmones intentando liberarme de aquella punzada de dolor pero no funcionó, solo seguía siento mi cuerpo pesado mientras me aferraba a Pato; Vegetta se fue con Luzu mientras que Pato y yo nos quedamos en aquel vacío pasillo, por lo que cuando ya no los vi simplemente me caía al suelo viendo como mi amigo se asustaba al verme tan decaído y maldecir a mi alfa.

Necesitaba contacto, así que lo tire asía mi lo que hizo que cayera de golpe quejándose por pegarse con el duro y frío suelo mientras el estaba de espaldas frente a mi me acerque más a él cuando al fin me acomode simplemente lo abrace lo que lo dejo algo tenso al principio pero poco a poco se puso cómodo, Pato se quedó allí conmigo dejándome obtener ese afecto que necesitaba, mientras las personas paseaban por el pasillo y yo los ignoraba por completo, no me importaba que podían decir de mi en lo absoluto y sabía que a Pato no le molestaba, solo necesitaba algo de calor, seguí con el abrazo mientras me acomodaba en el rincón de su cuello buscando ese leve aroma que provenía de el, necesitaba atención y el me entendía cosa que agradecí.

Luego de un rato nos levantamos para ir a clase mientras Luzu caminaba así nosotros, al percatarse de nuestros aromas este me observo detenidamente mientras yo intentaba evitar su contacto visual, tal ves ya no debía hacer esto con Pato y más cuando ya tengo un alfa, mientras mi mente tenía mil y un ideas de la terrible persona que era por hacerle esto a un amigo sentí como Luzu me abrazaba de golpe, su aroma intentando calmarme mientras me daba un fuerte agarre tuvieron un efecto certero en mi, correspondí necesitaba esto, necesitaba apoyo y que Pato nos distrajera con sus anécdotas ayudó a aligerar el ambiente.

En la entrada observé de nuevo a Vegetta y el grupo de chicas que estaba con el, aunque me sorprendió que está vez el más enojado fuera Luzu, yo solo le di una leve sonrisa porque no podía hacer nada, si el me había marcado pero aún así no éramos nada oficial, aunque eso me dolió tanto a mi como a mi oso, suspiré y camine junto a mis amigos, quienes se daban leves miradas y sonrisas, sabían que había algo entre ellos, pero ellos si se estaban dando el tiempo para conocerse, observé de nuevo a Vegetta y el grupo de chicas, sin entender que demonios pasaba por su mente, el solo me daba señales confusas lo que me entristecía aún más, ya que de por si ser un Omega era complicado pero el estar marcado solo lo hacía más difícil.

A medida que nos alejamos de la universidad varios alfas comenzaron a vernos y decirnos cosas, cosas bastante incómodas la verdad y aunque Pato tuviera las respuestas más ingeniosas para responder no parecía funcionar, hasta que sentí ese aroma tan característico, suspiré, porque en el momento que lo sentí a mi lado su mano fue a mi cintura agarrándome con fuerza y acercándome a él, aun así no quería que me afectara pero lo hizo mi oso estaba entusiasmado de tener a su alfa cerca y que ahora toda su atención estuviera en nosotros, todo un masoquista pensé.

Para luego observar como mi alfa no dejaba de marcarme con su aroma y amenazar con la mirada a quien se atreviera a mirarme, cosa que no me desagrado del todo (mierda yo también soy un masoquista), maldije para mis adentros porque hace poco el ni siquiera me había puesto atención por estar con Willy o la otras pero ahora, me mordí mis mejillas para reprimir mi enojo, mientras mire al frente Pato tenía una sonrisa arrogante y triunfal mientras que Luzu nos miraba de reojo mucho más relajado lo que me dejó pensando, que se traerán entre manos esos dos.

Aunque fue algo bastante extraño, los más sospechoso fue que Pato insistió en quedarse en mi casa, mientras Luzu se iba con Vegetta lo que me dejó aún más extrañado, sin duda estaban tratando algo pero no supe que era hasta que fue demasiado tarde.