PARTE 1

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UNO: Ciudad de Metrópolis

-Comienza el cuarto día de alegatos en el juicio más famoso de la historia. En esta oportunidad, la Fiscalía espera obtener un favorable resultado ya que los testigos presentados con anterioridad no han sido de gran ayuda. En estos momentos los protagonistas ingresan al salón para continuar con los testimonios. Desafortunadamente, los medios no están autorizados a ingresar, por lo que solo se nos permite cubrir lo que sucede desde las inmediaciones. Sin embargo, fuentes confiables aseguran que hoy será llamada a declarar la hija menor de Lionel Luthor, Lena. Lena Kieran Luthor nació como consecuencia de una aventura extramatrimonial del multimillonario empresario, y es actualmente quien dirige Luthor Corp., ahora que su padre se encuentra en prisión enfrentando cargos por espionaje industrial y terrorismo. El hijo mayor de Lionel, Alexander Joseph Luthor, falleció en un trágico accidente de aviación junto a su esposa, la afamada periodista del diario El Plantea Lois Lane hace cinco años. La joven Lena ha culminado sus estudios en la Universidad Tecnológica de Metrópolis graduándose con honores un año antes que los demás alumnos de su clase. Y ha demostrado estar a la altura del apellido que ostenta...a continuación les presentamos un breve informe acerca de la vida de la joven empresaria considerada como una de las promesas dentro del mundo de la informática y cuyo nombre aparece en Fortune 500...

Lena apago el televisor. Dejo el control remoto sobre su mesa de café y se dirigió a su habitación con la idea de acostarse, hoy había sido un día asquerosamente largo. Su mente no dejaba de rememorar lo que había sucedido en el juicio, como la abogada de Lionel se había tomado el trabajo de diseccionar su vida ante todos en el estrado. Como si eso fuera de relevancia en el juicio. Su padre...bueno, el hombre que le había dado su apellido era un miserable avaricioso que había hecho su fortuna robando y vendiendo diseños ajenos, ahora, si se comprobaba que los diseños más importantes de la Corporación Luthor solo eran producto de sus tratos ilícitos, perdería más del cuarenta por ciento de sus patentes. Eso prácticamente los dejaría en la ruina, incluso sus propios diseños estaban siendo minuciosamente investigados. Sería un milagro que sobrevivieran al juicio. Maldijo en voz baja. Necesitaba tanto que su madre estuviera allí con ella. Daría todo lo que tenía por regresar a Dublín, a su vida de chica de campo. Antes de acostarse, reviso que sus claves de seguridad estuvieran activadas. Su jefe de seguridad se había tomado la molestia de remarcárselo demasiadas veces, su padre hacía negocios con gente muy, muy peligrosa. Y si bien Lena sabía como defenderse, esto era por mucho, un tema demasiado peligroso para ella. En la entrada de su piso, estaba el panel de seguridad, inserto sus claves y espero a que el dispositivo se activara para finalmente irse a la cama. Juicio o no, mañana tenía que llevar adelante una empresa, había gente que dependía de ella para llevar un plato de comida a sus familias.

Llegó a su habitación y se quitó la bata, sujetó su cabello oscuro con una simple coleta y se acostó. Apagando la luz de su mesa de noche.

Igual no pudo conciliar el sueño. Estaba demasiado inquieta como para que su mente dejara de trabajar. Las luces de la ciudad proyectaban siluetas en el techo de su alcoba, iluminándola parcialmente. Iba a activar las persianas cuando algo capto su atención. El sonido era casi imperceptible, Lena se incorporó en la cama con la idea de corroborarlo, su mente racional sabía que estaba sola en el enorme penthouse, sin embargo, ahí estaba de nuevo. Un súbito temor se adueñó de ella. De la mesa de noche sacó su arma, una veintidós, y activo su botón antipánico. Jonn se burlaría de ella hasta el fin de los tiempos. Lena se había opuesto a que instalaran ese dispositivo en su casa, cuando comenzó lo del juicio. Consideraba que solo Lionel Luthor era el único responsable de todo, y que la justicia lógicamente podría separar un Luthor del otro. Pero, como ahora comprendía, su jefe de seguridad no pensaba precisamente en la justicia cuando la convenció de usar el botón. Lionel Luthor negociaba con gente peligrosa. Claro que su paranoia no acabó ahí, detrás de su buró, Jonn había mandado a construir un cuarto antipánico en su habitación. Todos en Metrópolis tenían uno, le había dicho en tono de broma.

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