PARTE 7

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Dos años después.

Entonces la vida vuelve a la normalidad. Era una frase que Lena había escuchado un centenar de veces. Y cuando menos los esperes los recuerdos ya no lastimaran como solían hacerlo, recordaba que Lex se lo había dicho cuando llegó a la casa esa tarde. Lena arrastraba consigo el dolor de la muerte de su madre, y de no ser por su hermano mayor, no lo habría soportado. Dios, como lo echaba de menos!

Su secretaria había rechazado un par de llamadas de reporteros, para solicitar una entrevista. Hasta incluso un productor, quería comprar los derechos para hacer una película. Lo único positivo de todo este desastre fue que Lillian dejó de molestarla. Había escuchado por amigos mutuos que se había recluido en su mansión, deprimida por lo ocurrido. Lionel no volvería a ver la luz del sol mientras viviera. Por supuesto, y como era de suponerse L-Corp se recuperó de sus daños mediáticos y económicos, resurgiendo de sus cenizas con mayor fuerza. Lena había dedicado cada segundo de su tiempo para ponerla de nuevo donde siempre estuvo. Eso evitaba que pensara. En uno de los cajones de su escritorio conservaba la breve carta que Kara escribiera.

Después de rescatar a la familia de Jonn de manos de los hombres de Hank Henshaw, Kara regreso a ella. Y estuvo a su lado todo el tiempo que Jack fue sometido a cirugía, a su lado. Nunca dejo de abrazarla. De darle su apoyo. Incluso cuando fue a la Corte, estuvo allí frente a ella cuando subió al estrado, el único rostro familiar en toda esa locura. Agradeció que la sacara de allí como solo ella podía, sin que nadie lo supiera desaparecieron del Ayuntamiento. Kara la deposito suavemente en su balcón. Esa noche hicieron el amor frente a la chimenea. Lena no sabía que esa sería la última vez.

Por casi un año Lena no supo nada de ella. Salvo esas letras que había dejado junto a ella en la cama, sobre la almohada. No decía mucho, Kara no era una mujer que daba mucho rodeo a las cosas. Solo que la amaba. Pero era consciente de que el amor solo no bastaba, que ella se merecía una persona completa que la amara sin grietas. Que fuera capaz de dar en la medida que Lena se entregaba. De algún modo había recuperado el silbato, y se lo dejó también. Regresó a su vida, o al menos como era antes de que todo se pusiera patas arriba. La empresa y la convalecencia de Jack ocuparon su tiempo y su mente. Se sentía culpable por el, desgraciadamente su pierna derecha había sufrido un daño permanente. Después de que fuera dado de alta en el hospital, Lena se ofreció a cuidarlo por el tiempo que durase su rehabilitación. Era perfectamente consciente de que Jack la amaba. Y ella amaba a alguien más. Alguien que no volvería. Alguien que desde un principio estuvo lejos de su alcance.

En vísperas de año nuevo recibió la primera postal. Estaba entre su correo personal, que llegaba a la empresa. Se trataba de un simple sobre, con su nombre escrito en el y la dirección de L-Corp. En su interior halló una postal de Alaska. No decía nada. Solo la postal. Lena sabia quien la había enviado.

Morgan Edge siempre fue una espina en su costado. A los pocos meses de que la Comisión de Licencias le entregara lo que, supuestamente, eran sus diseños uno de los prototipos que se comenzaron a fabricar en su planta tuvo fallos. Lo retiraron de la línea de circulación y no pudo repararlos, porque como se sabía, los planos no eran suyos. Vino a verla en un intento por convencerla que lo ayude a corregir ese problema, pero Lena se negó. Ofreció devolvérselos a cambio de la mitad de los derechos, a lo que Lena después de burlase respondió que no. Ya no iba a perder dinero en reparar un diseño obsoleto. Tenía planes más importantes.

Para San Valentin, Jack le propuso casamiento. Ella dijo que si, y Jack entonces le coloco el anillo de brillantes en su dedo. Esa noche, mientras se entregaba a las caricias de alguien más, Lena dejo ir finalmente a Kara Danvers.

Dos días después, recibió otra postal de Kara. Esta vez de Indonesia.

Estando en su visita médica mensual, en la televisión pasaban un programa de noticias. Lena no le prestó mayor atención hasta que escucho que hablaban de una mujer voladora. Se referían a un barco pesquero que había sido atrapado en una tormenta, los hombres hablaban de alguien que llego del cielo. Y los ayudo a regresar a tierra firme. Para después marcharse de allí. Después de ello, Lena puso mayor atención a los reportes de sucesos extraños, que llevaban su tiempo ocurriendo. Un grupo de refugiados por aquí. Un avión en problemas por allí.

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